¿Qué enseñó Jesús?
Mat.6:9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera:
”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. 11 Danos hoy nuestro pan para este día; 12 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo’.
... y luego dijo:
v.14 ”Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; 15 mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.
Pablo dijo:
Fil.4:6 No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
Aquí se puede leer una oración de los discípulos a Dios:
Hech.4:23 Después de haber sido puestos en libertad, ellos fueron a su propia gente e informaron las cosas que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho. 24 Al oír esto, ellos levantaron la voz de común acuerdo a Dios y dijeron:
“Señor Soberano, tú eres Aquel que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas [que hay] en ellos, 25 y que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: ‘¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones, y los pueblos meditaron cosas vacías? 26 Los reyes de la tierra tomaron su posición y los gobernantes se reunieron en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido’. 27 De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con [hombres de] naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, 28 a fin de hacer cuantas cosas tu mano y consejo habían predeterminado que sucedieran. 29 Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, 30 mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús”.