Si Pedro hubiera sido el primer papa, habría sido nombrado obispo de Roma. De hecho, no hay ninguna prueba explícita en las Escrituras de que Pedro estuviera alguna vez en Roma, y mucho menos de que fuera pastor allí. La tradición dice que murió en Roma, y eso podría ser cierto, pero la Biblia no da ninguna pista sobre el lugar de su muerte. Hay una referencia a que Pedro escribió desde «Babilonia», nombre que a veces se aplica a Roma (1 Pedro 5:13), pero esto se presta a interpretación.
Las Escrituras guardan completo silencio sobre la presencia de Pedro en Roma, incluso en pasajes donde cabría esperar al menos una mención. Por ejemplo, Pablo escribió su carta más larga a la iglesia de Roma. En la conclusión, Pablo saluda a 28 personas, además de a varios «hermanos y hermanas» no especificados y al «pueblo del Señor» (Romanos 16:3-15). Pero nunca menciona a Pedro. ¿Por qué Pablo incluiría más de dos docenas de saludos personales a amigos en Roma y no saludaría a Pedro, especialmente si Pedro era el obispo? Quizás porque Pedro no estaba allí.
Además, en la última carta de Pablo, la Segunda Epístola a Timoteo, que escribió desde Roma alrededor del año 67 d. C., él menciona a diez personas que lo visitaron en Roma. Pero no menciona a Pedro. ¿Por qué? Quizás Pedro no visitó a Pablo en Roma porque no se encontraba en ningún lugar cerca de Roma (y no era el papa).
