Si fuera como los católicos dicen, que Pedro era obispo de Roma:
1) La doctrina dada a los romanos debería hacer provenido de Pedro, no de Pablo.
2) Así y todo, ante la evidencia de que la carta doctrinal a los Romanos fue escrita por Pablo, ¿no debería haberla Pablo dirigido a Pedro, si es que realmente estaba en Roma y era el obispo de Roma?
Sin embargo, ni lo nombra:
Así empieza la carta de Pablo:
Rom 1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
Rom 1:2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
Rom 1:3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,
Rom 1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Rom 1:5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
Rom 1:6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
Rom 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Rom 1:8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
Rom 1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
Rom 1:10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Rom 1:11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
Rom 1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
Rom 1:13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
Rom 1:14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Rom 1:15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Rom 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Sería muy maleducado no mencionar a Pedro en la salutación, y menos todavía siendo que Pedro era el papa.
Una tremenda grosería.
Y al final de la carta, están las salutaciones:
Rom 16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea;
Rom 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Rom 16:3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,
Rom 16:4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Rom 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Rom 16:6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros.
Rom 16:7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.
Rom 16:8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor.
Rom 16:9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.
Rom 16:10 Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
Rom 16:11 Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor.
Rom 16:12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
Rom 16:13 Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
Rom 16:14 Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos.
Rom 16:15 Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos.
Rom 16:16 Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
Rom 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Rom 16:18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.
Rom 16:19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.
Rom 16:20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
Rom 16:21 Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.
Rom 16:22 Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor.
Rom 16:23 Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
Rom 16:24 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Rom 16:25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,
Rom 16:26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,
Rom 16:27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.
Saluda hasta al gato de la vecina, pero de Pedro... nada.
¿Por qué piensan que Pablo ni menciona a Pedro, ni su papado, ni nada de él?
1) La doctrina dada a los romanos debería hacer provenido de Pedro, no de Pablo.
2) Así y todo, ante la evidencia de que la carta doctrinal a los Romanos fue escrita por Pablo, ¿no debería haberla Pablo dirigido a Pedro, si es que realmente estaba en Roma y era el obispo de Roma?
Sin embargo, ni lo nombra:
Así empieza la carta de Pablo:
Rom 1:1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
Rom 1:2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
Rom 1:3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,
Rom 1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Rom 1:5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
Rom 1:6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
Rom 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Rom 1:8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
Rom 1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
Rom 1:10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
Rom 1:11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
Rom 1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
Rom 1:13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
Rom 1:14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Rom 1:15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Rom 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Sería muy maleducado no mencionar a Pedro en la salutación, y menos todavía siendo que Pedro era el papa.
Una tremenda grosería.
Y al final de la carta, están las salutaciones:
Rom 16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea;
Rom 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Rom 16:3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,
Rom 16:4 que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Rom 16:5 Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Rom 16:6 Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros.
Rom 16:7 Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.
Rom 16:8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor.
Rom 16:9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.
Rom 16:10 Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
Rom 16:11 Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor.
Rom 16:12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
Rom 16:13 Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
Rom 16:14 Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos.
Rom 16:15 Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos.
Rom 16:16 Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
Rom 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Rom 16:18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.
Rom 16:19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.
Rom 16:20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
Rom 16:21 Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.
Rom 16:22 Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor.
Rom 16:23 Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
Rom 16:24 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Rom 16:25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,
Rom 16:26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,
Rom 16:27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.
Saluda hasta al gato de la vecina, pero de Pedro... nada.
¿Por qué piensan que Pablo ni menciona a Pedro, ni su papado, ni nada de él?