Gál 3:20 Ahora bien, cuando hay uno solo no hay mediador, y Dios es uno solo.
Gál 3:21 Según eso, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si de hecho se nos hubiera otorgado una ley capaz de vivificar, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley.
Gál 3:22 Pero, de hecho, la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo.
Gál 3:23 Y así, antes de que llegara la fe, estábamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse.
Gál 3:24 De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe.
Gál 3:25 Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo.
Gál 3:26 Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
Gál 3:27 En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo:
Gál 3:28 ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Gál 3:29 Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos según la Promesa.
1Ti 2:3 Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador,
1Ti 2:4 que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad.
1Ti 2:5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también,
1Ti 2:6 que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Este es el testimonio dado en el tiempo oportuno,
1Ti 2:7 y de este testimonio - digo la verdad, no miento - yo he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad.
¿Quién se entregó a sí mismo como rescate por todos? El Padre o el Hijo?
Ese quien se entregó a sí mismo como rescate por todos, es Dios, nuestro Salvador (1Ti 2, 3)
Por eso en Gálatas 3, refiere a que somos hijos de Dios (con minúscula) por la fe en Cristo Jesús. Pues esa era la enseñanza al decir Hijo de Dios.
Hijo de Dios unigénito y primogénito. Es decir, Dios hay uno solo, y el Hijo de Dios, es Dios. Ese es quien nos salva, y por la fe, somos sus hijos, adoptivos como parte del Cuerpo de Cristo..
Los Gálatas tenían la influencia del gnosticismo ya en el siglo I. San Pablo escribía a los Gálatas para combatir tus doctrinas.
Dios no cede su gloria a nadie, el trono es 1, pues es de Dios, de Cristo, y el Padre y el Hijo, son 1.