Re: ¿Puede un cristiano participar de vida política?
A mí me parece que el cristianismo y el estado no se deberían mezclar. Además, creo que es prácticamente imposible hacer política y seguir a Cristo al mismo tiempo. Pienso que Cristo era de la misma opinión, ya que dijo: "Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí." (Juan 18:36). Si no es lícito hacer la guerra para defender a Cristo, tampoco es lícito utilizar la violencia por otros motivos, tales como defender el territorio nacional. Por ende, no sé como un individuo podría vivir de acuerdo a una ética cristiana y defender los intereses terrenales de un país al mismo tiempo. Además, los políticos casi nunca pueden decir lo que verdaderamente piensan y muchas veces deben mentir para preservar el orden público o favorecer los intereses de sus partidos políticos. Por otra parte, si un político cristiano intentara imponer una vida cristiana a toda la población estaría sentando las bases para una nueva inquisición y, a consecuencia de ello, alejaría a la gente del evangelio.
A mí me parece que el cristianismo y el estado no se deberían mezclar. Además, creo que es prácticamente imposible hacer política y seguir a Cristo al mismo tiempo. Pienso que Cristo era de la misma opinión, ya que dijo: "Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí." (Juan 18:36). Si no es lícito hacer la guerra para defender a Cristo, tampoco es lícito utilizar la violencia por otros motivos, tales como defender el territorio nacional. Por ende, no sé como un individuo podría vivir de acuerdo a una ética cristiana y defender los intereses terrenales de un país al mismo tiempo. Además, los políticos casi nunca pueden decir lo que verdaderamente piensan y muchas veces deben mentir para preservar el orden público o favorecer los intereses de sus partidos políticos. Por otra parte, si un político cristiano intentara imponer una vida cristiana a toda la población estaría sentando las bases para una nueva inquisición y, a consecuencia de ello, alejaría a la gente del evangelio.