Llevo bastante tiempo leyendo este foro y tengo algunas dudas.
No entiendo a María, en el siguiente aspecto: habiendo sido concebida la Sma. Vírgen sin el pecado original, no tendría que haber tenido la inclinación al mal que poseemos todos los humanos como consecuencia del pecado con el que todos nacemos. O sea que a la Vírgen le era sumamente fácil no pecar. Podríamos decir que su inclinación era hacia el no pecado, hacia la virtud. La actitud de María, sus acciones, su vida,... ¿era meritoria ante Dios, teniendo en cuenta que no le costaba nada ser «perfecta» como era? Por otra parte, entiendo que tenía el pleno ejercicio de su libre albedrío, como Adán y Eva antes y después de la desobediencia y como nosotros. En consecuencia, líbremente podría no haberse prestado a ser la Madre del Salvador. Pero aquí me surge otra duda: Dios no le preguntó a la Vírgen si quería ser o no ser Madre de Jesús. En el anuncio del ángel, éste le dice taxatívamente «... vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo...»
La reacción de la Vírgen es de sorpresa: «¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?» De esto se desprende que no hubo consulta previa. Se daba por descontado que María diría que sí, porque ya estaba «programada» (perdón por esta palabra) desde toda la eternidad. Mi deducción es que María no podía decir que nó, que no podía pecar bajo ningún punto de vista, (por algo ya había sido preservada del pecado original) y por lo tanto aparentemente no tenía libertad de elección ante la responsabilidad que se había delegado en su persona. ¿Cuál es entonces el mérito de Ella como persona humana? ¿Podía ejercitar su libre albedrío? Ruego a los de este foro, tengan la amabilidad de darme una ayuda para dilucidar esta aparente contradicción, con el fin de transitar mejor el recto camino. Desde ya, muchísimas gracias.-
No entiendo a María, en el siguiente aspecto: habiendo sido concebida la Sma. Vírgen sin el pecado original, no tendría que haber tenido la inclinación al mal que poseemos todos los humanos como consecuencia del pecado con el que todos nacemos. O sea que a la Vírgen le era sumamente fácil no pecar. Podríamos decir que su inclinación era hacia el no pecado, hacia la virtud. La actitud de María, sus acciones, su vida,... ¿era meritoria ante Dios, teniendo en cuenta que no le costaba nada ser «perfecta» como era? Por otra parte, entiendo que tenía el pleno ejercicio de su libre albedrío, como Adán y Eva antes y después de la desobediencia y como nosotros. En consecuencia, líbremente podría no haberse prestado a ser la Madre del Salvador. Pero aquí me surge otra duda: Dios no le preguntó a la Vírgen si quería ser o no ser Madre de Jesús. En el anuncio del ángel, éste le dice taxatívamente «... vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo...»
La reacción de la Vírgen es de sorpresa: «¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?» De esto se desprende que no hubo consulta previa. Se daba por descontado que María diría que sí, porque ya estaba «programada» (perdón por esta palabra) desde toda la eternidad. Mi deducción es que María no podía decir que nó, que no podía pecar bajo ningún punto de vista, (por algo ya había sido preservada del pecado original) y por lo tanto aparentemente no tenía libertad de elección ante la responsabilidad que se había delegado en su persona. ¿Cuál es entonces el mérito de Ella como persona humana? ¿Podía ejercitar su libre albedrío? Ruego a los de este foro, tengan la amabilidad de darme una ayuda para dilucidar esta aparente contradicción, con el fin de transitar mejor el recto camino. Desde ya, muchísimas gracias.-