JAVAN;n3159698 dijo:...
Si la paga del pecado es la muerte y los pecados de los padres no se imputan a los hijos, porque el alma que pecare, esa morirá (textos que dices conocer de memoria), queda muy claro, aunque lo vuelvas a mutilar, que te inventaste esa de que "el pecado ancestral en el que somos concebidos, nacimos y vivimos tiene por paga la muerte física y natural".
-Lo que todavía te falta ver es que nosotros no somos pecadores porque pequemos, sino que pecamos porque somos pecadores.
-Tan fácil y natural nos resulta el pecar como el respirar, y aunque el principio del pecado es el mismo en el corazón del padre Adam que en el mío, de mi propia voluntad y responsabilidad es que peco, no pudiéndole achacar culpa a Adam por ello.
-Porque todos pecamos, todos morimos, pero si bien el efecto del pecado es universal en cuanto a la mortalidad, es distinto tras lo que a ella sigue, según la vida haya pautado un sendero de arrepentimiento y fe, o de endurecimiento e incredulidad. Así, cielo e infierno marcan dos destinos muy distintos, porque distinto es morirse en los pecados en que se vivió, que hacerlo con ellos perdonados y limpiados por la sangre de Jesucristo.