Muy listo, solo que no cuela, abandonaste una Iglesia rica en dones y carismas y ahora quieres que aceptemos, rigidez y estrechez
Eso estará muy bien para los ortodoxos a los que has ido a parar pero no
para los católicos.
Nuestra Iglesia es una institución MUY SABIA Y SABE RECONOCER LOS
DONES Y CARISMAS EN EL PUEBLO DE DIOS.
Aquí te dejo un cita del Concilio Vaticano II, constitución LUMEN GENTIUM
Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios
12. El pueblo santo de Dios participa también del don profético de Cristo, difundiendo su vivo testimonio, sobre todo por la vida de fe y de caridad, ofreciendo a Dios el sacrificio de la alabanza, el fruto de los labios que bendicen su nombre (cf. Hebr., 13,15). La universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo (cf. 1Jn., 2,20-17) no puede fallar en su creencia, y ejerce ésta su peculiar propiedad mediante el sentimiento sobrenatural de la fe de todo el pueblo, cuando "desde el Obispo hasta los últimos fieles seglares" manifiestan el asentimiento universal en las cosas de fe y de costumbres. Con ese sentido de la fe que el Espíritu Santo mueve y sostiene, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que sigue fidelísimamente, recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra de Dios (cf. 1Tes., 2,13), se adhiere indefectiblemente a la fe dada de una vez para siempre a los santos (cf. Jds., 3), penetra profundamente con rectitud de juicio y la aplica más íntegramente en la vida.
Además, el mismo Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al Pueblo de Dios por los Sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que "distribuye sus dones a cada uno según quiere" (1Cor., 12,11), reparte entre los fieles de cualquier condición incluso gracias especiales, con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia según aquellas palabras: "A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad" (1Cor., 12,7). Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo. Los dones extraordinarios no hay que pedirlos temerariamente, ni hay que esperar de ellos con presunción los frutos de los trabajos apostólicos, sino que el juicio sobre su autenticidad y sobre su aplicación pertenece a los que presiden la Iglesia, a quienes compete sobre todo no apagar el Espíritu, sino probarlo todo y quedarse con lo bueno (cf. 1Tes., 5,19-21).
Por eso esta Iglesia, ha dado autorizaciones como esta:
El Cardenal Ratzinger nos recibió muy cordialmente, durante un descanso de la conferencia a las 10:30 AM, disculpándose por el insuficiente tiempo disponible y proponiendo hablar en italiano para facilitar el diálogo. Nos dijo lo siguiente:
"Teniendo como base lo que ustedes me han contado en su carta sobre los testimonios y conversiones, esto es muy bueno. Lo único que queremos es que procedan con discernimiento, no tomando como Palabra de Dios lo que de momento se considera solamente humano y personal. Lo que hemos dicho es que no debería dar testimonio en iglesias (dentro de la iglesia) porque es ortodoxa y su condición marital, estando divorciada, aún no está clara, y la estamos estudiando. Pueden continuar promoviendo sus escritos, pero siempre con discernimiento".
Y concluyó citando a San Pablo:
"No extingan al Espíritu, no desprecien las Profecías
s. Examínenlos todo y quédense con lo bueno" (1Te 5,19-21).