Pues con lechita te estás atragantantando.Saludos y gracias por responder con las escrituras. Le responderé a las escrituras y su conclusión sobre esas escrituras para que lleguemos a su punto. Pero primero dejeme brevemente decirle que la palabra de Dios es un libro espiritual que no se entiende, en su completitud, por pensando que Dios escribió la Biblia de la misma manera que nosotros usamos expresiones vernáculas. No es buena idea mesclar las dos. Toda palabra de Dios es pura, y Dios dió cada palabra específicamente tal como lo quizo dar, y haremos bien en entenderlo.
1 Corintios 2:14 (RV1909)
Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.
Entonces, me disculpa si no le pongo atención a sus anologías. Quedemosnos con las escrituras. Pero me parece que usted interpreta la Biblia según su confío en las vernáculas y por eso está convencido que Ester no ayuno 3 días y 3 noches en actualidad. Antes de mirar a las escrituras, tomemos en cuenta lo que usted dijo, ¨Sería un gesto muy grosero , o peor aún hasta sospechoso, no comer con el Rey en ese banquete.¨. En la Bibia, hay muchos tipos de banquettes, y cada uno es específico a su propio contexto. En este contexto, el banquette no era de comida sino de vino. Eso lo vemos en el versículo que no citáste.
Ester 5:5–6 (RV1909)
Y respondió el rey: Daos priesa, llamad á Amán, para hacer lo que Esther ha dicho. Vino pues el rey con Amán al banquete que Esther dispuso. 6 Y dijo el rey a Esther en el banquete del vino: ¿Cuál es tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será concedida.
El segundo problema es su especulación de que ¨Sería un gesto muy grosero , o peor aún hasta sospechoso, no comer con el Rey en ese banquete.¨. Y solo me puedo imaginar que esto se debe al hecho que usted piensa que la Biblia es un libro escrito en forma vernacular tal como se habla en su país y el mio. Entonces, quizás lo logica le dirije a pensar y creer con certeza (y quizas convicción) que Ester 100% comió y bebió en vez de continuar con su ayuno como dijo que hiba hacer. Es muy peligroso pensar entender lo que sucedió sin Dios diciendolo. Y si Dios no lo escribió en Su palabra, es porque no es necesario tomarlo en cuenta para obtener doctrina correcta. Entonces, amenos que usted presente otro pasaje bíblico que nos dice que ella comió o bebió, esta cuenta no prueba nada contra los 3 días y 3 noches no siendo actualmente lo que dice ser.
Por eso me gustaría que muestres su punto ya, porque cuando tratas de establecer verdades bíblicas con ideas ajenas a la Biblia, pierdes mucho tiempo. Pero nos ahorrarías mucho tiempo si te limitaras a las Escrituras para demostrar tu punto específico. Gracias.
Te niegas a utilizar la razón que Dios te dió.
fíjate si las analogías vienen tan a pelo, que tu pretendes desbancar una deducción de sentido común llamándola una especulación, con un "argumento" chapucero diciendo que "el banquete era de vino" ....ugh!
1. tu crees que en "un banquete de vino" solo se sirve vino?
2. tu crees que lo invitó a una chupata?
2. que si lo invitó a beber, no le ofreció siquiera una picadita?....un pinchito?
3. digamos que Ester no comió...... acaso no había dicho que ayunaría de comida Y BEBIDA?
ciertamente , tu discernimiento ESPIRITUAL está vedado por una literalidad mal entendida. Tu mismo terminas violando Corintios 2:14 pensando que es una locura que porque diga "banquete de vinos" no hubo comida o que tomar vino no rompe un ayuno.
No me pidas que yo argumente a mi manera, si no te gustan las analogías es tu problema y no el mío. Has pensado alguna vez que cuando Pablo se refería en sus cartas a "LAS ESCRITURAS", sus propias cartas no eran "ESCRITURA"?.
Me imagino, que si tu hubieses asistido a una reunión con el Señor, le dirías : "te ahorrarías mucho tiempo si no contaras tantas parábolas y te limitaras a las Escrituras".
Las analogías son herramientas de catequesis muy útiles.
ahora bien, el asunto de fondo es que "tres días y tres noches" equivalió en efecto a un período de tiempo que va del día de la mención de la ocurrencia de un evento (en este caso el ayuno de Ester) , hasta el día que se ejecuta ese evento (el rompimiento del ayuno).