Todo tiene una razón de ser.
Pero detecto que usted no es una persona honesta,
y humilde, con deseo sincero por aprender.
Porque de lo contrario consideraría las siguientes evidencias
que demuestran cómo se pronuncia el nombre de Dios:
Desde los tiempos de los masoretas (s. VII-XI), la pronunciación Jehová fue siempre considerada correcta. El primero en ponerla en duda, con gran escándalo, fue el escritor judío Elías Levita, en su obra
Massoret ha-Massoret (1538). Levita fue seguido poco tiempo después el teólogo católico-romano Gilbert Génébrard en su
Chronologia (1567), quien propuso por primera vez la pronunciación “Yahve”, basado en el testimonio del siglo V de Teodoreto, obispo de Ciro, quien señaló que los judíos no pronunciaban el nombre en su forma plena, pero que los samaritanos lo pronunciaban “Yahvé”, y los judíos “Yah”.
[2]
A pesar de estas dos obras, la posición a favor de “Yahvé” permanecería como minoritaria entre los eruditos hasta el siglo XIX. Sería el prestigioso hebraísta alemán Wilhem Gesenius (1786-1842), en su obra
Thesaurus, el primero en presentar la idea que las vocales del nombre “Jehová” son las del nombre
Adonai (“Señor”, en hebreo, y en consonancia con la práctica judía de pronuncia
Adonai en vez de leer el Tetragrámaton con su vocalización, Jehová). De esta manera, quedaba en el aire la cuestión de cuál tendría que ser entonces el nombre original de Dios. Entre otras posibilidades, Gesenius avanzó el nombre “Yahvé”, basándose en el testimonio de Teodoreto. Con todo, Gesenius no descartaba completamente el nombre “Jehová”:
“También aquellos que consideran que [Jehova] fue la pronunciación real (Michaëlis in Supplem. p. 534) no están totalmente sin base sobre la que defender su opinión. De esta manera, las sílabas abreviadas יְהוֹ
y יוֹ
, con las que comienzan muchos nombres propios, se pueden explicar de manera más satisfactoria”.
Por la influencia de Gesenius, teólogos alemanes como Heinrich Ewald (1803-1875) y Ernst Hegnstenberg (1802-1862) popularizaron el uso del nombre “Jahweh”,
[3] hasta llegar a ser considerado hoy por muchos, tal vez la mayoría, como el nombre original de Dios. Sin embargo, este nombre todavía tiene que hacer frente a grandes dificultades:
- a) La mayor de ellas, la falta completa de apoyo documental en los textos bíblicos hebreos, por lo que es enteramente especulativo.
- b) Descansa sobre el testimonio de un teólogo cristiano, Teodoro de Ciro, que ni siquiera sabía el hebreo.
- c) Hay que tener en cuenta que los samaritanos también llamaban a Dios “Yafeh” (e.d. “el bello”) como una manera poética de referirse a Dios, con lo que también podría tratarse simplemente de una confusión.
- d) Por último, es altamente improbable que los masoretas hubieran ocultado la pronunciación original y verdadera del nombre de Dios, sustituyéndola para ser leída por las vocales de “Adonai”. Primero, por la simple y evidente razón que la vocalización en ambas palabras es distinta; y segundo, porque en la actualidad se reconoce cada vez más el hecho de que los masoretas no eran judíos rabínicos, sino karaítas, una corriente en el judaísmo que siempre han reconocido y usado con libertad el nombre “Yehova”, como lo siguen haciendo, por lo demás, en la actualidad.
Significado del nombre Jehová
Contrariamente a lo que se suele afirmar, el nombre Jehová sí que tiene un significado concreto. Se trata de una forma nominal (por cuanto es el nombre propio de Dios), pero que tiene como raíz el verbo “ser” en hebreo (
hāyāh).
Sobre la base de esta raíz verbal, en la primera sílaba (ye-) se discierne claramente el prefijo de la tercera persona masculino singular del imperfecto o incumplido, lo cual sugiere claramente el tiempo
futuro.
La segunda sílaba (-ho-) señala claramente a la forma del participio masculino singular (cuya forma completa sería
hoyeh), sugiriéndose así el p
resente del verbo.
La tercera y última sílaba (-vah), se corresponde a la terminación de la tercera persona masculino singular en perfecto o cumplido de los verbos que acaban con la consonante
he (la “h” en español), lo cual sugiere el tiempo
pasado.
El significado del nombre Jehová sería, de esta manera, el compuesto “Él será, es, fue”. El nombre “Jehová”, pues, transmite la idea de
eternidad, y esta es la razón por la que Biblias de la Reforma en francés
tradujeron el nombre de Dios (en vez de transliterarlo) como “el Eterno”.
“Y Él fue, y Él es, y Él será en gloria”. Esto es lo que se canta en hebreo a cada servicio en las sinagogas, en el himno
Adon Olam (“Señor eterno”). Y, por supuesto, es también cómo en la Biblia se denomina al Señor Jesucristo: “Gracia
sea a vosotros y paz, del que es y que era y que ha de venir” (Apocalipsis 1:4, RV-SBT).
Última evidencia en apoyo al nombre Jehová
A continuación, ofrecemos una lista de los nombres teofóricos hebreos de la Biblia que comienzan o terminan como el nombre “Jehová” [ofrecemos simplemente la transliteración; pueden ver cómo están escritos en la Biblia en español consultando las citas].
[4]
Yehoadah (1 Cro 8:36)
Yehoaddan (2 Cro 25:1)
Yehoajaz (2 Re 10:35)
Yehoash (2 Re 11:21)
Yehojanan (1 Cro 26:3)
Yehoiakin (2 Re 24:6)
Yehoiada (2 Samuel 8:18)
Yehoiakim (2 Re 23:34)
Yehoiarib (1 Cro 9:10)
Yehonadab (2 Re 10:15)
Yehonatan (1 Cro27:25)
Yehoram (1 Re 22:50)
Yehosef (Sal 81:5/6)
Yehoshabeat (2 Cro 22:11)
Yehoshafat (2 Sa 8:16)
Yehosheba (2 Re 11:2)
Yehoshua (Nm 13:16)
Yehozabad (2 Re 12:21)
Yehozadak (1 Cro 6:14)
Asimismo, están los nombres teofóricos que acaban con la misma sílaba final que el nombre “Jehová”
Ab
iah (1 Sa 8:2)
Ah
iah (1 Sa14:3)
Amaz
iah (2 Re 12:21)
Atal
iah (2 Re 11:3)
Jizk
iah (2 Re 18:1)
Jil
kiah (2 Re 18:37)
Yedid
iah (2 Sa12:25)
Yesa
iah (1 Cro 3:21)
Yerem
iah (Jer 27:1)
Yos
iah (1 Re 13:2)
Mica
iah (2 Re 22:12)
Mor
iah (Gn 22:2)
Obad
iah (1 Cro 3:21)
Pekah
iah (2 Re 15:22)
Sera
iah (2 Sa 8:17)
Shema
iah (1 Re 12:22)
Ur
iah (2 Sa 11:3)
Uz
iah (2 Re 12:21)
Zajar
iah (2 Re 14:29)
Zedek
iah (1 Re 22:11)
A modo de conclusión, nótese cómo el nombre de Dios en el Antiguo Testamento, “Jehová”, es confirmado por el nombre de nuestro bendito Señor y Salvador, “Jesús”, tanto en hebreo (“Yehoshua”) como en griego, (“Iesous”), nombre que tiene un significado absolutamente glorioso: “Jehová es salvación”.
El nombre Jehová es el nombre de Dios en hebreo, proveniente de las traducciones de la Biblia de la Reforma. ¿Por qué algunos lo rechazan hoy?
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