Re: Apreciado hermano Hernández
Re: Apreciado hermano Hernández
Respuesta a Mensaje # 397:
Estaba imaginando nomás la vergüenza que yo le haría pasar a usted si tuviera la gentileza de invitarme a escucharle un sermón en su iglesia. Vergüenza, digo, porque siendo su invitado exhibiría públicamente tal ignorancia y falta de entendimiento sentado en el banco, que la congregación se preguntaría en qué nosocomio me habría encontrado. Dijera usted lo que dijera, probablemente los miembros de su congregación cerrarían con un estruendoso y unánime ¡Amén! cada sentencia que usted pronunciara. Pero de vez en cuando yo desentonaría con todos ellos con un fuerte y categórico ¡No amén! (he hecho tal cosa). Así, la inteligencia, capacidad y entendimiento de los miembros de su iglesia quedaría en vivo contraste con mis más que obvias dificultades.
Vuelvo a lo nuestro:
A mí no me gusta discutir deportivamente, es decir, por el mero placer de hacerlo. Pero me encanta cuando yo y los demás aprendemos. Con Leal no siempre hemos estado de acuerdo; hemos discrepado en algunos temas y debatido intensamente. Pero los textos que él aportaba, sus notas etimológicas, citas de reconocidas autoridades, me exigía muy seriamente y de esa brega siempre salía enriquecido con la adquisición de conocimientos útiles y hasta cambios en mi opinión original. Algo similar probablemente sería el efecto en él.
Lo esencial en un debate es no salirse del tema propuesto, pues siempre hay ocasión de abrir un nuevo epígrafe con un asunto colateral.
Cuando discutimos juntos Juan 3:16 (por ejemplo), siempre lo debemos hacer teniendo en mente desde Gn 1:1 a Ap 22:21, o sea, la Biblia entera, pero concentrándonos en ese versículo y atendiendo a su contexto es que podremos descubrir nuevos aspectos de la verdad nunca antes percibidos.
La pregunta que usted nos planteó desde el principio, comprendía únicamente a los cristianos, y no a los justos del Antiguo Testamento. Ni siquiera los mismos discípulos del Señor en los evangelios nos dan siempre pautas que debamos seguir, ya que ellos todavía se movían en la antigua dispensación bajo la ley mosaica. El accionar y hablar de los cristianos después de Pentecostés es lo que realmente nos interesa. Por ejemplo: en Hechos 1 todavía era el método de Dios el echar suertes para conocer Su voluntad, pero al capítulo siguiente tal costumbre caducó porque ahora el Espíritu Santo prometido ya estaba en ellos y con ellos (Hch 13:2).
Así que lo primero que fue necesario convenir es que el cristiano al que Vd. se refería es al auténtico, el genuino, ya que no tenía gracia considerar el tema teniendo en mente a la inmensa variedad de religiosos que se dicen ser cristianos sin serlo.
Es desde esta perspectiva que algunos foristas coincidimos en descartar toda posibilidad que el tal cristiano pudiera tener siquiera al más insignificante de los demonios.
Lamentablemente el debate degeneró luego por la confrontación denominacional o sectaria con puntos de vistas particulares que estorbaban la discusión.
Esa es la razón por la que he insistido que si alguno tiene una respuesta positiva a su pregunta, creyéndola bien fundamentada en cierto versículo o pasaje bíblico o cualquier argumento de peso, que lo aporte para su consideración.
Claro está que si nos sale proponiendo el caso de Job, Balaam o Saúl, ya se está fuera de la cuestión a la que usted nos convoca. Una cosa es que en el transcurso del debate echemos mano a ejemplos tomados de la antigüedad y otra distinta pretender con ellos fundamentar una posición que atañe a nuestra época.
Es por ello que sigo sosteniendo que no hay texto escritural alguno que acredite la posibilidad de un cristiano con demonios.
Pero si algún forista cree conocer algún texto hará bien en compartirlo. Pero repito: no nos atosigue con doce, veinte o cien. De momento alcanzará con el mejor y más contundente que piense que tiene.
Saludos cordiales.
Ricardo.
Un cordial saludo, mi estimado Ricardo.
Espero que entiendas que estoy en total desacuerdo con el tal "ministerio de liberacion", invento de traficantes de espiritus que por demas esta decir son ellos mismos (los "liberadores") quienes dan habitacion a los tales "espiritus liberados" o demonios...
Mas hay algo que no debemos ignorar, a saber, que un buen cristiano, por genuino que sea no esta exsento de caer en algun momento, tenemos al Tentador siempre presto a hacer su obra, y, aunque no es menos cierto que tenemos un Abogado Todopoderoso, no hay que descuidarnos porque muchas son las advertencias que se nos hacen al respecto. Entiendo lo que planteas al afirmar que un verdadero cristiano no tiene habitacion para espiritus de demonio, pues si Dios habita en el, imposible es al Enemigo habitar con la Santidad, pero de que un cristiano verdadero puede caer, eso es muy posible, es entonces cuando uno o varios demonios si pueden poseer a este cristiano doblegado por las pruebas.
En la Primera Epistola a Timoteo se nos dice acerca de la apostasia:
1Ti 4:1 Pero
el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas
de demonios;
Esos espiritus de demonios no son otros que aquellos que se dicen "pastores" o "maestros", etc, (cristianos tal vez en su fuero interno, o para ellos mismos) y que
estan poseidos por esos demonios pero vestidos como "ministros de justicia". De estos tambien nos alerto el Senor cuando nos dijo:
Mat 24:24 Porque
se levantarán falsos Cristos, y
falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios,
de tal manera que engañarán, si fuere posible,
aun a los escogidos.
Es decir, que ni siquiera los verdaderos cristianos, los escogidos de Dios, estan exsentos de ser engañados por estos
espiritus de demonios posesos en "pastores", "maestros" o "reverendos"...Y no digo que muchos de ellos no sean verdaderos cristianos o asi mismo se sientan ellos, pero no olvidemos tampoco aquel proverbio:
Pro 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
Recibe un abrazo hermano.