¿Puede mentirnos La Biblia?

Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

La lógica y las deducciones no son tu materia más querida Ricardo. Para ti es la Fe, y una muy particular y cuestionable. No intentes mezclar ambas cosas porque tus creencias no tienen ninguna base racional y mucho menos aquellos derivados de tal creencia, leasé: Biblia. Yo también sostengo por Fe muchas cosas y no intento someterlas a un paradigma científico.
Jesús es Dios... ¿Fe? Crucificción que salva pecados de otros hombres... mismo interrogante. Si estas realmente fueran verdades de Fe no hay ciencia que las valide, no es su territorio al menos al día de hoy. Cuando sea verificado por métodos deductivos u otros paradigmas científicos ya no serán un obscuro conocimiento de la Fe sino de la clarificación terrenal de la razón. De todas formas dudo que esto pasé ya que tales propuestas no son verdaderas.
El hecho de las verdades de la Fe no sean verificables, puede hace de ella un depósito de caprichos humanos. Por ejemplo: Antes un hombre cristiano concebía su mundo como plano y centro del universo. Esto era sostenido por la Fe. Luego la ciencia incurrió en este terreno y evidenció el error. ¿Qué nos dice esto? Que la Fe puede manipularse. Su aporte de conocimiento es sobre verdades intuidas que no pueden comprobarse. Con esto no digo que tales verdades no existan, sino que muchas de ellas son en realidad caprichos, como el caso de la Tierra.
Entonces aquí se devela una premisa importante para el hombre de Fe, y es que debe ser cuidadoso y criterioso en aquello que sostiene.
Si entonces la Fe es un conocimiento intuido y sentido en el corazón del hombre religioso, respétese tal premisa como base del mencionado criterio. Quiero decir que el proceso en el que el hombre de Fe se acerca a la misma, debiera ser personal, y no fruto de propuestas ajenas que no se han sentido en el corazón. Aquí es donde insisto en la intrascendencia de los medios físicos como base de una Fe que es etérea, espiritual y ajena a cualquier historia.
Me es imposible concederte la posibilidad de que Jesús sea Dios, de que su madre fuese virgen, de que su muerte haya liberado al hombre del pecado, de que de él dependa la salvación de las almas, de que quien en él no crea sea condenado, etc.
Mi Fe siempre está despierta y a mi corazón le resulta imposible la develación natural de verdades tan particulares, tan direccionadas a una sola cultura, tan paganamente mitraicas, egipcias etc. Me resulta imposible sostener con Fe estás premisas, porque las siento caprichos de hombres, y ajenas al acervo de verdades ocultas en el misterio espiritual de la Fe.
La Fe se siente, no se lee.
Saludos.
G.
P.D.: Como pensabas, soy argentino, de la provincia de Mendoza.
 
Apreciado Hurkaway:

Apreciado Hurkaway:

De veras que celebro nuevamente tu reapariciòn. Como ves, me falla a mí la fe esperando tus respuestas, lo que significa que me debo armar de paciencia.
Acabo de bajar tu mensaje, para leerlo luego cuidadosamente, pero creo que hasta el viernes no podré contestarlo.
Nos seguimos comunicando.
Ricardo.
 
Estimado Hurkaway:

Estimado Hurkaway:

Celebro que seas mendocino, y aunque nunca estuve por allí, me relamo de solo pensar que me hallo ante una fuente de empanadas mendocinas y una copa del buen vino del lugar.
Discúlpame por favor que yo te hiciera meditando por el lejano Tibet ¡cuando tienes tan cerca al Aconcagua!
Pasando al mensaje, de veras me sorprende que me veas lejos de la lógica cuando es la parte de la filosofía con la que me llevo mejor. Mi mentalidad, lamentablemente, no es todo lo espiritual que quisiera que fuera, ya que naturalmente es científica y analítica. Mi ciencia favorita es la Astronomía – con predilección por la cosmogonía -, mi autor preferido desde niño fue Julio Verne, y mi hobby único el ajedrez. Estoy muy lejos de ser un religioso, y mucho menos que me apegue a dogmas y tradiciones, por antiguas y autorizadas que sean.
Por otro lado, es cierto que comparto la experiencia de Pablo y sus compañeros:
“Creí, por lo cual también hablé” (2Cor.4:13), de modo que no puedo callar sino hablar con denuedo lo que he aprendido y sigo aprendiendo de la Palabra de Dios, de donde es la fe.
No me has leído bien si me ves como mezclando la fe con el procedimiento científico, o procurando probar mis creencias por argumentaciones racionales. Lejos estoy del escolaticismo. Pero ello no es óbice para que no le tema a la lógica y me avenga a examinar cuanta impugnación se le haga a nuestra fe pretextando violaciones a la razón. Un buen científico y un buen creyente conviven armoniosamente en un mismo individuo; pero si cualquiera de esos aspectos de la personalidad fallara, por supuesto que no son compatibles, mas no en razón de ciencia y fe, sino en lo que hubiere de falso en una u otra postura.
Lo importante no es que la ciencia valide la fe – aunque harto acostumbrados estamos a que cada hallazgo arqueológico confirme los relatos bíblicos -, sino a que jamás se presente evidencia científica genuina cuestionando concluyentemente lo que la Biblia dice.
Ahora, que distraídos lectores de la Biblia sacaran conclusiones erróneas, es culpa de ellos mas no de la Biblia.
Así, no sirve invocar como aspecto negativo que regresando Sebastián Elcano a España tras dar la vuelta al mundo desmentía lo hasta entonces creído, sino que el mismo Colón inspiró en la Biblia su teoría de la esfericidad de la Tierra. Que Colón la leyera bien, y Papas, Reyes y Emperadores con los cosmógrafos de la época la leyeran mal, marcaba la diferencia.
Así, hasta el día de hoy seguimos hablando como en los tiempos bíblicos: “se ocultó el Sol y salió la Luna”, pues sería de pésimo gusto expresarse con precisión astronómica diciendo: “acabamos de rotar fuera del alcance de la luz solar al tiempo que giramos hacia la de la Luna”.
Cuando Cristo Jesús finalmente se manifieste como el Juez de toda la tierra, todos serán racionalmente convencidos con las evidencias a la vista, ¡pero ya será demasiado tarde!
Entonces los mismos demonios se les reirán en la cara a los hoy día incrédulos diciéndoles:
- ¡Hasta nosotros creíamos y ustedes no! ¡Qué eficaces fuimos en cegarles para que no creyeran los que nosotros bien sabíamos: que Jesucristo es el Hijo de Dios! (Stg.2:19; Mr.3:11,12).
Seguidamente señalas algunas verdades que comparto plenamente: el hombre de Fe debe ser cuidadoso y criterioso en aquello que sostiene, pues con lamentable frecuencia se aceptan y siguen premisas ajenas fundadas en el prestigio del que las propone, pero muy alejadas de la verdad. Así yo – por ejemplo -, como un “don nadie” y absoluto desconocido, podré desgañitarme diciendo que en Mateo 23:10 (texto griego) hay un mandamiento explícito de Jesús a sus discípulos prohibiéndoles recibir y darse el tratamiento de “líderes”; pero todos recelarán de tal observación, hasta que un Luis Palau – por ejemplo -, la haga suya y así comience a manifestarlo. Las convicciones de muchos cristianos, lamentablemente, no están fundadas en la misma Palabra de Dios, sino en la autoridad que le merece la boca que las profiere. Felizmente los hermanos tesalonicenses eran distintos (1Ts.2:13), y los judíos de Berea también (Hch.17:10,11).
Que la índole de la fe sea de esencia espiritual, no está reñido con que su propagación se haga a veces – aunque no siempre – a través de un medio físico (el predicador) o material (la Biblia). La misma inteligencia en su desarrollo y la sabiduría en su acopio y aplicación de los conocimientos es inmaterial, pero se aprovecha físicamente de los maestros y materialmente de los libros. Así también la música, intangible pero sensorial por la audición, depende tanto de los instrumentos materiales y ejecutantes físicos, como de los órganos adecuados a su percepción y al sentido estético del oyente.
Como muy bien dices, al hombre natural le es imposible conceder viso alguno de realidad a las grandes verdades de la fe cristiana que chocan contra nuestra razón. Pero no por irracionales ellas, sino por cabezaduras ellos. ¡Aquí está la paradójica esencia del Evangelio de Jesucristo! Quien escucha o lee esperando ser enseñado de Dios, aprenderá que “lo insensato de Dios es más sabio que los hombres” (1Cor.1:25). Pero “no es de todos la fe” (2Ts.3:2), por lo cual yo no te reprocho por tu incredulidad, pero sí pido a Dios que por su gracia te conceda el don, por más que ahora no te interese.
En cuanto a la “Fe” que tú mismo dices poseer, yo la veo como Credulidad, que pareciéndosele mucho, no es la misma cosa; tanto como para un oriental como yo, lo sanjuanino se parezca a lo mendocino, pero para los autóctonos de las provincias no es lo mismo (trátese de personas, empanadas o vinos).
Así, la Credulidad abre un abanico de inconmensurables posibilidades capaz de admitir todo, con la única excepción del Cristo Hijo de Dios, crucificado y resucitado para salvarnos por su sangre vertida en la cruz, tal como es revelado en las Sagradas Escrituras. Es menester que esto quede afuera, a fin de que todo lo demás pueda ser absorbido por la Credulidad.
Por la Fe, me hermano con todos los hijos de Dios de todas las épocas y naciones con los que compartiré por la eternidad la Nueva Jerusalem; aunque siendo muchos somos pocos.
Por la Credulidad, se hermanan todos los que son receptivos a cualquier cosa pero coinciden en rechazar lo único digno de recibir, y siendo muchos son los más, por lo que la cantidad y calidad de la compañía aumentará todavía más su eterno tormento.
El confesar tardíamente – Tenías razón – ya no servirá de nada.
No creo que la fe se lea ni se sienta, sino que siendo algo vivo en nosotros los creyentes, simplemente actúa (1Ts.2:13) y obra por el amor (Gá.5:6).
Recibe mis cordiales saludos desde esta otra banda del Plata.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

Ricardo... vaya que me la haces difícil eh!
El tema que más pondero es el peligro REAL que existe en la manipulación de la Fe. Si eres hombre de lógica como dices sabrás que donde la existencia de la verdad puede ser solo intuida (en un proceso no exento de dificultades), también puede haber muchas personas que pretendan proponer un capricho como si fuera Verdad de Fe.
¿Minimizas esta realidad histórica? Al menos sí la omites.
A lo largo de los siglos el hombre va enmendando aquellas ridiculeces que ya no pueden ser sostenidas y que en un momento fueron propuestas como verdades de la Fe. La Fe debiera cuidarse como sagrada porque si no se transforma en un depósito de intereses creados.
Ejemplos de las manipulaciones de la Fe abundan y no se circunscriben a la esferidad oblonga de la Tierra. ¡Los reyes! Las monarquías cristianas de toda Europa que durante siglos sostuvieron su permanencia con la excusa de que su poder provenía directamente de Dios. La inquisición, sostenida en la creencia de que todos aquellos que no aceptaban a Jesucristo estaban condenados. Esta creencia continua hoy y el cristiano huye de quien a su juicio está "condenado". Ya no es un daño perpetrado por llamas, pero sí con discriminación, aislamiento, desprecio, odio, etc.
Entonces, ya que coincidir ideológicamente en estos momentos nos resulta imposible, acepta que el sostén de la Fe no es materia fácil, ya que los contenidos pueden ser alterados y manipulados.
¿Entonces como saber si aquello que sostienes por tu Fe es el atisbo de una Verdad perenne? ¿Cómo saber que no son mentiras que favorezcan intereses humanos? Tu confías casi ingenuamente en que el resultado del libro Bíblico es certero y signo de verdades de Fe. Pero sabrás que la fuente de tu Fe no es la Biblia sino aquella intuición mística a la que muchos cristianos denominan como Don Divino. ¿Entonces porque no recurrir primero a este antes que a cualquier propuesta?
Yo no puedo asegurar que la Biblia esté exenta de caprichos y de intereses romanos. La fuente de mi Fe no está en libros. Y si en ellos se planteara una suerte de guía, jamás podría ser más relevante que el Don mismo de la Fe.
Y aquí no puedo más que evidenciar que la Fe de la gran mayoría de los cristianos es mas bien una imposición familiar, o un resultado de desesperanza, de aceptar sin más lo que un Best Seller dice. Total "lleva 2000 años y a de ser verdad todo lo que dice" ese es el pensamiento. ¿y si no es así? ¿Acaso el Don de la Fe es inferior al Don de la lectura?
¿Entonces que tipo de Fe esta sosteniendo el cristiano medio? Credulidad es incorporar particularidades irrisorias "porque así está escrito" ¿Cuándo siente el cristiano que lo escrito es parte del depósito real de la Fe? ¿Se detuvo alguien alguna vez a recurrir al Don MÍSTICO de la Fe (así los es por el misterio que supone la intuición de certeza en algo que no puede comprobarse) para sentir la verdad o mentira de lo que lee?
Saludos.
G.
 
Apreciado HURKAWAY:

Apreciado HURKAWAY:

Lejos de hacértela difícil lo que procuro es clarificar lo más posible, y lamento que con mi intento no lo logre.
Acabo de copiar tu mensaje, y si Dios quiere, mañana te contestaré.
¡Parece mentira que tu epígrafe ya haya pasado las dos mil visitas!
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Gabriel:

Gabriel:

Coincido contigo en el peligro real que señalas, y si lees bien mis mensajes anteriores verás que no omito esa realidad histórica, pues entre los cristianos evangélicos de este Foro estoy entre los dispuestos a una autocrítica permanente.
Algunos cristianos inspiramos y alimentamos nuestra fe exclusivamente de la Sagrada Escritura. Otros la acompañan con la Tradición y el magisterio de la Iglesia, sea esta Católica, Ortodoxa o Reformada. Aunque reconocemos la necesidad que hubo en determinadas épocas de clarificar la doctrina cristiana desarrollando su apología frente a la irrupción constante de la herejía, recelamos de la formulación de dogmas por más que lleven endosos conciliares y papales.
El concepto de “aceptar a Jesucristo” es moderno - el bíblico es que nosotros somos aceptos en el amado (Ef.1:6) -; y que yo sepa, la Inquisición tenía una amplísima variedad de motivos para condenar a cuantos juzgase reos de contumaz herejía.
Si yo fuese de los cristianos que huye ante los que cree que están ya condenados, no podría haber proseguido el diálogo contigo. Aunque tu incredulidad al momento presente te mantiene bajo condenación, aliento la esperanza que esto sólo sea momentáneo, pues al tiempo que te percates que la ostentación absurda y ridícula que tantos cristianos hacen de “su fe” nada tiene que ver con la fe de Jesucristo que salva al pecador perdido, dejarás de endilgarle a Cristo lo que es culpa de muchos que dicen ser sus discípulos.
En cualquier lugar que haya “discriminación, aislamiento, desprecio, odio, etc.” no se está en la iglesia que Cristo edifica sino en una burda caricatura de la misma.
Acepto sí “que el sostén de la Fe no es materia fácil, ya que los contenidos pueden ser alterados y manipulados”. Pero ante una Biblia y mente abierta es posible afirmar la fe si las voluntades son libres para examinar cualquier asunto. Si el hombre está comprometido con un sistema teológico que le provee el sustento o le brinda el crédito y reconocimiento que apetece, entonces es inútil intentar el diálogo.
Ciertamente que la fe es un don divino, pero si la misma Escritura me enseña que “la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Rom.10:17), nada obliga a la fineza de buscar quien precede a quien.

Finalmente, desde lo que apuntas en cuanto a que “la Fe de la gran mayoría de los cristianos es mas bien una imposición familiar” hasta el final, también admito que te asiste razón, pues la misma observación suelo hacer hablando o escribiendo sobre la autenticidad de la profesión cristiana. Yo mismo me vi confrontado a este dilema, desde que mi bisabuela española se convirtió al Evangelio a fines del siglo XIX. Mi padre me llevaba a la Escuela Dominical desde que tenía tres años, y tales privilegiados antecedentes me fueron también de tropiezo cuando me hube de examinar honestamente temiendo estar siguiendo una tradición familiar. Luego, la manifestación constante de la gracia de Dios en mi experiencia cotidiana, ya no me dejó duda alguna. Sin embargo, la pretensión de vivir una vida cristiana íntegra, desde el principio me costó el ser resistido y marginado por mis “hermanos”. Más que “aceptar a Cristo como mi Salvador personal” (según la fórmula evangelística en boga), sé positivamente que “fui recibido a misericordia” (1Tim.1:12-16) pues yo sé a Quién he creído (2Tim.1:12).
Pero la hipocresía y falsedad en que tantos religiosos pueden caer, no es ninguna característica especial del cristianismo ni de cualquier otra religión sino del mismo individuo. No tiene culpa el judaísmo, islamismo, budismo o hinduismo, si entre los que parecen ser fieles y devotos transitan el camino quienes no lleven en su interior lo que profesan en su apariencia exterior. Esa es responsabilidad exclusiva de la persona y no del sistema religioso, filosófico o ideológico al que esté adherido.
Respondiendo a tu última pregunta, te diré que yo sí me he detenido a ser examinado ante la realidad del desafío que plantea tu pregunta. Pero no he “sentido” nada, ya que el sentimiento como las emociones y demás percepciones sensoriales son almáticas (psíquicas). Pero la fe es espiritual y produce en nuestro espíritu la convicción. Esta certeza trasciende lo meramente intelectual, pues tiene su origen en Dios quien la comunica por su Espíritu a la luz de su Palabra. Que este tipo de fe esté actualmente escaseando y sea substituido por la credulidad a la que me refería en el mensaje anterior, me resulta evidente.
Últimamente realicé un ejercicio extraordinario: leí en alta voz todo el Salmo 119 (el capítulo más largo de la Biblia) en 16 versiones castellanas distintas, una lectura por día. Mi fe se fue acrecentando día a día, descubriendo cosas en cada lectura que antes no había notado.
Comprendí entonces que la palabra de Dios, sus leyes, decretos, mandamientos, juicios, testimonios, preceptos, dichos y caminos, no eran ligaduras que me esclavizaban sino cuerdas de amor que me ligaban al mismo Dios que me atraía. Llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2Cor.10:5), es un ejercicio de la libertad con que Cristo nos hizo libres. Pero unos pueden, otros no. Ojalá tú puedas.
Afectuosos saludos.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

Muchas herejías fueron precisamente nuevas formas de concebir al cristianismo, distintas a la Católica. De hecho todo el proceso reformista y la exposición prolongada y sostenida del pensar protestante en donde enraíza todo movimiento evangélico actual no católico, fue tildado también de hereje. Ser considerado un hereje muchas veces es una virtud. Pero algunos católicos y quizás otros cristianos intolerantes utilizan este término siempre en forma peyorativa, para denostar a aquellos que plantean visiones diferentes. Lamento que celebres la condena a las herejías a sabiendas de que tu doctrina actual proviene de un cisma.
Que lamentable es la postura que mantienes. Tomarte las atribuciones de considerarme condenado cuando sabes que, bajo tu paradigma, mi destino depende de mi comunión con Dios y no de las particularidades condenatorias de los supuestos de tu pensamiento.
El concepto de “aceptar a Jesucristo” bien sabes que no es meramente “moderno”, es mas bien antiguamente “ bíblico”, deberías saberlo.

Tu pensamiento se empecina en considerarme ajeno a las benevolencias de la Salvación, cuando bien sabes que eso no te compete. Tu paradigma cristiano debe orientarte ofrecer la otra mejilla, a velar por la integridad de tus enemigos, a considerar a toda creatura de Dios como salva hasta el mismo momento en que Dios diga lo contrario. Tu empecinamiento en considerarme condenado no es muy cristiano, ni piadoso. Jesús mismo intercede con su Padre, pidiendo el perdón de quienes lo condenaron, maltrataron, insultaron, humillaron, golpearon y se congraciaron viéndole morir. ¿Recuerdas? “Perdónalos Padre, pues no saben lo que hacen”.
Yo estoy lejos de regocijarme en tales sentires, sólo pretendo tamizar la esencia de un mensaje que a la total convicción de mi Fe, ha sido manipulado. No me vengas con sentimientos cristianos, que bien que te faltan cuando la voluntad de tus pensamientos me ubican discriminatoriamente en la condena.

Haciendo tan literal interpretación no puedes hablarme de “fineza”. Si la fe es un don misterioso, ajeno a las normas sensoriales conocidas ¿cómo es que te jactas de que la palabra de Dios lo sea por un libro?
¡Es un oír que no es por tus orejas! ¡Una palabra de Dios que no es palabra necesariamente escrita, sino sentida en tu corazón! ¡Es Fe, no comprensión lectora!
No es una fineza buscar que precede a qué. ¡Cómo es posible que pienses tal cosa! ¿No te das cuenta que la Fe se da con o sin Biblia? Qué torpeza absurda sería la propuesta de que “primero lees la Biblia, y luego sobreviene la Fe” ¡POR FAVOR! Claramente el don de la Fe precede a cualquier lectura.

Saludos.
G.
 
Estimado HURKAWAY:

Estimado HURKAWAY:

Acabo de bajar tu mensaje al que atenderé en cuanto me sea posible.
Si Dios así lo quiere, para mañana viernes ya te estaré respondiendo.
Saludos.
Ricardo.
 
Estimado HURKAWAY:

Estimado HURKAWAY:

Estimado HURKAWAY:

Me dices:
“Lamento que celebres la condena a las herejías a sabiendas de que tu doctrina actual proviene de un cisma.”
- No tan a sabiendas Gabriel, no tan a sabiendas. Que esa sea la versión histórica a la que te acoges, es cosa del cristal con que tú miras, como decía Martín Fierro.
- La Iglesia Católica ha padecido de cismas de Oriente y de Occidente, pero eso no quiere decir necesariamente que los cismáticos fuesen los griegos o los protestantes. El dominio universal en la unión del imperio con el papado no implica que ellos fuesen los no cismáticos, los que permanecían en la verdad. Los realmente ortodoxos con la fe cristiana primitiva bien que podían ser los que se separaban (o eran separados) de Roma, verdadero imperio y emporio de cismas y divisiones para aprovecharse del “divide y reinarás”, unificando estados y reinos europeos con su sutil política y bodas de la realeza.
- Tampoco yo nací creyendo, así que durante el tiempo que viví en incredulidad estaba bajo condenación. Por lo tanto, yo no me atribuyo el condenar a nadie sino que simplemente creo lo que el Señor Jesucristo dijo “el que no cree ya ha sido condenado” (Jn.3:18), pero esto no se efectivizará sino con la muerte; así que mientras hay vida hay esperanza de arrepentirse y creer.
- ¿Cómo das por sentado que yo sé lo antiguamente bíblico del concepto “aceptar a Jesucristo” si ni siquiera es bíblico? Es una fórmula simplista moderna de inducir a decisiones a los oyentes en campañas masivas de evangelización. Pero eso no es bíblico. Eso es apenas una muestra de lo que hacen quienes manipulan la Biblia para hacerle decir lo que quieren, aunque con buena intención.
- Si estás ajeno a las benevolencias de la salvación, no es porque yo lo diga o lo quiera, sino por el contrario, creyéndote cercano, con todo eres tú el que persistes por ir por todos los caminos menos por aquel que es el único Camino. ¿Qué culpa tengo yo que las cosas sean así? ¡Al contrario! Gracias a Dios que son así y no del modo que los hombres planifican su propia salvación.
- No tiene sentido aplicar una cláusula jurídica del Código Penal cuando Dios ya ha sentenciado la culpabilidad de todos los hombres. La universal es la culpabilidad, no la salvación.
- Yo no quiero tu condenación sino tu salvación, pero es mi responsabilidad advertirte que estás perdido si es que de veras quiero que seas salvado. Sólo que eso ha de hacerse al modo de Dios y no al mío ni al tuyo.
- ¿Me despojo de los sentimientos cristianos por decirte la verdad?
- Si no hay pecado, culpa, perdición y pena eterna, entonces tampoco hay evangelio que predicar ni fe cristiana que edificar.
Pero como creo que es abrumadora la evidencia de aquellas cosas, hablo lo que creo.
- La Palabra de Dios es mucho más que un mero ejemplar de papel y tinta. Pero en el Libro se preserva esa Palabra a fin de que trascienda del mismo por la predicación y la enseñanza. En los primeros siglos que circulaban por aquí y por allá algunas copias de evangelios y epístolas, todavía no estaba la Biblia en el formato que hoy la tenemos. Pero así como la fe fue dada al etíope que regresaba sin entender cierto pasaje de Isaías que se lo explicó Felipe, otros también creyeron desde otros pasajes predicados y enseñados. ¡Es admirable el poder que siempre ha tenido y tiene la Palabra de Dios! Que tú pretendas reducirla al nivel de un simple libro, es inútil y fatigoso esfuerzo. Más sencilla tarea te fuera nivelar la cordillera de los Andes.
- Ciertamente tú dices una cosa, pero Pablo enseña otra: “También a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; a ellos de nada les sirvió haber oído la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron” ( He.4:2 ).
No es el ejemplar de tapas, páginas y letras el que confiere la fe, sino Dios mismo como un don de su gracia. Pero si a Él agradó salvar a los creyentes por la locura de la predicación (1Co.1:21), no podemos desvirtuar la fe que una vez fue dada a los santos para convertirla en una abstracción vaga y difusa que aparenta decir mucho cuando en esencia no dice nada.
No confundas tu Fe (que nadie sabe qué cosa sea) con la fe de la que los cristianos hablamos. Sin pretender definirla, podemos describirla por los mismos textos bíblicos. Como tú sugieres que la Biblia pueda mentirnos, tampoco puedes entendernos.
Saludos.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

¡Qué hombre tan terco! Creo que ya es hora de que nos ocupemos de las diferencias conceptuales que tenemos sobre algunos términos como la Fe, la salvación etc. Busco coincidir para avanzar, quizás de eso se trate al final, avanzar ideológicamente en un asunto. Sucede que se evidencia que no estamos usando un mismo significado en la palabras.
Por otra parte... hace semanas que nadie participa más que nosotros. ¿Ves lo que hacés? ¡me espantás a la gente! no, mentira, es broma.
Bueno un saludo. Si se te ocurre algo sobre lo cual continuar exponelo. De mi parte podría sugerir que discurriéramos sobre los significados de salvación y condena.
Dejo mi contacto de emal y msn por las dudas:
[email protected]
Un saludo Ricardo, y otro al ocasional lector.
G.
 
Estimado HURKAWAY:

Estimado HURKAWAY:

Si te fijas bien en la cantidad de visitas que recibe diariamente este epígrafe, yo más bien diría que nuestra discusión mantiene un interés latente en una veintena de lectores que nos siguen asiduamente.
Quizás no participan porque prefieren presenciar el debate, aunque creo que sería mejor si ellos también fueran protagonistas, como de tanto en en tanto también lo es Norberto.
Ocurre que yo he respetado el tema que propusiste en el epígrafe.
No tengo inconveniente alguno en conversar respecto a temas tan trascedentes como salvación y condena.
Propón lo que prefieras que yo te sigo.
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Mi querido Norberto:

Mi querido Norberto:

Muchas gracias porque nos hayas dedicado tu anterior aporte.
Pero después de ir a la página que nos recomendaste, lo único de veras gracioso fue lo de ver los muñequitos en el dibujo animado.
Perdona mi falta de imaginación y suspicacia, ¿pero qué tiene ello que ver con que la Biblia pudiera mentirnos?
Como siempre, me sumo al número de los que te ruegan que seas más explícito.
Cordiales saludos.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

Sí, quizás es hora de adentrarse en estos tópicos. Para incrementar un poco su interés podríamos abordar ciertas premisas que considerásemos influyan de en la definición de los conceptos.
Por ejemplo al ocuparnos de la Salvación y la Condena, observo que antes de cualquier definición ya se está evidenciando una relación entre las palabras. Una relación de ordenamiento temporal, y una relación de antagónica.
¿Son totalmente válidas estas relaciones? En un principio podría decirse que es una obviedad decir que sí lo son. Pero tal vez no sea inútil el interrogante. Sucede que en el Reino de Dios rige la Eternidad. Concebirla es una empresa imposible desde un punto de vista racional. En la Eternidad el concepto de la sucesión del tiempo es una ilusión. No hay principio, no hay final. La Eternidad simplemente es. Tal cosa es una característica de otros variados credos como el que más profeso: El Budismo. El Nirvana supone el tiempo como una ilusión, es decir se manifiesta también un paradigma de eternidad, inaccesible a la razón al igual que el Reino Cristiano.
Este concepto de Eternidad, de ilusión del tiempo, etc, resultá muy relevante a la hora de tratar otros temas.
En el Budismo observamos que el Nirvana es un descubrir aquello que ya ES. Sucede que el hombre SÍ concibe el tiempo como un devenir de sucesos encadenados en el que apenas puede mencionar la Eternidad. siempre sin comprenderla. ¿Quién comprende la Eternidad?
En el cristianismo sucede algo similar, existe un mediador al que se debe emular para comprender aquella esencia volutiva de la cual precede tanto el mismo mediador como todo otro hombre. Ningún de ellos puede escapar entonces de ser parte de este Dios. Esto nos indica que evidentemente este Dios, este Nirvana, está ahí en todo momento.
Al estar el hombre en un paradigma donde existe el DEVENIR, como mencione anteriormente, se establece un proceso de causas y consecuencias. El hombre no puede concebir su Eternidad desde el plano racional y mundano. El hombre no puede ser a la vez pasado, presente y futuro.
El hombre que no descubre su eternidad en Dios, permanece en la CONDENA. El hombre que descubre a Dios, accede a la SALVACIÓN. Pero evidentemente hay algo que escapa a nuestra comprensión, ya que en la Salvación no podrá existir este encadenamiento temporal.
Bajo el paradigma Budista existe a mi juicio un paralelismo notable. Quien se ilumine (Satori) (vendría a ser la Salvación) es quien comprende y accede al Nirvana. Quien no logra esto permanece en la Ignorancia (identificable con la Condena).
Recordemos el descenso de Jesús a los Infiernos. Sucede un hecho notable que da más fundamento al paralelismo mencionado. Jesús libera a aquellas almas que permanecían ajenas a la luz de Dios, en las sombras.
Jesús es quien despierta a las almas, Jesús libera con una doctrina que es puente hacia la Salvación. Buda hace lo mismo. Con su enseñanza muestra a la humanidad el camino hacia Dios. Buda se ilumina y regresa como un maestro (bodhisatva) para enseñar a los hombres sobre el Nirvana. Sidarta es la el loto que florece en aguas pantanosas.
He presentado bastantes contenidos y me despido ahora.
Ya intuyo que se viene algo así como que no es la enseñanza de Jesús la liberadora, sino el mero reconocimiento y aceptación de su Divinidad. Ya nos ocuparemos de esto en su momento.
Saludos,
G.
 
Estimado HURKAWAY:

Estimado HURKAWAY:

Si quieres aquí plantar bandera, por mí está bien.
Acabo de bajar tu mensaje, el cual consideraré atentamente.
Tú mismo puedes abrir un nuevo epígrafe para estudiar aquellos conceptos que estimas importante.
Después de leerte, también es posible que yo encuentre algún tema de mutuo interés, y de los demás foristas.
Lo importante es que una vez que empecemos, prosigamos.
Felicidades.
Ricardo.
 
Re: Mi querido Norberto:

Re: Mi querido Norberto:

Muchas gracias porque nos hayas dedicado tu anterior aporte.
Pero después de ir a la página que nos recomendaste, lo único de veras gracioso fue lo de ver los muñequitos en el dibujo animado.
Perdona mi falta de imaginación y suspicacia, ¿pero qué tiene ello que ver con que la Biblia pudiera mentirnos?
Como siempre, me sumo al número de los que te ruegan que seas más explícito.
Cordiales saludos.
Ricardo.

Fue solo un regalo desde el punto de vista del Advaita (el Uno sin segundo), y se precisa un poco de imaginación, pero no suspicacia.

Es verdad que está un poco off topic, pero no es verdad que recomendara tal página, que además está en Ingles. Pero para explicitar su significado, y satisfacer tu ruego y el de otros, transcribo las palabras del más reconocido maestro Advaita, Sankara siglo VIII:

284
Libérate de tu sobreimposición estando completamente alerta y con tu mente concentrada en Brahman, y continúa así hasta que tu ilusoria identificación con este cuerpo sea destruida hasta en su más pequeña raíz.

285
Mientras persista en ti la percepción de este universo y las almas 65 como algo separado de ti, incluso aunque sea en sueños; continua esforzándote por acabar con tu sobreimposición sin cejar en tu empeño, ¡oh sabio!

286
Persevera en la constante práctica de las sadhanas 66, sin darle la más mínima oportunidad al olvido ni al descuido —bien sea por el sueño, obligaciones mundanas, o por la atracción de los objetos de los sentidos, etc.— y medita constantemente tratando de concentrar tu mente en el Ser interior.

287
Corta todas tus identificaciones con este cuerpo físico y manténte alejado de sus juegos sensuales y de su aspecto corpóreo, pues no es más que carne e impurezas que han surgido de las impurezas de los padres; aléjate de él como si se tratara de un leproso y experimenta que tú eres Brahman, pues esa experiencia es la razón de tu vida.

65) Se refiere a la pluralidad de las formas con que se manifiesta la creación como un despliegue del poder del Señor a través de la Maya.

66) Sadhanas: Este término designa las disciplinas espirituales que constituyen las prácticas esenciales que permiten a un devoto progresar en el camino hacia la perfección.
288
Igual que el espacio encerrado dentro de una jarra se une con el espacio infinito al romperla, el alma infinita se sumerge en el Ser Supremo; ¡oh sabio! manténte siempre en calma meditando en tu propia identidad.


289
Haciéndote uno con el auto-refulgente Brahman, que es el basamento de todo lo existente, la Realidad; deja de preocuparte en el macrocosmo y en el microcosmo, deséchalos como dos ponzoñosos receptáculos.

290
Transfiriendo la identificación, que ahora está enraizada en el cuerpo físico, al Atman —que es el estado de Sat Chit Ananda— y sin prestarle atención al cuerpo sutil; permanece siempre solo e independiente.

291
Eso en lo cual se refleja el universo igual que una ciudad en un espejo, ese Brahman eres tú; comprendiendo esto alcanzarás la razón de tu vida.

292
Esa Esencia Primordial es lo real que está dentro de nosotros, ese Conocimiento y Dicha Absoluta, lo primero sin segundo, que está más allá de la forma y la actividad. En cuanto conocemos eso debemos dejar de identificarnos con nuestros cuerpos falsos (el grosero, el sutil, y el causal), igual que el actor una vez acabada la representación se quita la máscara y olvida el personaje que había asumido.

293
Este universo objetivo es totalmente irreal; y tampoco lo es el ego porque se puede observar como está en continuo cambio. ¿Cómo puede el ego, cuya naturaleza es transitoria, afirmar “yo sé todo”? Esa afirmación sólo pertenece al Atman que reside en la omnisciencia.

298
También se ha de tener en cuenta que hay otros obstáculos —tales como los deseos— que conducen al hombre a la transmigración. La raíz de todos ellos es el ego, que es la primera modificación de la ignorancia.

299
Mientras perdure la más pequeña relación con este malvado ego, no se puede siquiera hablar de alcanzar la liberación Mukti, que es algo único.

Pienso que esto da sentido a la animación en cuestión, véanla de nuevo, ¿sí?
Además no contradice la espiritualidad Cristiana en su modalidad mística.

Saludo cordial.
 
HURKAWAY:

HURKAWAY:

Como sabes, este es un foro cristiano, quiere esto decir, que desde nuestra perspectiva cristiana, debatimos entre nosotros mismos distintos aspectos de la teología, doctrinas, prácticas, experiencias e interpretaciones diversas en la exégesis del texto bíblico.
Esto tampoco nos inhibe de dialogar con ateos, agnósticos, judíos, islámicos, budistas, hinduistas, etc., defendiendo nuestro fe cuando somos cuestionados en algún punto de lo que creemos ser la pura doctrina cristiana emanada de las Sagradas Escrituras.
Lo que un foro como este nunca hará, es convertirse en una plataforma exclusiva de las religiones orientales, que para nosotros – los cristianos occidentales -, nos resultan exóticas y poco conocidas. O sea, una cosa es que respondamos a cuestiones que nos sean planteadas, otra, que el foro pase a ser una cátedra de esas religiones donde se impartan lecciones exponiendo sus libros sagrados y las particulares visiones de sus maestros.
La fe cristiana, comenzando desde Jerusalem se extendió por toda la Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. Muchos discípulos fueron mártires al llevar el Evangelio a los pueblos más apartados. No repararon en riesgos con tal de hacer conocer el nombre de Jesucristo en las regiones nórdicas o entre las selvas tropicales. Conforme la navegación descubría nuevos territorios e islas, allí se embarcaban los misioneros. La muerte violenta por la persecución, o por los rigores del clima y enfermedades no los detuvo. Estaban bien convencidos que la verdad que habían conocido, merecía darse a conocer por todo el mundo, a cada criatura.
Las religiones orientales, en cambio, si algo de verdad tenían, no lo suficiente como para llevar a sus monjes por el resto del mundo, sino que la cultivaban tras la Gran Muralla China, los ríos sagrados de la India, y las estribaciones del Himalaya. Si ahora se conocen mejor en Occidente, es gracias a los propios europeos que las estudiaron, dictaron conferencias y escribieron libros especializados para información de las mentes ávidas de abarcar conocimientos universales.
La emigración de asiáticos a Europa y Norteamérica buscando mejor fortuna también llevó con ellos sus religiones, pero sin aspiraciones proselitistas de buscar conversos en sus países de adopción.
Una religión que parece que logra satisfacer las necesidades espirituales del ser humano, pero no demasiado al grado que lo impulse a dejarlo todo para hacer partícipe de lo que tiene, a cuantos no poseen tal luz, conocimiento y significado de vida, francamente que no capta mi interés más allá de las generalidades como para estar medianamente informado.
Un forista como Norberto, en cambio, quien se hace evidente que ha incursionado por la historia y los textos sagrados hinduistas y budistas, parece hasta haber hallado analogías y coincidencias en aquellas ideologías con la fe cristiana, y es posible que pudiera debatir desde ese mismo plano. Pero no es mi caso, y no me siento con vocación de adentrarme en algo que no ha logrado captar mi interés, por mucho que realmente lo tenga.
Yo podría debatir sobre una condenación universal (Ro.3:23) y una salvación particular de los elegidos en Cristo por la soberana gracia de Dios.
Pero si a cada argumento mío apoyado con citas de Jesús y los apóstoles me vas a replicar que son obra de escribas miserables, nuestro diálogo no podrá prosperar.
Me reafirmo entonces en el concepto que he venido sosteniendo a lo largo de este debate:
Siendo la Biblia el único libro enteramente confiable en todo el mundo, incapaz de mentirnos en nada pues es inspirado de Dios el Espíritu Santo, es precisamente el elegido por Satanás y sus acólitos para hacerle tales lecturas que terminen por desviar al hombre de la verdad. Tal manoseo y manipuleo no se hace con los textos sagrados de las demás religiones, porque sencillamente, no hay necesidad alguna de esforzarse en ello.
Te saludo con mi simpatía y cordialidad de siempre.
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

Sos... mmmm en fin. Espero que luego, aunque te me hagas el exquisito con pensamientos como: "hay de eso yo no hablo" "hay esos monjes no llegaron a Occidente" "Hay mi Biblia no tiene errores"...., te decante el altivismo y podamos continuar. Ahora te mando un gran abrazo Ricardo, porque no sé si entro antes de Navidad, conmemoración del Nacimiento de Mitra, Zoroastro, Horus, Frey etc. ¡Ah! lo olvidaba, también Jesús.
Asi es que feliz Navidad Cristiana para ti y para todos, que la pasen muy bien, que puedan hacer aquello que les de auténtica felicidad, paz y amor. Un abrazo nuevamente. ¡Hasta pronto!
Gabriel.
 
Mi querido Gabriel:

Mi querido Gabriel:

Con el mismo calor retribuyo tus amables saludos.
¿Sabes? Yo no celebro la Navidad, pues entiendo que es una festividad de origen pagano. No importa que dos o tres siglos después un papa y la iglesia de Roma la adoptó como cristiana.
El mundo recuerda el nacimiento de Jesús porque no cree en Él y lo rechaza.
La iglesia como cuerpo de Cristo no tiene necesidad de recordarle, así como yo no recuerdo a mi esposa pues hace cuarenta años que vivo con ella.
Se recuerda lo que la muerte o la distancia ha separado de nosotros.
Cristo vive por la fe en mi corazón; por lo tanto no le recuerdo porque Él es mi misma vida.
La Cena del Señor es la única celebración que Él estableció para que hiciésemos memoria de Él, anunciando su muerte hasta que Él venga.
¡Hasta pronto!
Ricardo.
 
Re: ¿Puede mentirnos La Biblia?

Es hora de continuar el tema. Un nuevo año ya bastante entrado y aun quedan varios puntos para discutir. Saludos a todos.
G.