Re: PORQUE USTED NO DEBE CREER EN LA TRINIDAD
Deidad del Espíritu Santo. Es asimismo afirmada de una manera clara.
El Espíritu Santo recibe el nombre de Espíritu de Jehová, de Dios del Señor, con toda la intimidad y unidad que ello comporta (cfr. 1 Co. 2:10-11).
2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
El Señor es el Espíritu (2 Co.3:17)
3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Dios es Espíritu (Jn 4:24).
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
El Espíritu habla y actúa como siendo el mismo Dios (Hch. 13:2)
13:2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Mentirle a Él es mentirle a Dios (5:3-4).
5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Le son atribuidas obras divinas (Job. 33:4; Sal. 104:29-30; Jn. 3:8; 6:63; Ro. 1:4; 8:11; 2 Co. 3:18, entre otros).
33:4 El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
104:29 Escondes tu rostro, se turban;
Les quitas el hálito, dejan de ser,
Y vuelven al polvo.
104:30 Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.
3:8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
El Espíritu Santo procede del Padre y es enviado a la vez por el Padre y el Hijo (Jn. 15:26; 14:16,26;16:7;Hch.2:33).
3. La unidad de esencia de las tres Personas divinas. Ya al revelar constantemente al Dios único, el AT hace presentir la pluralidad en el seno de la Deidad. En Gn. 1:1
1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
se dice lit. : “En el principio creo los Dioses” (Elohim, forma plural, con el verbo en singular), y el v. 2 ya menciona al Espíritu de Dios presente en el acto creacional. El v. 26 dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Después de la caída, Dios dice: “He aquí el hombre es como uno de nosotros…”(Gn. 3:22).
3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,
El NT presenta constantemente a las tres personas unidas en la obra de la salvación de la misma manera en la que se han manifestado unidas en la de la creación. El padre, el Hijo, y el Espíritu Santo se manifestaron en el bautismo de Jesús (Mt. 3:16-17).
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Cristo ordeno que los discípulos sean bautizados en el nombre (singular) del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo (28:19.).
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
El nuevo nacimiento es posible por la regeneración obrada por el Espíritu Santo, el amor del padre, y el don el Hijo, que murió en la cruz por nuestros pecados (Jn. 3:5-6, 14-16).El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo vienen a hacer su morada en el corazón del creyente (14:17,23 cfr. 1 Co. 3:16-17; 6:19; Col. 1:27); comunican juntos la plenitud de la vida divida (Ef. 3:14, 16-19). La bendición apostólica se da en el triple nombre de la Deidad (2 Co. 13:14).
13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
La resurrección de Cristo es atribuida al padre, al mismo Jesús, y al Espíritu Santo (Hch. 2:24; Jn. 2:19; 10:17-18; Ro. 8:11); asi será con la resurrección de los creyentes (Jn. 5:21; 6:40; Ro. 8:11: cfr. Otros pasajes trinitarios: Hch. 2:33-39; 1 Co. 12:4-6; Ef. 4:4-6; 1 P. 1:2; Ap. 1:4-6, entre otros).
2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
2:34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
2:35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Las tres de la sola Deidad están unidas de tal manera que manifiestan la plenitud del solo Dios viviente: Cada persona cumple las mismas obras y recibe la misma adoración; participan del único Ser indiviso de la Deidad, manteniendo al mismo tiempo una relación tripersonal de amor y comunicación en el seno de la Deidad, con una perfección y armonía infinitas, con una total unidad, un amor infinito, una sumisión Perfecta al Padre, de quien proceden eternamente el Hijo y el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo (Jn. 15:26; Ro. 8:9; Ga. 4:6). El estricto monoteísmo del AT no queda afectado en lo absoluto. Simplemente, al revelarse plenamente en la persona de Cristo, Dios nos ha dado a conocer mas realidades acerca de la inefable naturaleza del Dios y único y verdadero. En el AT, tenemos ante todo la revelación del Creador y Señor soberano, “Dios por nosotros”; En los Evangelios, el Señor se encarnó, llegando a ser “Dios con nosotros”, Emanuel. Una vez obrada la redención, en Pentecostés vino a ser “Dios en nosotros” por el Espíritu Santo. El dogma de la Trinidad ha suscitado numerosas controversias y ensayos de explicación. Sin embargo, el creyente debe aceptar que un ser finito no puede abarcar a lo infinito. ¿Quién puede sondear tal hondura? Acerca de nuestro mismo ser, Pablo menciona el espíritu, el alma y el cuerpo (1 Ts. 5:23), y no nos es posible determinar como están unidos y como tres esencias llegan a formar una sola persona. El hecho revelado de Tres Personas en un único ser de la Deidad, manteniendo, en el contexto de este único ser, una relación interpersonal de amor y comunión mutuas, no puede ser rechazado como contrario a la razón. No hay ninguna contradicción. No se afirma que Dios sea “una persona en tres personas”, sino ”Tres Personas en un solo Ser”. Esto no es contradictorio. Supera la razón humana, pero no milita contra ella. La negación de esta verdad no proviene de una imposibilidad lógica; nuestra capacidad de comprenderlo se debe a nuestra limitación. Es una doctrina que debe ser aceptada aun que no pueda ser comprendida. Como tampoco puede ser comprendida la existencia eterna de Dios, la maravilla de Su creación; como el hombre no puede comprender su propia naturaleza. La misma realidad, ignorada por nuestra familiaridad con ella, es incomprensible. ¡Cuánto las riquezas del Ser de Dios, que El se a placido en comunicarnos en cierta medida! La respuesta ante este misterio revelado en la Biblia es la adoración al Dios único y verdadero, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo.
El Espíritu Santo, Espíritu de Dios. La tercera persona de la Trinidad.
1. Nombres: Principalmente se le llama el Espíritu de Jehová, el Espíritu del Señor, El Espíritu del Padre, El Espíritu de Jesús (Gn. 6:3; Is. 11:2; 61:1; Mt. 10:20; Hch. 16:18, entre otros). Es el Espíritu de verdad, de vida, de fe, de amor, de poder, de sabiduría, de gracia, de gloria (Jn. 14:17; Ro. 8:2; 2 Co. 4:13; 2 Ti. 1:7; He. 10:29; 1 P. 4:14), entre otros.
2. Personalidad. El Espíritu no es un mero poder ni una expresión figurada de la energía divina, como lo pretenden por ejemplo, los antitrinitarios. La escritura le atribuye una personalidad distintiva, como también sucede con el Padre y con el Hijo (Mt. 3:16-17; 28:19; Jn. 14:16-17; 15:26).
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo
Siempre se emplea en relación con El el pronombre personal masculino, a pesar de que en gr. El termino Espíritu es neutro (Jn. 16:13-14; Hch. 13:2). El Espíritu piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad (Ro. 8:27; 1 Co. 2:10-13; 12:11). Se le puede tratar como una persona: se le puede mentir, se le puede contristar, se le puede afrentar (Hch. 5:3, 9; 7:51 Ef. 4:30; He. 10:29). Por otra parte también enseña, testifica, convence, conduce, entiende, habla, anuncia (Jn.14:26; 15:26; 16:8; 13.).
3. Divinidad. Los textos que hablan de la personalidad del Espíritu afirman también generalmente su divinidad. Posee los atributos divinos: omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1 Co. 2:10, 11; Sal. 139:7; Zac. 4:6; He. 9:14). Es identificado con Dios, con el Señor (Hch. 5:3-4). Es la blasfemia contra el Espíritu Santo la que no tiene perdón (Mt. 12:31-32).
4. El Espíritu Santo en el AT. Obra en la creación (Gn. 1:2). Es Él quien da aliento al hombre y a los animales (Gn.2:7; 6:3; Job. 33:4; Sal. 104:29-30). Esta en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11). Capacita a ciertos hombres de cara a una tarea especial (Éx. 31:3; Jue. 6:34; 11:29; 1 S. 16:13). Pero no es dado a todos y puede ser retirado (Jue. 13:25; 16:20; 1 S. 10:10; 16:14). Asi se explica la oración de David: “ No quites de mi tu Santo Espíritu ” (Sal. 51:11). Los profetas anuncian claramente cual va a ser su obra en el Nuevo Pacto: será derramado sobre todo Israel, y sobre toda carne, será dado para siempre, morara en el corazón del hombre, que regenerara y santificara (Is. 44:3; 59:21; Jl. 2:28-29; Ez. 36:26-27; Jer. 31:33).