Re: PORQUE USTED NO DEBE CREER EN LA TRINIDAD
La Trinidad. La unidad de Dios no excluye en absoluto la distinción entre las personas de la divinidad. Ya el AT deja entrever esta distinción, aunque ciertamente de una manera velada, ya que era sobre todo la unidad de Dios lo que debía ser destacado frente al politeísmo ambiental. Incluso si no se quiere tener en cuenta la forma plural Elohim unida a un verbo en singular, debido a que este hecho recibe varias interpretaciones, hay textos en los que el nombre de Dios es aplicable por adelantado al mesías (Sal. 45:7-8; Is. 9:6)
45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
45:8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
Desde palacios de marfil te recrean.
9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. ; también siendo que el nombre del señor equivale al nombre inefable de Jehová, se ha de considerar el Sal. 11:1. Con Jehová se asocia un Hijo (2 S. 7:14; Pr. 30:4; cp. Sal. 2:12)
7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;
30:4 ¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían..
El pasaje acerca de la Sabiduría en Proverbios (cap. 8) nos la presenta como un ser personal, y no como una abstracción, hasta tal punto que, desde el mismo marco de referencia del judaísmo, sus filósofos llegaron a la conclusión de la existencia de un mediador, el Logos, entre Dios y el mundo.
El Espíritu de Dios es igualmente mencionado con frecuencia en el AT, y ello en términos que implican a la vez Su existencia propia y su unidad sustancial con Dios (Gn. 1:2; Sal. 51:13; 2 S. 23:2)
1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti
23:2 El Espíritu de Jehová ha hablado por mí,
Y su palabra ha estado en mi lengua.
23:3 El Dios de Israel ha dicho,
Me habló la Roca de Israel:
Habrá un justo que gobierne entre los hombres,
Que gobierne en el temor de Dios. .. Al llegar al NT hallamos allí la doctrina de la Trinidad netamente formulada, aun cuando no se emplee este termino. De entrada, el NT es tan formal como el AT al afirmar la unidad de Dios (Mr. 12:29; Stg. 2:19)
12:29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. . La divinidad del Hijo y del Espíritu Santo no contradice en nada este hecho. Pablo opone el solo Dios y Padre y el solo Señor Jesucristo a la multiplicidad de las divinidades y de los señoríos de paganismo
(1 Co. 8:5,6)
8:5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),
8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. . Así, en el seno de la esencia divina única se puede distinguir 3 personas que reciben igualmente el nombre de Dios, que en el seno de la Deidad mantienen unas relaciones a nivel interpersonal. Seria prolijio enumerar todos los pasajes donde este nombre se aplica al Padre. He aquí unos ejemplos: Jn 20:17; 1 Ts. 1:1; P. 1:2; Stg. 1:27; Jud. 1.
El Hijo es llamado Dios por el apóstol Juan (Jn. 1:1; 1 Jn. 5:20)
1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. , por el apóstol Pedro (2 P. 1:1)
1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: , por el apóstol Pablo (Tit. 2:13; Ro. 9:5)
2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. , por el autor de la epístola a los Hebreos (1:8).
1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
El Texto mas contundente es aquel en el que el mismo Jesús acepta que se le llame asi (Jn. 20:28).
20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
En cuanto al Espíritu Santo, es evidente en base de Hch. 5:3, 4
5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Que mentirle a El es lo mismo que mentir a Dios. Ello es debido a que se trata de Dios. Su personalidad queda también evidenciada por cuanto tiene voluntad (He. 2:4)
2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. ; se comunica (He. 9:8); conduce a los suyos (Ga. 5:18) :8 Esta persuasión no procede de aquel que os llama. ; justifica (1 Co. 6:11)
6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. enseña (1 Co. 2:13) 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. ; y da testimonio (Ro. 8:16) 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. ,
aparte de muchas otras actividades, de las que se mencionan varias principales en Jn. 14, 15 y 16.
Las 3 Personas de la Trinidad son mencionadas juntas en la formula bautismal (Mt. 28:19) 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y en la bendición apostólica (2 Co. 13:14)
13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.;
también en 1 Co. 12:4,6 12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
y en Ef. 4:4-6
4:4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
4:5 un Señor, una fe, un bautismo,
4:6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. , de manera que queda implicada su distinción. Esta distinción queda además posiblemente destacada aun mas claramente en los pasajes que las 3 Personas aparecen con funciones distintas: Por ejemplo, en el bautismo de Jesús, el Padre da testimonio del Hijo, sobre quien desciende el Espíritu Santo (Mt. 3:16, 17)
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. ; a su muerte, el Hijo se ofrece al Padre por el Espíritu (He. 9:14)
9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? ; en Pentecostés, el Padre envía el Espíritu Santo en nombre del Hijo, y el Hijo le envía de parte del padre
(Jn. 14:26; 15:26)
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. En nuestra experiencia de la salvación, la distinción entre las personas se nos hace clara. Somos salvados según la presencia de Dios Padre. Es el Hijo quien se ofreció en sacrificio para la redención. Es el Espíritu Santo quien aplica las bendiciones (1 P. 1:2)
1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
Pero esta distinción no esta limitada a la administración de la salvación, sino que existe desde toda la eternidad en el seno de la esencia divina (Jn. 17:5).
17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Para acabar de precisar esta doctrina, debemos mencionar los textos que destacan la unidad entre las 3 personas; el primer libro en antigüedad del NT, la 1.era Epístola a los Tesalonicenses, presenta al Padre y al Hijo de tal manera unidos, que el verbo que denota la acción de ellos esta en singular, lo que es tan contrario a todas las leyes de la gramática griega como pueda serlo a la gramática de la lengua castellana. “Mas el Dios y Padre nuestro, y Señor Jesucristo, dirija (sic) nuestro camino” (3:11)
3:11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. . Jesús dijo de manera explicita: “Yo y el Padre somos una sola cosa” (Jn. 10:30)
10:30 Yo y el Padre uno somos.
Por su parte el Espíritu Santo esta tan estrechamente unido al Padre y al Hijo, que por su venida al corazón vienen a morar allí (Jn. 14:17, 23)
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
La subordinación del Hijo al Padre y la del Espíritu Santo al Padre y al Hijo no implican diferencia alguna de esencia entre las tres Personas.
TRINIDAD: Este termino, empleado por primera vez por Tertuliano (siglo II d. C.), expresa una magna verdad Bíblica. El Dios único se revela a nosotros en las tres Personas del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Hay dos facetas a considerar en base a los textos:
a) La deidad esencial del Hijo y del Espíritu Santo, siendo innecesario tratar la del Padre;
b) El Hecho de que las tres Personas son un único y mismo Dios.
1. Deidad de Cristo. Esta implícitamente presentad y claramente anunciada en el AT.
Las teofanías del Ángel de Jehová debieron hacer comprender a los patriarcas que Dios ejercería un día un ministerio de Salvación, al asumir forma humana (Gn. 16:7-13; 18:1-2, 10, 13, 17; 32:24-30; cfr. Os. 12:4-5; Zac. 3:1-5).
16:7 Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
16:8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
16:9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
16:10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
16:11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.
16:12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
16:13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
18:1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
18:2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
18:10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
18:13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara dieciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
18:16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
18:17 Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
32:24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
32:25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
32:27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
32:28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
12:4 Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.
12:5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre.
3:1 Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
3:2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
3:3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
3:4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
3:5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.
Esta escrito de una manera expresa que el Mesías será el Hijo de Dios (Sal. 2; 110:1; cfr. Mat. 22:44), y el mismo Dios (Sal. 45:6-7)
45:6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo.
Se anuncia su nacimiento milagroso de manera que el podrá ser Emanuel, Dios con nosotros (Is. 7:14; Mat. 1:22-23).
7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros.
Recibe nombres divinos (Is. 9:6)
9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su ministerio y sus sufrimientos son presentados de manera expresa como los del Señor: es Jehová quien es vendido por treinta monedas de plata (Zac. 11:4, 13)
11:4 Así ha dicho Jehová mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza,
11:13 Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro.
; el Salvador de Jerusalén se presentara a la vez como Dios, el Ángel de Jehová y el representante de la casan de David (12:8) 12:8 En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
es el mismo Jehová quien dice: “Y miraran a mi, a quien traspasaron” (v. 10) 12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. El pastor herido por las ovejas recibe el nombre de “compañero de Jehová”(13:7)
13:7 Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos. .Se afirma de una manera expresa la eternidad del Mesías (Mi. 5:1-2)
5:1 Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez
de Israel.
5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
El mismo Cristo destaca Su divinidad. Se aplica a si mismo el “Yo soy” de Jehová (Jn.8.24, 58) 8:24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Los judíos comprendieron sin sombra de duda Su afirmación de divinidad, y quisieron apresarlo (v. 59; cfr. 5:18; 10:30-33) 8:59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.
5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
10:30 Yo y el Padre uno somos.
10:31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
10:32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
10:33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Jesús afirma que El es el Señor del AT (Mt.22:42-46)
22:42 diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
22:43 El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
22:44 Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
22:45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
22:46 Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más;y que es en esencia uno con el Padre (Jn. 10:38; 14:9-11; 17:3, 11, 22).
10:38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Posee los atributos divinos: omnipresencia (Mt. 18: 20; Jn. 3:13)
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. 3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo., omnisciencia (Jn. 2:24-25; 11:11-14; Mr.11:2-8)
2:24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
2:25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
11:12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
11:13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
11:2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.
11:4 Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
11:5 Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
11:6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
11:7 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.
11:8 También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
omnipotencia (Mt. 28:18; Lc. 7:14; Jn. 5:21-23)
28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
7:14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. eternidad (Jn. 8:58; 17:5)
8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. ; santidad (8:46)
8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?, gracia salvadora (Mr. 2:5-7; Lc. 7:48-49).
2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
2:6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
2:7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
7:48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
Jesús acepta y aprueba la adoración de los hombres (Mt. 2:11; 14:33; 28:9; Lc. 24:52; Jn.5:23; 20:28).
2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
14:33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
28:9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
24:52 Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;
5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Los escritores del NT atribuyen a Cristo los títulos y atributos divinos (Jn. 1:1, 3, 10; Ro. 9:5; Col. 1:16-17; He. 1:2, 8-12; 13:8; Jn. 5:20).
1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
1:17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
13:8 Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul.
5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
Enseñan que se le debe rendir adoración al igual que al Padre (Hch. 7:59-60; 1 Co. 1:2; Fil. 2:6, 10-11; Col. 2:9-10; He. 1:6; Ap. 1:5-6; 5:12-13).
7:59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
2:10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
1:5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
5:13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Su resurrección de entre los muertos fue la prueba deslumbradora de su divinidad (Ro. 1:4).
1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
2. Deidad del Espíritu Santo. Es asimismo afirmada de una manera clara. El Espíritu Santo recibe el nombre de Espíritu de Jehová, de Dios del Señor, con toda la intimidad y unidad que ello comporta (cfr. 1 Co. 2:10-11).
2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
El Señor es el Espíritu (2 Co.3:17)
3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Dios es Espíritu (Jn 4:24).
4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
El Espíritu habla y actúa como siendo el mismo Dios (Hch. 13:2)
13:2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Mentirle a Él es mentirle a Dios (5:3-4).
5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Le son atribuidas obras divinas (Job. 33:4; Sal. 104:29-30; Jn. 3:8; 6:63; Ro. 1:4; 8:11; 2 Co. 3:18, entre otros).
33:4 El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
104:29 Escondes tu rostro, se turban;
Les quitas el hálito, dejan de ser,
Y vuelven al polvo.
104:30 Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.
3:8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
El Espíritu Santo procede del Padre y es enviado a la vez por el Padre y el Hijo (Jn. 15:26; 14:16,26;16:7;Hch.2:33).
3. La unidad de esencia de las tres Personas divinas. Ya al revelar constantemente al Dios único, el AT hace presentir la pluralidad en el seno de la Deidad. En Gn. 1:1
1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
se dice lit. : “En el principio creo los Dioses” (Elohim, forma plural, con el verbo en singular), y el v. 2 ya menciona al Espíritu de Dios presente en el acto creacional. El v. 26 dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Después de la caída, Dios dice: “He aquí el hombre es como uno de nosotros…”(Gn. 3:22).
3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,
El NT presenta constantemente a las tres personas unidas en la obra de la salvación de la misma manera en la que se han manifestado unidas en la de la creación. El padre, el Hijo, y el Espíritu Santo se manifestaron en el bautismo de Jesús (Mt. 3:16-17).
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Cristo ordeno que los discípulos sean bautizados en el nombre (singular) del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo (28:19.).
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
El nuevo nacimiento es posible por la regeneración obrada por el Espíritu Santo, el amor del padre, y el don el Hijo, que murió en la cruz por nuestros pecados (Jn. 3:5-6, 14-16).El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo vienen a hacer su morada en el corazón del creyente (14:17,23 cfr. 1 Co. 3:16-17; 6:19; Col. 1:27); comunican juntos la plenitud de la vida divida (Ef. 3:14, 16-19). La bendición apostólica se da en el triple nombre de la Deidad (2 Co. 13:14).
13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
La resurrección de Cristo es atribuida al padre, al mismo Jesús, y al Espíritu Santo (Hch. 2:24; Jn. 2:19; 10:17-18; Ro. 8:11); asi será con la resurrección de los creyentes (Jn. 5:21; 6:40; Ro. 8:11: cfr. Otros pasajes trinitarios: Hch. 2:33-39; 1 Co. 12:4-6; Ef. 4:4-6; 1 P. 1:2; Ap. 1:4-6, entre otros).
2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
2:34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
2:35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Las tres de la sola Deidad están unidas de tal manera que manifiestan la plenitud del solo Dios viviente: Cada persona cumple las mismas obras y recibe la misma adoración; participan del único Ser indiviso de la Deidad, manteniendo al mismo tiempo una relación tripersonal de amor y comunicación en el seno de la Deidad, con una perfección y armonía infinitas, con una total unidad, un amor infinito, una sumisión Perfecta al Padre, de quien proceden eternamente el Hijo y el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo (Jn. 15:26; Ro. 8:9; Ga. 4:6). El estricto monoteísmo del AT no queda afectado en lo absoluto. Simplemente, al revelarse plenamente en la persona de Cristo, Dios nos ha dado a conocer mas realidades acerca de la inefable naturaleza del Dios y único y verdadero. En el AT, tenemos ante todo la revelación del Creador y Señor soberano, “Dios por nosotros”; En los Evangelios, el Señor se encarnó, llegando a ser “Dios con nosotros”, Emanuel. Una vez obrada la redención, en Pentecostés vino a ser “Dios en nosotros” por el Espíritu Santo. El dogma de la Trinidad ha suscitado numerosas controversias y ensayos de explicación. Sin embargo, el creyente debe aceptar que un ser finito no puede abarcar a lo infinito. ¿Quién puede sondear tal hondura? Acerca de nuestro mismo ser, Pablo menciona el espíritu, el alma y el cuerpo (1 Ts. 5:23), y no nos es posible determinar como están unidos y como tres esencias llegan a formar una sola persona. El hecho revelado de Tres Personas en un único ser de la Deidad, manteniendo, en el contexto de este único ser, una relación interpersonal de amor y comunión mutuas, no puede ser rechazado como contrario a la razón. No hay ninguna contradicción. No se afirma que Dios sea “una persona en tres personas”, sino ”Tres Personas en un solo Ser”. Esto no es contradictorio. Supera la razón humana, pero no milita contra ella. La negación de esta verdad no proviene de una imposibilidad lógica; nuestra capacidad de comprenderlo se debe a nuestra limitación. Es una doctrina que debe ser aceptada aun que no pueda ser comprendida. Como tampoco puede ser comprendida la existencia eterna de Dios, la maravilla de Su creación; como el hombre no puede comprender su propia naturaleza. La misma realidad, ignorada por nuestra familiaridad con ella, es incomprensible. ¡Cuánto las riquezas del Ser de Dios, que El se a placido en comunicarnos en cierta medida! La respuesta ante este misterio revelado en la Biblia es la adoración al Dios único y verdadero, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo.
El Espíritu Santo, Espíritu de Dios. La tercera persona de la Trinidad.
1. Nombres: Principalmente se le llama el Espíritu de Jehová, el Espíritu del Señor, El Espíritu del Padre, El Espíritu de Jesús (Gn. 6:3; Is. 11:2; 61:1; Mt. 10:20; Hch. 16:18, entre otros). Es el Espíritu de verdad, de vida, de fe, de amor, de poder, de sabiduría, de gracia, de gloria (Jn. 14:17; Ro. 8:2; 2 Co. 4:13; 2 Ti. 1:7; He. 10:29; 1 P. 4:14), entre otros.
2. Personalidad. El Espíritu no es un mero poder ni una expresión figurada de la energía divina, como lo pretenden por ejemplo, los antitrinitarios. La escritura le atribuye una personalidad distintiva, como también sucede con el Padre y con el Hijo (Mt. 3:16-17; 28:19; Jn. 14:16-17; 15:26).
3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo
Siempre se emplea en relación con El el pronombre personal masculino, a pesar de que en gr. El termino Espíritu es neutro (Jn. 16:13-14; Hch. 13:2). El Espíritu piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad (Ro. 8:27; 1 Co. 2:10-13; 12:11). Se le puede tratar como una persona: se le puede mentir, se le puede contristar, se le puede afrentar (Hch. 5:3, 9; 7:51 Ef. 4:30; He. 10:29). Por otra parte también enseña, testifica, convence, conduce, entiende, habla, anuncia (Jn.14:26; 15:26; 16:8; 13.).
3. Divinidad. Los textos que hablan de la personalidad del Espíritu afirman también generalmente su divinidad. Posee los atributos divinos: omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1 Co. 2:10, 11; Sal. 139:7; Zac. 4:6; He. 9:14). Es identificado con Dios, con el Señor (Hch. 5:3-4). Es la blasfemia contra el Espíritu Santo la que no tiene perdón (Mt. 12:31-32).
4. El Espíritu Santo en el AT. Obra en la creación (Gn. 1:2). Es Él quien da aliento al hombre y a los animales (Gn.2:7; 6:3; Job. 33:4; Sal. 104:29-30). Esta en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11). Capacita a ciertos hombres de cara a una tarea especial (Éx. 31:3; Jue. 6:34; 11:29; 1 S. 16:13). Pero no es dado a todos y puede ser retirado (Jue. 13:25; 16:20; 1 S. 10:10; 16:14). Asi se explica la oración de David: “ No quites de mi tu Santo Espíritu ” (Sal. 51:11). Los profetas anuncian claramente cual va a ser su obra en el Nuevo Pacto: será derramado sobre todo Israel, y sobre toda carne, será dado para siempre, morara en el corazón del hombre, que regenerara y santificara (Is. 44:3; 59:21; Jl. 2:28-29; Ez. 36:26-27; Jer. 31:33).