Re: "¿Porqué tanta gente abandona el catolisimo romano?"
Dios te bendiga OSO.
Esta es una preocupación recurrente en el Papa BXVI, el Padre Cantalamessa retoma este tema una y otra vez en los retiros que le dirige a la Curia Romana anualmente.
Yo creo haberme dado cuenta hace tiempo de la raíz de este problema. Para mí nace de una actitud defensiva, carnal y apologética. Me explico.
Cuando el católico común es confrontado o cuestionado sobre la razón de ser de su Catolicismo hace un juego-mental fatal: se compara con el Protestantismo y su conclusión es que él es Católico porque cree en el Papa, en la Santísima Virgen María, en la Comunión de los Santos y en las devociones. Lo terrible de esta conclusión es que Jesús, su Persona, se ha quedado fuera. Ahora las cosas se han quedado así: Protestantismo = Jesús + Gracia + Biblia + Amor de Dios + Gratuidad de la Salvación + Fidelidad Divina + Soberanía de Dios. y Catolicismo = Santos + Devociones + Papa + Rosarios + Buenas Obras + Condicionalidad de la Salvación. La carnalidad de querer hacer partidos hace, al católico que entra en este juego, perder lo fundamental, lo básico, lo central, lo más importante y su identidad la define lo extra.
Y ¡ay! del otro católico que se lo haga ver. El día que uno se atreva a decir que su identidad es Jesús, la Soberanía del Padre, su plan Perfecto, la Obra de Cristo... ya le suena uno a crypto-protestante. Si uno no habla de la Santísima Virgen María como el cuarto miembro de la Trinidad, pues ya es un hereje. Más fácil se le perdona a uno la Papolatría que mostrar mucho celo por poner a Cristo en el centro y por encima de todo.
Por eso paso de la apologética.
En todas las comunidades de América que he tenido la dicha de participar siempre veo lo mismo: un batallón de Protestantes tirados a las calles sacando a las prostitutas de allí, ayudando a los drogadictos a recuperarse, levantando hogares rotos por la violencia, el adulterio o el abandono, educando a niños y dándoles a los jóvenes espacio para que persigan un porvenir lleno de esperanza. A todos los toman y les provocan un espacio para que hagan una sola cosa: "Confiese a Jesús como su Señor". Esa es la visión que yo tengo del Protestantismo. Y lo bendigo por eso.
Tengo la misma dicha de ver a tantas comunidades católicas haciendo exactamente eso mismo y no me resulta para nada curioso que esas son las Comunidades más sanas y grandes que conozco.
La Conclusión es la misma: Cuando Jesús es el Centro. No hay que salir a ningún lado a buscar nada más. Si lo que en su Parroquia se ofrece es "Otra Cosa" y en la Iglesia de al lado están ofreciendo a "Jesús", pues el Padre lleva a la gente a "Jesús" (Juan 6, 44) no a "otra cosa". Lo primero, lo primero y lo otro, pues eso, es "lo otro".
En el Amor de Jesús.
Gabaon.
Dios te bendiga OSO.
Comparto tu observación. Este no es un problema nuevo. Y el Espíritu Santo nos está advirtiendo de él desde hace mucho. Decía el todavía cardenal Ratzinger lo siguiente:OSO dijo:La ICR se ha ensimismado, se ha circunscrito y promulgado a si y en sí misma, el católico romano se vacía enteramente en ella, es su todo.
Si observas muchas de las participaciones de muchos católicos.romanos en este foro gravita sobre su concepto particular de iglesia y la defensa que sobre ello hacen; perdiendo de vista totalmente este enfoque tan claro que has vertido en tus comentarios tan puntuales.
"La Iglesia con frecuencia se ocupa demasiado de sí misma y no habla con la fuerza y alegría necesarias de Dios, de Jesucristo; mientras el mundo no tiene sed de conocer nuestros problemas internos, sino del mensaje, que ha dado origen a la Iglesia: el fuego que Jesucristo trajo a la tierra" (Joseph Ratzinger)
Esta es una preocupación recurrente en el Papa BXVI, el Padre Cantalamessa retoma este tema una y otra vez en los retiros que le dirige a la Curia Romana anualmente.
Yo creo haberme dado cuenta hace tiempo de la raíz de este problema. Para mí nace de una actitud defensiva, carnal y apologética. Me explico.
Cuando el católico común es confrontado o cuestionado sobre la razón de ser de su Catolicismo hace un juego-mental fatal: se compara con el Protestantismo y su conclusión es que él es Católico porque cree en el Papa, en la Santísima Virgen María, en la Comunión de los Santos y en las devociones. Lo terrible de esta conclusión es que Jesús, su Persona, se ha quedado fuera. Ahora las cosas se han quedado así: Protestantismo = Jesús + Gracia + Biblia + Amor de Dios + Gratuidad de la Salvación + Fidelidad Divina + Soberanía de Dios. y Catolicismo = Santos + Devociones + Papa + Rosarios + Buenas Obras + Condicionalidad de la Salvación. La carnalidad de querer hacer partidos hace, al católico que entra en este juego, perder lo fundamental, lo básico, lo central, lo más importante y su identidad la define lo extra.
Y ¡ay! del otro católico que se lo haga ver. El día que uno se atreva a decir que su identidad es Jesús, la Soberanía del Padre, su plan Perfecto, la Obra de Cristo... ya le suena uno a crypto-protestante. Si uno no habla de la Santísima Virgen María como el cuarto miembro de la Trinidad, pues ya es un hereje. Más fácil se le perdona a uno la Papolatría que mostrar mucho celo por poner a Cristo en el centro y por encima de todo.
Por eso paso de la apologética.
En todas las comunidades de América que he tenido la dicha de participar siempre veo lo mismo: un batallón de Protestantes tirados a las calles sacando a las prostitutas de allí, ayudando a los drogadictos a recuperarse, levantando hogares rotos por la violencia, el adulterio o el abandono, educando a niños y dándoles a los jóvenes espacio para que persigan un porvenir lleno de esperanza. A todos los toman y les provocan un espacio para que hagan una sola cosa: "Confiese a Jesús como su Señor". Esa es la visión que yo tengo del Protestantismo. Y lo bendigo por eso.
Tengo la misma dicha de ver a tantas comunidades católicas haciendo exactamente eso mismo y no me resulta para nada curioso que esas son las Comunidades más sanas y grandes que conozco.
La Conclusión es la misma: Cuando Jesús es el Centro. No hay que salir a ningún lado a buscar nada más. Si lo que en su Parroquia se ofrece es "Otra Cosa" y en la Iglesia de al lado están ofreciendo a "Jesús", pues el Padre lleva a la gente a "Jesús" (Juan 6, 44) no a "otra cosa". Lo primero, lo primero y lo otro, pues eso, es "lo otro".
En el Amor de Jesús.
Gabaon.