Personalmente creo en la existencia de un Dios, o más exáctamente, creo que probablemente debe existir un Dios. Sin embargo, estoy convencido de que ese Dios no es el de la Biblia, ni el del Corán, ni tampoco el de ningún Libro Inspirado o Revelado. Ninguna religión es cierta, ninguno de sus dioses es real, es lo que yo creo.
En mis primeros años de universidad lei bastante acerca del origen del Antiguo Testamento, o, por llamarlo como lo denominan los expertos, la Biblia Hebrea. La conclusión más importante que saqué de esos años de estudio fue que esos textos eran terriblemente humanos, escritos por humanos con objetivos claramente humanos. No había ningún Dios en sus páginas, y tampoco vi ninguna intervención Suprema en ninguna de sus palabras. No existía Inspiración, ni Revelación, nadie había dictado a los hombres lo que debía escribirse.
Una de las bases que estudié para afianzar mis convicciones en aquel momento fueron los estudios arqueológicos y lo que ellos nos decían de la Biblia Hebrea. Poco a poco esos estudios fueron descubriéndome que lo escrito en ese inmenso libro no correspondía con las realidades que habían sido descubiertas en innumerables excavaciones a lo largo de todo el territorio de Israel e incluso el Sinaí. No existen pruebas de un éxodo masivo de esclavos desde Egipto hasta un Canaan ocupado y gestinado por ellos en los años en los que se supone que ocurrió, ni tampoco ninguna prueba de una enorme campaña militar para conquistar Canaan tras cuarenta años de marcha por el desierto.
Obviamente, existen muchas pruebas que, sacadas de su contexto, pueden dar la impresión de que la Biblia Hebrea tiene razón en lo que afirma. Por ejemplo, hay pruebas de incendios y de algunas batallas en muchos de los pueblos nombrados en la Biblia que corresponderían por fechas al comienzo de la conquista llevada a cavo por Josué. Sin embargo, esta supuesta conquista habría comenzado por el norte, y desde la costa, y no habría penetrado demasiado en el interior. El itinerario tampoco coincide con el otorgado por el Antiguo Testamento, y los incendios de localidades se prolongan durante un siglo, poco más o menos. Además, tenemos pruebas escritas de que los conquistadores fueron un pueblo marino venido del norte, o del oeste, ya que así lo afirman fuentes Egipcias y también documentos escritos encontrados en Creta, importante puerto en aquellos días.
También lei algunos libros dedicados a la Crítica Textual del Antiguo Testamento, en ellos se desprendían ciertas conclusiones que tampoco me ayudaron a confirmarme en mi Fe.
Pongamos un ejémplo práctico, El Pentateuco, según los expertos, dispone de cuatro fuentes distintas cláramente diferenciables:
** Fuente Yahvista (J), que correspondería al punto de vista de de la monarquía unificada del Reino de Judá entre los años 970-930 a.e.c., seguramente muchas de sus historias habrían sido puestas por escrito en Jerusalén, bien en esa época o poco después. Una de sus características es la utilización del nombre YHWH para designar a Dios de forma sistemática.
** Fuente Elonista (É), que correspondería al punto de vista del Reino de Israel, y que habría sido desarrollada entre los años 930-720 a.e.c. Una de sus características es la utilización de Eiohim o El para nombrar a Dios.
** Fuente Deuteronomista (D), esta fuente corresponde al Deuteronomio, libro que no tiene una clara relación textual con los otros libros del Pentateuco, pero que parece guardar una enorme relación con otros libros que exponen la historia posterior, como Jueces.
** Fuente Sacerdotal (P), que incluye a la mayor parte de los pasajes que relatan asuntos rituales. Parece estar muy interesada en aspectos tales como la pureza, el culto y las leyes relativas a los sacrificios.
Entre todas estas fuentes existen unos pasajes, que algunos expertos denominan R, que consisten en frases de transición y excursos editoriales. Según los expertos, aunque posiblemente los textos comenzaron a realizarse en el siglo X a.e.c., fue en el siglo VII a.e.c. cuando se recopilaron por sacerdotes, de Jerusalén lo más probable, para formar un único corpus de libros unificado. Algunos consideran que la recopilación pudo ser incluso posterior, retrasándola a la época helénica (siglos IV-II a.e.c.)
Obviamente, esta recopilación de textos tuvo un objetivo, y resulta revelador que el Pentateuco fuese escrito, o cuanto menos recopilado, cuando el vecino Reino de Israel había caído, y el Reino de Judá veía posibiltadas sus aspiraciones expansionistas, frente a un Egipto muy debilitado y una Babilonia que no se interesaba por la política de la región tras destruir al más poderoso Reino de Israel. Cada cual puede leer el Génesis, Éxodo, Levítico y Números, y sacar de ellos y los datos históricos que conocemos la conclusión que considere más apropiada.
No fue una sóla cosa la que me alejó del Cristianismo, fueron muchas cosas, un conjunto de datos que fui recopilando poco a poco, y que, cada uno por separado, no habrían sido capaces de eliminar mi Fe, pero que todos juntos terminaron por destruirla por completo.
Saludos a todos los que participan de este interesante tema.
Atentamente, Cthulhu.