Re: ¿ Por que algunas cristianas no se tapan la cabeza para orar ?
La razòn, es que: por causa de los àngeles de las Iglesias, debe llevar "señal" de respeto a la autoridad de su marido o padre, segùn los apòstoles entregaban el "orden" de la Asamblea, y esto segùn mandamiento del Señor.
Repito, se supone que la naturaleza misma nos enseña, que a la mujer le es glorioso tener el cabello largo.
Por tanto el mandato: "debe" llevar señal de autoridad -de estar bajo autoridad- sobre su cabeza; señala, que el velo se lleva sobre el cabello largo. Es decir: el cabello largo le es dado en -el- lugar -que debe ir- el velo.
Así es de sencillo.
Tan-tan.
La pregunta es ¿podrán con esa enorme carga las hermanas?, ¿podrán amablemente hacerselos ver sus maridos?
Ese es el problema, no otro.
Si algunos de los foristas le hubiesen dedicado más tiempo a explicárselos a sus mujeres en vez de estarse resistiendo frontalmente al Señorío de Cristo, estariamos trabajando únanimemente los cristianos por tener en la oración y nuestro culto racional la fuerza que requiere el cristianismo para ser luz a un mundo cuya maldad aumenta en forma proporcional a la que se enfría el cristianismo.
pero quedense con sus razones que son de lo más elocuentes. A ver con que "rollo" y que explicación y discertación salen el dia que den cuentas por no sujetarse a algo tan sencillo.
Si en esto que les parece tan poco, tan "inutil", se defienden tanto para no hacerlo, ¿cómo soportarán las cargas de los más débiles?, si en esto que les parece tan poca cosa, casi desprciable (para algunos) no pueden ser fieles, ¿como podrían ser fieles en lo mucho?, si esto que no pesa nada lo ven como una pesada carga, imposición, legalismo, fariseismo, judaismo, y todos los males que le han inventado ¿como podrán cargar su cruz cada día?.
No lo entiendo, tanta inconsitencia, tanta incongruencia, tanta falta de lealtad a la Palabra, en los cristianos me resulta fatídica y franco signo de lo que se nos viene ensima: la apostasía.
Pastores cuiden los rebalos que no son suyos, enseñen en algo tan pequeño lo que es la fidelidad a Dios, descubran quien es cabeza de quien y lo que es sujeción, y ayuden por amor a Dios, a que las oraciones de nuestras hermanas no tengan estorbo.
Obedézcan las enseñanzas de Pablo, abrázenlas, haganlas suyas; enséñenlas. No las dejen morir en la borágine del modernismo, del humanismo, del liberalismo teológico, del feminismo, ni en el empecinamiento absurdo de quienes han perdido ya el discernimiento para diferneciar lo cierto de lo falso.
Alguna vez, alguien cambió toda su bendición por un sencillo plato de lentejas y las consecuencias de ese desliz, de ese mal pase, de ese subestimar lo valioso fue terrible para Esaú.
Saludos.
