LA SUJECION DE LA ESPOSA SEGUN LA ESCRITURA
LA SUJECION DE LA ESPOSA SEGUN LA ESCRITURA
A todos los lectores Cristianos.
Este tema sobre el velo como simbolo de sujeción a Cristo como Cabeza de la Iglesia en un sentido corporativo y al varón en el ámbito del matrimonio, ha generado un sinnúmero de reacciones, la mayor parte plenas de amargura por parte de un grupito liberal, acostumbrado a utilizar los patrones del mundo para socavar la doctrina apostólica y entre ellos, adoptar el principio de desobediencia sembrado por la serpiente antigua:
¿Con que Dios os ha dicho que el varón es cabeza de la mujer?
Pues bien, cuando se les confronta con la Escritura, prefieren ignorarla y armar sus propias argumentaciones mediante razonamientos absurdos, y carentes de apoyo biblico al hacerse los interpretes de lo que Dios acepta y lo que no acepta...así esté escrito. O sea que hacen de Dios ministro de sus propios disparates.
BASE BIBLICA
Efe 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Efe 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Efe 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Efe 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Efe 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Efe 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Efe 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Efe 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Efe 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Efe 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Efe 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Efe 5:32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Efe 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Cuando examinamos esta porción:
Efe 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Efe 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Efe 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Efe 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Debemos reconocer que el Esposo ama a su Esposa con una devoción incondicional. Respecto a este punto, alguna vez un amigo me confesó que el pensaba que "amarse uno mismo" significaba alimentarse con manjares delicados y acicalarse con una presentación impecable, pero cuando había leído esta porción, su concepto de amarse asi mismo cambió por completo.
Ahora, respecto a esta otra porción:
Efe 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Efe 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Efe 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
La esposa reconoce la responsabilidad que Dios le ha dado a su esposo y respetuosamente sigue su liderato, este tipo de mujer piadosa no cuestiona el uso del velo porque comprende espiritualmente su significado, leemos:
1Co 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
1Co 11:5 Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
No se requiere mucho discernimiento para entender que la afrenta no es a su cabeza física sino a su Esposo y que al no colocarse un velo, desciende a la condición de una mujer pagana tal como está escrito aquí:
Deu 21:10 Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
Deu 21:11 y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
Deu 21:12 la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas,
En este escenario idílico, ninguno de los dos tiene que estar recordándole a su pareja que debe cumplir su responsabilidad, porque alcanzar esta elevada norma es suficiente como para respetar a cada cual de por vida.
Ahora, este versículo:
Efe 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
...es suficiente para comprender que en un matrimonio cristiano no es el varón quién domina a la mujer, sino que allí quién gobierna es el Señor con ambos en sujeción a Èl.
Aquí se habla de ambos en sujeción al Señor, mientras que aquí:
Efe 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
...se enfatiza el respeto al Esposo, de manera que "someterse" y "respetar" son términos que aplican para ambos, no solamente en la esfera matrimonial sino también en su relación con Cristo.Conscientes de que el Señor les ha encomendado lo que es mejor para ellos, los cónyuges cumplen cada uno su responsabilidad en sus respectivos roles por sumisión a él; cada cual lo hace en obediencia al Señor y no porque la otra parte debe obedecerle a él. Sean agradables o difíciles estas funciones, la fuerza para obedecer al Señor puede venir tan sólo del Espíritu de Dios.
El matrimonio cristiano requiere una disposición a ser un cónyuge lleno del Espíritu Santo en ambas direcciones.
Los ejemplos de una humilde sumisión al Señor y una entrega a su voluntad son las influencias más poderosas para bien en la vida de cualquier creyente. Nuestro andar proporciona mucho mejor dirección que nuestras palabras, no importa cuán fuertes, persuasivas o aparentemente piadosas sean ellas.
De manera que el asunto del velo relacionado con la sujeción al Esposo en el ámbito matrimonial y Espiritualmente a Cristo en el ámbito de la Iglesia no es algo que deba menospreciarse como una nimiedad o una costumbre obsoleta como una mente profana puede llegar a razonar.
Es un símbolo de sujeción al varón, mientras que el varón debe estar igualmente sujeto a Cristo, así ambos, en armonía espiritual se someten a las sanas enseñanzas del Espíritu Santo para la gloria de Cristo.
Abrir el oído al siseo de la serpiente antigua:
¿Con que Dios os ha dicho que la mujer debe sujetarse al varón?
Solo puede ser dudado por creyentes caídos.
Natanael1
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