Estuve un poco brujuleando sobre los mensajes, te voy a deja dos que
reprochan porqué la Iglesia ortodoxa está "muerta"
Aquí va uno:
MENSAJE PARA LOS SACERDOTES GRIEGO ORTODOXOS
18.02.1992
Señor, yo no dejaré que mis ojos se aparten de Ti,
a fin de no caer de nuevo en la apostasía.
Déjame adorarte a Tus Plantas.
¡Oh, Señor! Demuestra ahora Tu Poder
sobre todos nosotros.
Atrae sobre nosotros Tu Tempestad
para que se lleve nuestros pecados.
Que Tu Fuego (el Espíritu Santo)
venga sobre nosotros,
para reanimarnos y purificarnos.
Es difícil atravesar, en la oscuridad,
este desierto traicionero.
¡Maranatha! ¡Ven!
Paz, bienamada Mía. No te sientas aterrorizada.
Mi decisión ha sido tomada. Yo asolaré la tierra con Mi Fuego Purificador y llevaré a cabo Mi Plan antes de lo esperado; el tiempo de la espera pronto terminará. En cuanto a ti, niña Mía, no te intimides por la Locura. Vuelve tus ojos a Mí y apóyate en Mí. Yo soy tu Fuerza.
¡Mira! Ora por tus sacerdotes, 1 ora para que se vuelvan hacia Mí y tomen de Mí: Iniciativa, Paz y Amor. Muchos se están deteriorando, y muy rápidamente. Ora por aquellos 2 que hacen estragos en Mis flores que apenas están brotando. 3 Dile a tus sacerdotes 4 que si entre ellos quedan algunos que todavía están vivos, es debido a Mis Lágrimas. Yo riego su fe con Mis Lágrimas, así es que lloro, en agonía, por mantener a este resto con vida. Mi Iglesia se está desmoronando como madera podrida y todo lo que oigo de ellos es:
"¿Hay sequía?".
Ellos se burlan de la piedad, enumeran amargas acusaciones contra las Obras de Mi Santo Espíritu y ¡permiten que su boca los condene! La hora de la oscuridad ha reducido a la nada la Hora de la Adoración. Peor aún, han establecido un monopolio de ostentación y de presunción. Yo, su Señor, Me paro delante de ellos y les pregunto: "¿Por qué desprecian la consolación que Yo doy a Mis hijos hoy, a través de la parte más pequeña de Mi Iglesia?". Pronto, los Cielos se consumirán y ustedes todavía siguen inconscientes y en un profundo sueño. Yo vendré a ustedes como un ladrón, sin decirles a qué hora Me deben esperar. 5
Yo les pregunto, ahora, con Lágrimas en Mis Ojos, díganme: ¿Qué le pasó a Mi rebaño? ¿Dónde están Mis pastos perennes? ¿Por qué están cautivos Mis hijos y Mis hijas? ¿Dónde está la juventud de hoy? ¿Por qué se convirtió en hedor la fragancia que les di? Yo lloro por ustedes. Lloro por su excesivo orgullo... su orgullo excesivo hizo que Mi Iglesia pareciera una tumba entreabierta. Pero, ustedes, también, serán vencidos. Mi Fuego está próximo. Yo los haré descender de su gloria... Y cuando pregunten: "¿Qué sucedió?", entonces Yo les diré: "Mi Reino les ha sido quitado y ha sido dado a un pueblo que ahora producirá frutos". 6 Es el Espíritu quien da la vida. Seguramente, tienen suficiente respeto para Mi Espíritu Santo, entonces ¿por qué ofenden a Mi Santo Espíritu persiguiéndolo?
Juzguen por ustedes mismos lo que estoy diciendo. ¿Por qué su juventud se separa de la Madre la Iglesia para seguir una filosofía de segunda clase? Han hecho bien en recordar a Mi Santo Espíritu, tan constantemente, y en mantener las tradiciones tal y como Yo se las transmití. Sin embargo, ¡hablan sin amor y están cegados por su celo! ¡Han perdido la capacidad de discernir Mis Misterios a causa de su celo! No han leído: "Hay un resto, elegido por la Gracia; por la Gracia, y no por las buenas obras, de lo contrario, la Gracia no sería Gracia". (Romanos 11, 5-6). Yo los amo a todos, pero no sin sufrimiento, porque se están oponiendo a los dones de Mi Espíritu Santo. No se están oponiendo a una autoridad humana, sino a Mí, su Dios.
Les recuerdo una última cosa: un día Me verán Cara a cara y Yo les pediré que Me den cuentas de la forma en que cuidaron de las almas que Yo les confié. Todavía hoy, ustedes hacen de Mí un embustero, porque no creen más en el testimonio que Yo les di acerca del Recordador de Mi Palabra:
Mi Espíritu Santo.
Laven sus corazones y los cielos brillarán en ustedes. Desde lo alto, Yo te he observado, Ciudad de Tradición. Tú has practicado las prácticas religiosas exactas de la Ley de Mi Iglesia Primitiva, pero hoy te has cegado por la ostentación y pones poca o ninguna atención a los aspectos de más peso de Mi Ley: ¡Misericordia! ¡Amor! ¡Humildad!
y un espíritu de Perdón...
Mi aflicción es grande y gimo, interiormente, mientras espero que ustedes busquen los dones más grandes de Mi Espíritu. Estoy cansado de verlos predicar, sin espiritualidad, las cosas espirituales. Si hubieran comprendido las profundidades y los asuntos más importantes de Mi Espíritu, hoy también habrían aceptado los dones de Mi Espíritu; pero el orgullo que llevan dentro de ustedes Me lastima incesantemente.
Yo les he confiado miles de almas para enseñarlas y ayudarlas con amabilidad, conduciéndolas a Mi Corazón, recordándoles Mi Ternura, Mi Amor y Mi gran sed por ellas. Pero, las juzgaron prematuramente y las llenaron de cargas que son insoportables, ¡cargas que ustedes mismos no mueven ni un dedo para levantar! En Mis días, Yo era la piedra con la que tropezaban y hoy, nuevamente, Mi Espíritu Santo es:
la piedra con la que tropiezan
muchas de Mis almas sacerdotales.
Los Ojos del Señor, les digo, no se vuelven sólo hacia los justos y los virtuosos. Mis Ojos también se vuelven hacia los miserables y a los que ustedes llaman indignos.
Las estrellas del cielo pronto caerán sobre la tierra y los poderes del cielo se estremecerán y ustedes todavía seguirán inconscientes. Esta tierra pronto desaparecerá y los nuevos cielos y la nueva tierra estarán sobre ustedes y ustedes todavía estarán huyendo de Mi Espíritu. Sin embargo, ¡si, incluso hoy, se humillan y admiten sinceramente que son pecadores e indignos, Yo retiraré el espíritu de letargo que se cierne sobre su nación!
Ustedes se llaman ricos, entonces, muéstrenme sus riquezas. "Hambruna" es la única palabra que Yo escucho de su país; la "hambruna" está escrita sobre ustedes. Si dicen que ustedes son ricos, entonces ¿dónde están sus gloriosos pastos? ¿Por qué tropiezo con cadáveres en descomposición? ¿Cómo es que no escucho ningún sonido de ustedes? Mi Espíritu Santo, en su Infinita Misericordia, desciende ahora para nutrirlos a todos y para llenar su espíritu con Mi Maná Celestial.
Como un Pastor, Yo buscaré Mis ovejas extraviadas. Yo curaré sus heridas con Amor eterno. Yo sostendré a las débiles y a las cansadas y a aquellas que ustedes ya no pastorean más. Yo consolaré a Mis hijos, así que no se opongan a Mí, ni sean un obstáculo en estos días de Misericordia. No contradigan lo que ustedes mismos enseñan sobre Mi Espíritu. Les he dicho todo esto, ahora, antes de que llegue Mi Día. ¿Escucharé: "¡Dios, heme aquí! ¡Vengo a arrepentirme! ¡Dejaré de insultar a Tu Espíritu de Gracia, porque sé que si lo hago seré severamente castigado!" Es por su salvación por lo que Yo hablo y si los reprendo se debe a la
Inmensidad del Amor que les tengo.
Vassula, ora para que tus sacerdotes aprendan de Mí la verdadera humildad.
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1 Los sacerdotes Griego Ortodoxos
2 Los sacerdotes Griego Ortodoxos
3 El grupo de oración de jóvenes griegos, recientemente convertidos, a través de los Mensajes de Nuestro Señor
4 Los sacerdotes Griego Ortodoxos
5 Ap.3,3
6 Mt. 21,43
Y aquí encontré otro este en particular de Rusia
RESUCITARÉ A RUSIA COMO RESUCITÉ A LÁZARO
4.01.1988
¡Vassula! 1 ¡Oh, Vassula! ¡Tengo a una de Mis amadas hijas que yace muerta! ¡Una hermana tuya!
¿Quién yace muerta, Señor?
Mi hija amada Rusia. ¡Ven! Ven y te la mostraré. ¡Mira!
Dios me llevó al borde de un desierto. Con el Brazo extendido, señaló con Su Dedo Índice y me mostró a Su hija y hermana mía, que yacía muerta bajo el sol abrasador. Su cuerpo emancipado por la tiranía, yacía muerto en medio del desierto. Parecía abandonada hasta en su muerte. Había muerto enteramente sola, sin nadie cerca de ella para que la consolara. Cuando miré esta dolorosa vista, estallé en lágrimas de lástima. Lloré amargamente cuando la vi.
¡Oh, no llores! Yo la resucitaré, Vassula. Yo la resucitaré para Mi Gloria; la reavivaré, como reavivé a Lázaro.
Oh, Dios, Tú me das tanto dolor...
Este dolor que sientes es nada comparado con el Mío. Yo la amo, Vassula; ten compasión de ella tú también. Yo no la dejaré yacer muerta y expuesta a los vientos abrasadores. Vassula, ama a tu hermana, ten compasión de ella. Ve hacia ella, ámala, ¡ámala pues ella es tan poco amada por todos!
Vassula, ella Me había abandonado y se había vuelto contra Mí. Se volvió contra Mí cuando creció y llegó su tiempo de amar. Yo la llamé para compartir Mi Manto, pero en lugar de eso, ella se fue, sintiéndose madura, ella creyó que era capaz de alimentarse por sí misma. Ella Me dio la espalda y se fue. Como una esposa infiel, se escapó.
Mi bienamada, ¿sabes lo que es perder una hija? Mi Corazón se desgarró. Yo lloré. Como si esto no fuera suficiente, ella con arrogancia y sin el menor remordimiento, Me declaró abiertamente la guerra, ¡contra Mí, su Padre, y contra todos los Santos mártires! Ella ya no creía en Mí. ¡Dejó de adorarme, de esperar en Mí y de amarme! Parecía haber olvidado el amor que, alguna vez, habíamos compartido.
Yo le había dado hijos e hijas, pero en su furia, ella masacró a Mis hijos y los entregó a Satanás, como uno ofrece un sacrificio. Luego, como si esto no fuera suficiente, ella se volvió a Satanás e hizo un pacto con él de serle fiel y de adorarle, si él le ofrecía todo lo que ella deseaba. Satanás aceptó con la condición de dejarlo libre de actuar. Entonces, Satanás la separó enteramente de Mí. Ella lo dejó cortar nuestros lazos, él la hizo confiar en él. Engañoso como es, primero condujo a Mi hija a terrenos pantanosos, donde ella tuvo que apoyarse en él. Por temor a hundirse en las arenas movedizas, ella le pidió que le permitiera apoyarse enteramente en él.
Vassula, como Jerusalén que, en cierta ocasión, huyó de Mi Casa, Mi Casa de Santidad, para convertirse en una hija sin moral y ofrecer a sus hijos unos tras otros, en sacrificio, Rusia, Mi hija, pensó que era sabio hacer lo mismo. Ella tomó Mis Santos Dones y los ofreció a Satanás, el cual los convirtió en armas. Satanás la cegó con su gloria y, en su ceguera, la sacó de los terrenos pantanosos y la puso en el desierto para que estuviera sedienta y muriera.
Yo la vi caminar desnuda y forcejear en su propia sangre. La llamé, pero ella no quería escuchar. Yo la llamé de nuevo, pero ella no quiso escuchar Mi llamado. En vez de esto, Me provocó llamando a sus hermanas más jóvenes para apoyar su moral. Si ellas rehusaban, ella las forzaba con su espada. ¿No he dicho, "quien levanta la espada, perecerá por la espada?".
Racioné su pan para que necesitara Mi Pan, pero ella prefirió morir de hambre antes que comer de Mí. Exhausta y hambrienta, ella envió a sus hermanas mas jóvenes a continuar sus obras malvadas, en secreto, porque su vanidad estaba inspirada por la misma Vanidad, que es Satanás. Sus tierras no producen suficientes frutos para alimentarla. Ella llegó a ser, por decirlo así, "una dependiente" de Mi enemigo.
Hija, ahora no hagas más. Mañana, continuaré con este Mensaje. Ven, déjame bendecirte, hija.
Aliméntate de Mí. ¿Nosotros?
Sí. Señor.
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1 El tono de Dios sonaba urgente, mezclado con pena