No sólo él, sino Levi, dice EN ABRAHAM PAGÓ EL DIEZMO.....Y dice el verso 10 Porque aun estaba en los lomos de su padre cuando Melquisec le salió al encuentro.
LA PRACTICA DEL DIEZMO
Los contextos históricos son muy importantes a la hora de discernir la práctica de una ayuda a una tribu específica como lo fue la tribu de Leví.
En el caso de Jacob, cuando erige un altar, y se compromete a apartar los diezmos para ayudar a sus hermanos (Deu_26:12):
Gén 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
Gén 28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
Gén 28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Veo un hombre poniéndole condiciones al Creador, expresándose de igual a igual, sin doctrina, sin fundamentos, solo aplicando la fórmula:
-"Tú me das esto y esto y yo te doy esto y esto"-.
Pero cuando menciono la tribu de Leví, donde se canalizó el uso del diezmo, para asegurar la manutención de esta tribu, que luego de ser consagrada por Dios a su servicio, fue descuidada esta práctica en los tiempos del profeta Malaquías, lo hago de acuerdo al contexto histórico de su consagración, en aquel escenario cuando Moisés tardó 40 días en su regreso del monte, tardanza aprovechada por los idólatras infiltrados dentro del pueblo, para dar rienda suelta a sus pasiones y arrastrar a muchos a su muerte, pues en ese juicio fueron ejecutados tres mil hombres (Éxo_32:28).
Obligaron, bajo amenazas de muerte, pues es fácil ver las piedras en sus manos, a Aarón a que les fabricase dioses, que los guiara, con el pretexto innoble de que:
"A este Moisés no sabemos que le haya acontecido" (Éx.32:1)
Moisés ha descendido, y en su ira, ha quebrado las tablas de la ley, como queriéndo decirnos:
"Para qué la ley a un pueblo rebelde y contradictor"
Éxo 32:25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos,
Éxo 32:26 se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo:
¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví
Sería hipocresía, que siendo esta tribu participante de este desorden idolátrico, se presentase ahora como los vengadores de sus mismos hermanos.
Por tal motivo, pienso que esta tribu no participó de los desórdenes idolátricos, mas bien se alineó con Moisés en este juicio, leemos:
Éxo 32:29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.
¿Cómo responde Dios a este acto de fidelidad por parte de la tribu de Leví?
Escuchemos las palabras dichas a Aáron:
Núm 18:2 Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, haz que se acerquen a ti y se junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.
Núm 18:4 Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del tabernáculo de reunión en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de acercar a vosotros.
Núm 18:5 Y tendréis el cuidado del santuario, y el cuidado del altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel.
Núm 18:6
Porque he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Y aquí vemos como Dios consagra el diezmo para el sostenimiento de esta tribu:
Núm 18:20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
Núm 18:21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos(B) en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.
Los levitas se convirtieron en la tribu sacerdotal y en los habitantes de las ciudades de refugio.
Nunca tuvieron su propia tierra como las otras tribus, pero el oficio sacerdotal de Leví era un privilegio.
CONCLUSIÓN
1. La Iglesia no está dividida en tribus
2. Todos somos real sacerdocio (1Pe_2:9)
3. El diezmo obligatorio fue substituido por la ofrenda voluntaria (2Co_9:7)
No se puede concebir, que siendo la Iglesia, figura de la Esposa de Cristo, contemplemos al Esposo cobrándole diezmos a su Esposa.
Ese es otro Jesús y es otro evangelio, otro espíritu que no es Santo y por lo tanto es la Iglesia de los hombres y no de Cristo.
Lamentablemente, este es el resultado abominable, de los mercaderes de la fe.