Para Catholico 34

Sigamos viendo algo más de estos cristianos del Siglo I, por boca de uno de los Papas, el tercero después de San Pedro Apóstol. Escribe claramente como quien tiene la autoridad. Se dirige a la ya conocida iglesia de los corintios (siempre tan levantiscos entre ellos), para ocuparse de sus problemas que han llegado a la Sede de Pedro, qu él ocupa hasta su martirio de fe.

A causa de las inesperadas y sucesivas calamidades que nos han sobrevenido... hemos tardado algo en prestar atención al asunto discutido entre vosotros, esa sedición extraña e impropia de los elegidos de Dios, detestable y sacrílega, que unos cuantos sujetos audaces y arrogantes, han encendido hasta tal punto de insensatez, que vuestro nombre honorable y celebradísimo, digno del amor de todos los hombres, ha venido a ser objeto de grave ultraje...


Habla de graves desaveniencias entre los Corintios (..lo normal..), que han llegado a expulsar a su propio Obispo, no se sabe bien los motivos.

Pero lo relevante es como habla claramente asumiendo que debe " prestar atención." a ese asunto.

Una evidencia más de la organización de la Iglesia, según la quiso Cristo y entendieron los Apóstoles, mentores del propio Obispo Clemente.

Dios nos bendiga.
 
Originalmente enviado por: Jetonius
LA VERDAD HISTORICA SOBRE EL CULTO A LAS IMÁGENES


No es necesario insistir aquí con el hecho de que en el Antiguo Testamento se prohíbe que los israelitas se hagan imágenes y que les rindan culto (Exodo 20:4-5; Deuteronomio 5:8-9). Los profetas, en particular Isaías y Jeremías, ridiculizan el culto a las imágenes idolátricas: Isaías 44: 9-20; Jeremías 10: 1-16. El episodio del becerro de oro (Exodo 32), como los de Jeroboam (1 Reyes 12: 26-33) ilustran las consecuencias de la transgresión.

Cabe subrayar que lo que se prohíbe de manera absoluta es que el hombre se haga imágenes por su propia iniciativa con el objeto de rendirles culto. Por tanto, no está prohibida para los cristianos la hechura de imágenes con fines didácticos, recordatorios u otros. La mayoría de los cristianos toma fotografías de los seres queridos y admite la erección de monumentos públicos y esculturas. Empleamos imágenes para enseñar a nuestros niños y vemos películas y videos donde Jesús y los Apóstoles son representados.

Aunque el judaísmo tardío entendió la prohibición de las imágenes de manera absoluta, tal actitud no está justificada por los datos bíblicos. En efecto, Dios mismo mandó hacer imágenes bordadas, talladas y esculpidas para el tabernáculo, como también la serpiente de bronce (Números 21:9) que según Jesús enseñó era un tipo de su muerte redentora (Juan 3:14). Lo que evidentemente estaba proscripto era rendir culto a las imágenes, como lo demuestra la aprobación divina ante la destrucción de la serpiente de bronce cuando ella se tornó objeto de culto para los israelitas (2 Reyes 18:4).

Los primeros cristianos dejaron testimonios de su fe por medio de las imágenes que hasta hoy se conservan en las catacumbas. Sus representaciones, mayormente pictóricas, incluían episodios de la Biblia, símbolos como el pez (griego YCHTHYS, acrónimo de Iesous Christos , Theou Hyious, Soter = Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador), y del Buen Pastor. Sin embargo, no existe evidencia de que existiese ningún tipo de culto hacia tales imágenes recordatorias.

Adrian Fortescue escribe en la Catholic Encyclopedia:
“Diferente de la admisión de imágenes es la cuestión del modo en que eran tratadas. ¿Qué signo de reverencia daban los primeros cristianos a las imágenes de sus catacumbas, si es que daban alguno? Para el primer período no tenemos información. Hay tan pocas referencias en absoluto a las imágenes en la literatura cristiana más primitiva que difícilmente hubiésemos sospechado su ubicua presencia si no estuviesen realmente allí en las catacumbas como el argumento más convincente. Pero estas pinturas de las catacumbas no nos dicen cómo eran tratadas. Podemos dar por sentado, por una parte, que los primeros cristianos entendían perfectamente que las pinturas no tenían parte alguna en la adoración debida sólo a Dios. Su monoteísmo, su insistencia en el hecho de que servían solamente al todopoderoso e invisible Dios, su horror ante la idolatría de sus vecinos, la tortura y muerte que sufrían los mártires antes de derramar una pizca de incienso ante la estatua del numen del emperador son suficientes para convencernos de que no estaban disponiendo filas de ídolos propios. Por otra parte, el lugar de honor que le dan a sus símbolos y pinturas, el cuidado con el que decoran, indica que trataban a las representaciones de sus creencias más sagradas con el menos una decente reverencia. Es a partir de esta reverencia que toda la tradición de venerar las imágenes sagradas se desarrolló gradual y naturalmente.”
(s.v. Images, Veneration of . The Catholic Encyclopedia, Volume VII, 1910)


Tal vez las escasas alusiones a las imágenes no nos proporcione información de cómo eran tratadas, pero este mismo hecho testimonia que su papel en la vida cristiana era modesto, y en modo alguno tenía la importancia indebida que adquirió luego.

De hecho, diversos escritores cristianos primitivos (siglos II y III) fueron explícitos acerca de la prohibición de imágenes en el culto, ya que veían claramente el peligro de idolatría que esto suponía. El citado autor católico reconoce que ellos no sólo denunciaron la adoración, sino incluso la manufactura y posesión de las tales imágenes, y menciona a Atenágoras en su “Legación a favor de los cristianos”, Teófilo en su “Carta a Autólico”, Minucio Félix en su “Octavio”, Arnobio en “Contra los Gentiles”, Tertuliano en “Sobre la Idolatría” y Cipriano en “La vanidad de los ídolos.”
A esto podríamos agregar el testimonio de Orígenes (m. 254):
“Son los más ignorantes quienes no se avergüenzan de dirigirse a objetos sin vida ... y aunque algunos pueden decir que estos objetos no son sus dioses sino tan sólo imitaciones de ellos y símbolos, sin embargo se necesita ser ignorante y esclavo para suponer que las manos viles de unos artesanos puedan modelar la semejanza de la Divinidad; os aseguramos que el más bajo de los nuestros se ve libre de tamaña ignorancia y falta de discernimiento.” (Contra Celso, 6:14).

Javier Gonzaga narra la siguiente ilustrativa anécdota:
“Cuando los soldados de Diocleciano [emperador que lanzó la última gran persecución contra los cristianos] irrumpieron en una iglesia en Nicomedia [en] el año 297 mostraron su ignorancia total del cristianismo al sorprenderse de no encontrar ninguna representación de lo que los cristianos adoraban allí. Esto era precisamente lo que diferenciaba a una iglesia cristiana de un templo pagano.” (Concilios. Grand Rapids: International Publications, 1965; 1: 237).
Por la misma época del acontecimiento recién narrado, Lactancio (240-320) escribió:
“Es indubitable que en donde quiera que hay una imagen no hay religión. Porque si la religión consiste de cosas divinas, y no hay nada divino más que en las cosas celestiales, se sigue qu e las imágenes se hallan fuera de la esfera de la religión, porque no puede haber nada de celestial en lo que se hace de la tierra ... no hay religión en las imágenes, sino una simple imitación de religión.” (Instituciones Divinas 2:19).
En 305 ó 306 un concilio reunido en Elvira, cerca de la actual Granada, estableció en su canon 36: “Ordenamos que no haya pinturas en la Iglesia, de modo que aquello que es objeto de nuestra adoración no será pintado en las paredes.” En el pasado, apologistas católicos como Baronio y Bellarmino cuestionaron este sínodo español, pero su ortodoxia es hoy generalmente admitida.
Eusebio de Cesarea habla de una estatua de Cristo existente en Paneas que tuvo ocasión de ver, y comenta:
“Y no es extraño que hayan esto aquellos paganos de otro tiempo que recibieron algún beneficio de nuestro Salvador, cuando hemos indagado que se conservaban pintadas en cuadros las imágenes de sus apóstoles Pablo y Pedro, e incluso del mismo Cristo, cosa natural, pues los antiguos tenían por costumbre honrarlos de este modo, sin miramiento, como a salvadores, según el uso pagano vigente entre ellos.” (Historia Eclesiástica 7,18:4; negritas añadidas).
Asimismo Epifanio (315-403), obispo de Salamina en Chipre, quien era un acérrimo enemigo de las enseñanzas de Orígenes, concuerda con éste contra las imágenes, según una carta a Juan, obispo de Jerusalén , conservada por Jerónimo. Epifanio fue a una iglesia de Palestina a orar y, según dice: “hallé allí una cortina colgada en las puertas de la citada iglesia, teñida y bordada. Tenía una imagen de Cristo o de uno de los santos; no recuerdo precisamente de quién era la imagen. Viendo esto, y oponiéndome a que la imagen de un hombre fuese colgada en la iglesia de Cristo, contrariamente a la enseñanza de las Escrituras, la desgarré ...” Epifanio aconseja además a Juan que instruya a los responsables para que no se cuelguen cortinados de esa clase en ninguna Iglesia de Cristo, “opuestos como están a nuestra religión” , y continúa: “Un hombre de tu rectitud debiera ser cuidadoso en quitar una ocasión de ofensa, indigna por igual de la Iglesia de Cristo como de aquellos cristianos que están confiados a tu cargo.” (Jerónimo, Ep. 51:9).
En uno de sus escritos contra los maniqueos, Agustín de Hipona admite que algunos adoran imágenes, pero no reconoce a los tales como a verdaderos cristianos: “No reúnas contra mí a los profesantes del nombre cristiano, quienes ni conocen ni dan evidencia del poder de su profesión... Sé que hay muchos adoradores de tumbas y de pinturas ... Ni es sorprendente que entre tantas multitudes [de cristianos] hayas de encontrar algunos por la condenación de cuya vida puedas engañar a los incautos y seducirlos [para sacarlos] de la seguridad católica.” (De Moribus Eccl. Cath., 34:75).
El obispo de Hipona, como Orígenes antes que él, refutó de antemano el argumento de Santo Tomás acerca de que no se le rinde culto a la imagen, sino a lo que representa:
“¡Avergüéncense todos los que sirven a una escultura, los que se glorían en los ídolos! Pero avanza uno que se cree docto y dice: ‘Yo no adoro a una piedra ni esta imagen que no tiene sentimientos; porque no es posible que vuestros profetas hayan imaginado que tenían ojos y no veían, y que yo sea ignorante hasta el punto de no saber que la imagen no tiene alma y no ve por sus ojos y no oye por sus oídos. Yo no adoro esto; sino que me inclino ante esto que veo y sirvo a aquel a quien no veo’, ‘¿quién es éste?’. ‘Algún poder invisible –se nos dice- que radica en esta imagen.’ Mediante esta clase de explicación acerca de sus imágenes, piensan que son muy listos y que en modo alguno se les puede contar entre los adoradores de ídolos .” (Sobre Salmos 96, 2; negritas añadidas).
De este modo, la enseñanza unánime de los Padres, la cual la Iglesia de Roma se precia de respetar y venerar, es opuesta al uso de imágenes en el culto. Adicionalmente, como notó Agustín, tampoco los paganos, salvo los muy incultos, tomaban a las imágenes como algo más que representaciones; pero son precisamente tales representaciones lo que los escritores cristianos antiguos prohíben como contrarias a las Escrituras y por tanto opuestas al cristianismo.
Sin embargo, a partir del siglo IV y sobre todo del V, luego de que el cristianismo devino la religión oficial del Imperio y de que vastas mutiltudes de paganos incultos ingresasen a la iglesia, el empleo de imágenes comenzó a generalizarse. La razón invocada fue que las imágenes eran los libros de los analfabetos, y que eran necesarias para la enseñanza. A fines del siglo VI el papa Gregorio Magno censuraba al obispo de Marsella, Sereno, por haber destruido las imágenes de las iglesias de su diócesis:
“Hemos sabido, hermano, que habiendo observado a algunas personas adorando imágenes, habéis destruido y arrojado esas imágenes de las iglesias. Os alabamos por haberos mostrado celoso ya que nada hecho de manos debe ser adorado , pero somos de la opinión que no debíais haber roto estas imágenes. La razón por la que se usan las representaciones en las iglesias es la de que aquellos que son iletrados puedan leer en las paredes lo que no pueden leer en los libros. Por tanto, hermano, debíais haberlas conservado, prohibiendo al mismo tiempo al pueblo que las adorase .” (Epístola 7,2:3).
En una epístola posterior a Sereno escrita en 600, Gregorio Magno reitera su posición; “tomad todas las medidas para evitar la adoración de las imágenes” (Epístola 9,4:9). He aquí un obispo de Roma que, a fines del siglo VI y principios del VII, desconoce todo culto lícito a las imágenes y las considera exclusivamente de valor didáctico. Ludwig Ott escribe: “Por efecto de esa proibición existente en el Antiguo Testamento, vemos que el culto a las imágenes solamente se forma una vez que el paganismo gentílico está totalmente vencido....” (Manual de Teología Dogmática, Ed. Rev. Barcelona: Herder, 1969, p. 480).
Sin embargo, el tiempo mostraría que el paganismo distaba de estar vencido y que el temor de Sereno de Marsella era muy fundado. Se descuidó la catequesis y la predicación, y pronto proliferó el culto a las reliquias e imágenes, de puro linaje pagano. Ott admite: “Primitivamente, las imágenes no tenían otra finalidad que la de instruir: La veneración a las mismas (por medio de ósculos, reverencias, cirios encendidos, incensaciones) se desarrolló principalmente en la iglesia griega desde los siglos V al VII” (l.c.). Es decir que, como lo reconoce este autor católico, no se trata de una práctica trazable a los apóstoles, y ni siquiera a la Iglesia de los primeros siglos. Tal verdad es reafirmada por Fortescue, en el artículo de la Catholic Encyclopedia ya citado:
“El desarrollo fue entonces un asunto de moda general más que de principio. Para el cristiano bizantino de los siglos V y VI las postraciones, besos e incienso eran las formas naturales de mostrar honor a cualquiera; él estaba habituado a tales cosas, aún aplicadas a sus superiores civiles y sociales; estaba acostumbrado a tratar a los símbolos del mismo modo, dándoles el honor relativo que era obviamente en realidad dirigido a sus prototipos. Y así llevó sus hábitos normales a la iglesia. La tradición, el instinto conservador que en asuntos eclesiásticos insiste siempre en la costumbre, gradualmente hizo estereotipos de tales prácticas hasta que se inscribieron como rúbricas y se hicieron parte del ritual...
Al mismo tiempo uno debe reconocer que justo antes del surgimiento del iconoclasmo [reacción violenta contra las imágenes] las cosas habían ido muy lejos en la dirección de la adoración de las imágenes. Aunque es inconcebible que nadie, excepto quizás el más estúpido campesino, pudiese haber pensado que una imagen podía oír las oraciones o hacer nada por nosotros. Y sin embargo, la forma en que algunos trataban a sus íconos sagrados indica más que el honor meramente relativo que se les enseña a los católicos a observar hacia éstos. En primer lugar, las imágenes se habían multiplicado enormemente en todas partes, las paredes de las iglesias estaban cubiertas por dentro de piso a techo con íconos, escenas de la Biblia [y] grupos alegóricos (un ejemplo de esto es Santa María Antigua, construida en el siglo VII en el foro romano, con su disposición sistemática de pinturas que recubren toda la iglesia). Los íconos, especialmente en el Oriente, eran llevados como protección en los viajes, marchaban a la cabeza de los ejércitos, y presidían las carreras en el hipódromo; colgaban en un lugar de honor en cada habitación, sobre cada comercio; cubrían copas, vestimentas, muebles, anillos; dondequiera que se encontrase un espacio, era llenado con un cuadro de Cristo, nuestra Señora, o un santo. Es difícil entender lo que aquellos cristianos bizantinos de los siglos VII y VIII pensaban acerca de ellos. El ícono parece haber sido en cierto modo el canal a través del cual se aproximaban al santo; tiene un valor sacramental ... en aquellos que lo miraban; por y a través del ícono Dios obraba milagros; el ícono hasta parece haber tenido una especie de personalidad propia en la medida en que ciertas imágenes eran especialmente eficaces para [obtener] ciertas gracias. Los íconos eran coronados con guirnaldas, se les quemaba incienso, eran besados. Delante de ellos ardían lámparas y se cantaban himnos en su honor. Los enfermos eran puestos en contacto con ellos, eran atravesados en el camino de un fuego o una inundación para detenerlos por una especie de magia. En muchas oraciones de este tiempo la inferencia natural de las palabras sería que se dirigían a la imagen misma.”
Es interesante que este autor romanista, al tiempo que intenta eximir a los católicos de aquello que achaca a los orientales, presenta como paradigma de la profusión de imágenes a una iglesia de Roma. Del mismo modo, para cualquiera que, como quien esto escribe, viva en un país de tradición católica, el retrato que hace de los excesos de los orientales resulta dolorosamente familiar.
Cuando el emperador León III Isaurio emitió decretos contra las imágenes, el papa Gregorio III (731-741) convocó un sínodo que excomulgó a los adversarios de las imágenes. “El emperador por toda respuesta arrebató los obispados griegos de la Ialia meridional y Sicilia de la superintendencia del papa, trasladándola a la del patriarca de Constantinopla. Mientras tanto en Roma, el papa ordenaba la multiplicación de las imágenes en los templos, construyendo también una capilla especial para la veneración de reliquias ‘sagradas’.” (Gonzaga, o.c., 1: 242).
Más de 300 obispos concurrieron a un concilio convocado en Hiereia por Constantino V, hijo y sucesor de León III en 754. Allí tras escuchar y discutir los argumentos de los partidarios de las imágenes, se estableció que los únicos símbolos del culto cristiano eran el pan y el vino de la Eucaristía. Los iconolatras fueron excomulgados, y se prohibió el uso de imágenes tanto privado como público.
Sin embargo, más tarde la emperatriz regente, Irene, ardiente partidaria de las imágenes, depuso al patriarca de Constantinopla y nombró a un hombre de su confianza en su lugar. Convocó a un concilio ecuménico que se reunió en Nicea en 787; solamente pudieron concurrir obispos partidarios de las imágenes, entre ellos los representantes del papa Adriano (772-795).Como no podía ser de otro modo, el concilio anuló los decretos imperiales contra las imágenes, como asimismo las decisiones de Hiereia. Los acuerdos del sínodo fueron firmados por la regente Irene y su hijo Constantino VI.
Fue en este concilio que se introdujo la arbitraria distinción entre el culto de latría, debido sólo a Dios, y el de dulía, que es lícito para los santos. También se habló de un culto “terminativo”, dirigido a la persona, y otro “relativo” dirigido a la imagen que la representa. Desde luego, tales bizantinismos (strictu sensu!) son por completo ajenos a las Escrituras, donde hay un solo culto válido, el que se dirige a Dios.
Este concilio niceno, de infausta memoria, al no poder fundamentar escrituralmente el culto a las imágenes, declaró la insuficiencia de las Escrituras y lanzó un anatema contra quienes no estaban dispuestos a aceptar doctrinas sobre la autoridad de la tradición y de los concilios, si las tales no tenían claro fundamento bíblico. La importancia de esta novedad para las progresivas desviaciones romanas de la doctrina escritural debiera ser obvia:
“Porque de esta manera se mantiene la enseñanza de nuestros santos Padres, o sea, la traidición de la Iglesia Católica, que ha recibido el Evangelio de un confín a otro de la tierra; de esta manera seguimos a Pablo, que habló en Cristo [2 Corintios 2:17] y al divino colegio de los Apóstoles y a la santidad de los Padres, manteniendo las tradiciones [2 Tesalonicenses 2:14] que hemos recibido...
Así, pues, quienes se atrevan a pensar o enseñar de otra manera; o bien a desechar, siguiendo a los sacrílegos herejes, las tradiciones de la Iglesia , e inventar novedades, o rechazar alguna de las cosas consagradas a la Iglesia: el Evangelio o la figura de la cruz, o la pintura de una imagen, o una santa reliquia de un mártir; o bien a excogitar torcida y astutamente con miras a trastornar algo de las legítimas tradiciones de la Iglesia Católica ... si son obispos o clérigos, ordenamos que sean depuestos; si monjes o laicos, que sean separados de la comunión.” (Denzinger 303-304).
Nótese que los obispos iconolatras no pudieron ni siquiera apelar a la supuesta tradición apostólica, pues ninguna había para apoyar el culto a las imágenes. Esgrimieron en cambio una espuria “tradición de la iglesia católica” cuando, en realidad, todos los escritores cristianos de los primeros siglos que trataron el tema se opusieron por completo a semejante abominación. Y esto para no hablar de las Escrituras.
Así que, queridos católicos y orientales, les invito a rechazar a los falsos maestros que los extravían y a volver a las Escrituras y a la práctica de la Iglesia primitiva. Esto será sin duda agradable a Dios.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
 
Veamos unas muy interesantes palabras de Clemente, hablando sobre el verdadero sentir de esas palabras "Hay que obedecer a Dios y no a los hombres". Interesantes digo, porque desacreditan completamente toda esa interpretación desafortunada que tantas veces escuchamos.

San Clemente y los primeros cristianos tienen claro que el Pueblo Elegido marcha unido bajo la cabeza de un hombre designado por Dios.

" ..y marcho el Pueblo detrás de Moisés.."
Palabras que retumban con fuerza recordándonos que nuestro Dios es un Dios de orden y no "un Dios de confusión". Escuchemos:


¿Qué tiene de extraño que aquellas a quienes se les confió esta obra (es decir, los apóstoles) establecieran obispos y diáconos? El bienaventurado Moisés, «siervo fiel en todo lo referente a su casa», consignó en los libros sagrados todo cuanto le era ordenado... Pues bien: cuando estalló la envidia acerca del sacerdocio, y disputaban las tribus acerca de cuál de ellas tenía que engalanarse con este nombre glorioso, mandó a los doce cabezas de tribu que le trajesen sendas varas... (cf. Núm 17). Y a la mañana siguiente hallase que la vara de Aarón no sólo había retoñado, sino que hasta llevaba fruto... Moisés obró así para que no se produjese desorden en Israel, y el nombre del único y verdadero Señor fuese glorificado... Y también nuestros apóstoles tuvieron conocimiento, por medio de nuestro Señor Jesucristo, de que habría disputas sobre este nombre y DIGNIDAD del episcopado, y por eso, con perfecto conocimiento de lo que iba a suceder, establecieron a los hombres que hemos dicho, y además proveyeron que, cuando éstos murieran, les sucedieran en el ministerio otros hombres aprobados...


Palabras de claridad manifiesta para quien quiera oir el verdadero Evangelio de Jesucristo.

Dios nos bendiga.
 
Clemente de Alejandría (A.D.200) dice: “Es una necedad extrema rogar como dioses a aquellos que no son dioses, pues que hay un solo buen Dios; nosotros y los ángeles suplicamos únicamente a El “ (Contra Celsum, v.4, Mg 11, 1185). Y en otro lugar: “Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana, y por eso Dios, para quitar de raiz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra, prohibiendo igualmente su fabricación; y es por esto que nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas representaciones materiales”.


Orígenes (A.D.230). “Los ángeles siguen con interés tu salvación. Han sido dados como ayudadores del Hijo de Dios; pero toda oración que se dirija a Dios, ya sea rogativa o en accion de gracias, debe elevarse hacia El por Cristo, el Sumo Sacerdote, quien está sobre todos los ángeles...los hombres no conocen a los ángeles y, por lo tanto, no es razonable que se dirijan a ellos en lugar de dirigirse a Cristo, a quien conocen. Aunque tuviesemos el conocimiento de ellos, no nos sería permitido dirigir nuestras oraciones a ningún otro ser sino a Dios, el Señor de todo lo creado, quien es suficiente para todos, y venimos también a El por nuestro Salvador, el Hijo de Dios”. Y tambien: “ Nadie de nosotros confié en su padre justo, en su santa madre, en sus castos hermanos. Bienaventurado el hombre que pone su esperanza en sí mismo y en el camino recto. A los que confían en los santos dire como amonestación: “Maldito el varón que confía en el hombre” (Jeremías 17:5), y : “Mejor es esperar en YHVH que esperar en el hombre” (Salmos 118:8). Si fuera necesario confiarnos a alguien, dejemos a todos los demás y confiemos en el Señor”. Ezequiel 17. Homilia IV, MG 13, 702-703.


San Cipriano declara: “¿Para que postrarse delante de las imágenes?. Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios”. Ad Demetr. Pág.191.


San Agustin (A.D. 389). “Que no sea nuestra religión el culto de las obras hechas por mano de hombre...que no sea nuestra religión el culto de los animales. Pues son mejores que ellos los más ínfimos hombres a quienes, sin embargo, no debemos rendir culto. Que no sea nuestra religión el culto de los difuntos, porque si vivían una vida santa, es imposible creer que deseen tales honores, antes desean que demos nuestro culto a Aquel a quien debemos ser participantes con ellos de la salvación. Por lo tanto, tenemos que rendirles honor imitándolos, y no rindiéndoles culto religioso”. De vera. Rel,. LV, 108; Ml 24,169


Y también...

“La única imagen que nosotros debemos hacernos de Cristo es tener siempre presente su humildad, su paciencia, su bondad, y esforzanos para que nuestra vida en todo se parezca a la suya. Aquellos que andan en busca de Jesús y de sus apóstoles pintados en las paredes, lejos de conformarse con las Escrituras, caen en el error” De consens, Evang. Lib.1, cap.10

San Jeronimo. Nos relata una carta de san Epifanio en la cual este santo narra: “En un sitio de la campaña que yo visité, hallé colgado en la puerta de la iglesia un velo sobre el cual se hallaba pintada la imagen de Cristo, y otra de un santo, y no bien vi que, a despecho de la Sagrada Escritura, la imagen de un hombre estaba colgada en la iglesia de Cristo, yo corté aquel velo, aconsejando al sacristan que lo usara más bien para la sepultura de algún pobre”. Obras de San Jeronimo, tomo II, carta 52.


Eusebio de Cesarea dice: “que le repugna la sola idea de que pueda haber pinturas en los lugares destinados al culto”. Eusebio. Epis. A Constancia Augusta.



Canon 36 del Concilio de Elvira, celebrado en España poco antes del concilio de Nicea:
Placuit picturas in ecclesia non debere, ne quod colitur aut adoratur, in parietibus depingatur

Traducción:
Se decreta que no debe haber frescos en el templo, para que no esté pintado en las paredes el objeto de culto o adoración
 
Y algo más sobre el orden. Seguimos con San Clemente, Siglo I.


Deber nuestro es hacer ordenadamente cuanto el Señor ordenó que hiciéramos, en los tiempos ordenados. Porque él ordenó que las ofrendas y ministerios se hicieran perfectamente, no al acaso y sin orden alguno, sino en determinados tiempos y de manera oportuna. El determinó en qué lugares y por qué ministros habían de ser ejecutados, según su soberana voluntad, a fin de que, haciéndose todo santamente, sea con benevolencia aceptado por su voluntad. Por tanto, los que hacen sus ofrendas en los tiempos ordenados son aceptados y bienaventurados, y siguiendo las ordenaciones del Señor no cometen pecado. Porque el sumo sacerdote tiene sus peculiares funciones asignadas a él..
..Hermanos, procuremos agradar a Dios, cada uno en su propio puesto, manteniéndonos en buena conciencia, sin traspasar las normas establecidas de su liturgia, con toda reverencia.


Nuestro Dios, Jesucristo, es un Dios de orden y Unidad.

Para que el mundo crea.

y una nota de nuevo sobre estar "alerta", tan distante de ese "Ya somos salvos para siempre" que no vemos en ningún lugar en los primeros años de cristianismo..

Estad alerta, carísimos, no sea que sus beneficios, tan numerosos. se conviertan para nosotros en motivo de juicio si no vivimos de manera digna de él, haciendo lo que es bueno y agradable en su presencia con toda concordia.

..y de nuevo las obras para que "los justos sigan justificándose"..
" ..no sea que."

Dios nos bendiga.
 
Veamos ahora la que es posiblemente la primera homilía de la Iglesia. Del Siglo II, y atribuida originalmente al propio Clemente, aunque su autoría es desconocida.

Nos habla de la primera justificación por el bautismo, y la necesidad de justificarnos mediante nuestras obras, huyendo de toda palabrería de "Señor, señor!" o de creernos justificados SOLO por la fe.:

Segunda Clementis

Él mismo dice: al que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre. Ésta es nuestra recompensa, si confesamos a Aquél por medio del cual hemos sido salvados. ¿Y cómo podemos confesarle? Haciendo lo que dice, no desobedeciendo sus preceptos y honrándolo no sólo con los labios, sino con todo el corazón y con toda la mente. Dice también en Isaías: este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mi (Is 29, 13).

Por tanto, no nos limitemos a llamarlo Señor, pues esto no nos salvará. Dice, en efecto: no todo el que me diga: «Señor, Señor», se salvará,[/u] sino el que obre la justicia .[/u] Así pues, hermanos, confesémosle con las obras, amándonos mutuamente, no cometiendo adulterio y sin murmurar ni envidiarse los unos a los otros, sino siendo continentes, misericordiosos y buenos.

.. Confesémosle con estas obras y no con las contrarias. No es necesario temer demasiado a los hombres, sino a Dios. Por ello, si vosotros obráis tales cosas, el Señor dijo: aunque estéis reunidos conmigo en mi seno, si no cumples mis mandamientos, os rechazaré y os diré: «Apartaos de mí, no os conozco, ni sé de dónde sois, obradores de iniquidad»

Parece que aquello de Jesucristo:

"SI quieres la Vida Eterna, cumple mis mandamientos"

..no era ninguna ironía, ninguna, ninguna..¿Oyen nuestros amigos?

Y veamos una interesantísima declaración sobre ser "santo" o "Santo"... veamos los Coronados..o aquellos al menos "cerca de la coronación":


Hermanos, luchemos sabiendo que el combate está en nuestras manos y que muchos navegan en los combates corruptibles, pero no todos son coronados a no ser que se hayan esforzado mucho y hayan luchado bien. Así pues, luchemos para que todos seamos coronados. Corramos al camino recto, al combate incorruptible; naveguemos muchos hacia él y combatamos para ser también coronados. Y si todos no podemos ser coronados, lleguemos siquiera a estar cerca de la corona.



Una declaración de Santidad a la Católica en toda regla.!. Por si alguien lo dudaba....

Lucha, combate por la santidad. Nada de "Somos salvos! somos Salvos!". Lo mismo que llevamos viendo ya hace muchos muchos posts en este epígrafe sobre los primeros cristianos que tan generosamente nos ha abierto una colaboradora encantadora.

Dios la bendiga por la oportunidad prestada para nuestro mejor conocimiento del verdadero Evangelio.
 
Originalmente enviado por: OSO
Nada de anti-bíblico, Yitzik les esta hablando conforme al evangelio del Señor Jesús.

Mialo tu mismo, Catholico 34:

Juan 3
18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.[1] 19 Y esta es la condenación: la luz vino al mundo,[2] pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas,[3] 20 pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto


Ahora separemos en tres grupos a las personas:

Grupo "A".- Los que creen. Los ponemos aparte, este gruipo no es condenado ¿porque ? porque creyó ¿y por que creyo? Por fe. Si no es condenado esq euhas ido salavdo por el Señro Jeús nuetro Salvador.

Hay otros dos grupos de personas:

Grupo "B".- Los que no creyeeron ¿porque no creyeron? por su falta de fe.

Grupo "C".- Los que no concen al Señor Jesucristo.- Estos serán juzgados conforme a sus obras manfestadas en que tanto siguieron la ley del amor que se resumen en ela mor al rrójimo, todo esto en la segunda venida del Señor Jesús.

Vemos que los hombres no amaronla luz, no amaron a Jesús, no creyeron en Jesús ni le creyeron a Jesús. Y esta es la condenación o juicio del mundo. Nosotros no somos el mundo, somos pueblo suyo hechura suya, ovejas de su prado.

Eramos del mundo, en el mundo andabamos, en nuestra vana manera de vivir que heredamos de nuestros padres, pero morimos juntamente con el Señor Jesucristo en la cruz del Calvario y si morimos con EL seremos juntamenet resucitados con El.Y porque vive el viviremos nosotros; esta es nuestra fe que anunciamos al mundo; la muerte del Señor Jesús anunciamos hasta que El venga.¡Ven Señor Jesús!

Entendera????
Contestara???
o seguira pegando mensajes .. sin contestar las preguntas?

nueva tecnica?
evadir la verdad?
cansar la paciencia?
poner lo que a el le interesa solamente?
odiara la luz?
no se pierdan los siguientes epigrafes no contestados por catholico666
Omar
 
Originalmente enviado por: Catholico34
Veamos ahora la que es posiblemente la primera homilía de la Iglesia. Del Siglo II, y atribuida originalmente al propio Clemente, aunque su autoría es desconocida.

Nos habla de la primera justificación por el bautismo, y la necesidad de justificarnos mediante nuestras obras, huyendo de toda palabrería de "Señor, señor!" o de creernos justificados SOLO por la fe.:

Segunda Clementis

Él mismo dice: al que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre. Ésta es nuestra recompensa, si confesamos a Aquél por medio del cual hemos sido salvados. ¿Y cómo podemos confesarle? Haciendo lo que dice, no desobedeciendo sus preceptos y honrándolo no sólo con los labios, sino con todo el corazón y con toda la mente. Dice también en Isaías: este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mi (Is 29, 13).

Por tanto, no nos limitemos a llamarlo Señor, pues esto no nos salvará. Dice, en efecto: no todo el que me diga: «Señor, Señor», se salvará,[/u] sino el que obre la justicia .[/u] Así pues, hermanos, confesémosle con las obras, amándonos mutuamente, no cometiendo adulterio y sin murmurar ni envidiarse los unos a los otros, sino siendo continentes, misericordiosos y buenos.

.. Confesémosle con estas obras y no con las contrarias. No es necesario temer demasiado a los hombres, sino a Dios. Por ello, si vosotros obráis tales cosas, el Señor dijo: aunque estéis reunidos conmigo en mi seno, si no cumples mis mandamientos, os rechazaré y os diré: «Apartaos de mí, no os conozco, ni sé de dónde sois, obradores de iniquidad»

Parece que aquello de Jesucristo:



..no era ninguna ironía, ninguna, ninguna..¿Oyen nuestros amigos?

Y veamos una interesantísima declaración sobre ser "santo" o "Santo"... veamos los Coronados..o aquellos al menos "cerca de la coronación":


Hermanos, luchemos sabiendo que el combate está en nuestras manos y que muchos navegan en los combates corruptibles, pero no todos son coronados a no ser que se hayan esforzado mucho y hayan luchado bien. Así pues, luchemos para que todos seamos coronados. Corramos al camino recto, al combate incorruptible; naveguemos muchos hacia él y combatamos para ser también coronados. Y si todos no podemos ser coronados, lleguemos siquiera a estar cerca de la corona.



Una declaración de Santidad a la Católica en toda regla.!. Por si alguien lo dudaba....

Lucha, combate por la santidad. Nada de "Somos salvos! somos Salvos!". Lo mismo que llevamos viendo ya hace muchos muchos posts en este epígrafe sobre los primeros cristianos que tan generosamente nos ha abierto una colaboradora encantadora.

Dios la bendiga por la oportunidad prestada para nuestro mejor

conocimiento del verdadero Evangelio.


:dormido: :dormido: :dormido: :dormido: :dormido: :dormido: :dormido2: :dormido2:
 
Omar,

Oso ya fue contestado. Lee todo y así aprovechamos el tiempo. Harías bien en leer qué pensaban estos primeros cristianos, pues son ellos discípulos de los propios Apóstoles, y te dan una idea muy clara sobre la correcta interpretación de sus palabras. Las escribieron ellos al fin y al cabo.

Recuerda además, que es este conjunto de hombres -los primeros cristianos-, el que nos identifica, confirma y acaba delimitando los textos que forman la Sagrada Escritura que tú tienes en tus manos. Todo ello bajo la guía del Espíritu Santo.

Si les desprecias a ellos y sus palabras, despreciarás al propio Espíritu que les guía para conformar el Canon del Nuevo Testamento.

Recuerda que NO existe la Biblia como la conoces hasta alrededor del Siglo IV. Y nosotros estamos dando un paseo por los cristianos de los Siglos I , II y III.

Cuando no existía Biblia....

Dios te bendiga.
 
Sigamos con la Segunda Clementis, para que su pensamiento completo no quede "recortado" en un par de citas.

mientras estemos en este mundo, arrepintámonos de todo corazón de todas las maldades que cometimos en la carne, para ser salvados por el Señor mientras hay tiempo de conversión. Después de salir de este mundo, ya no le podremos confesar ni convertirnos. Hermanos, alcanzaremos la vida eterna haciendo la Voluntad del Padre, guardando pura la carne y observando los mandamientos del Señor. Pues dice el Señor en el Evangelio: si no guardasteis lo pequeño, ¿quién os dará lo grande? Pues os digo que el fiel en lo pequeño es también fiel en lo mucho . Viene pues, a decir: guardad pura la carne e inmaculado el sello para recibir la vida eterna.
..
No diga ninguno de vosotros que esta carne no es juzgada ni resucita.

Segunda Clementis.

Sello= Bautismo.


Claridad absoluta en la necesidad de las obras de caridad y obediencia de los mandamientos, como nos dijo Cristo: "Si quieres la Vida eterna, cumple los mandamientos", y en mantener la esperanza de la Salvación definitiva, muy lejos del "Salvos para siempre".

Por supuesto que en toda esta andadura no hemos visto nada ni de lejos parecido al Sola Scriptura... ni la más mínima mención!, en contraste con la constante y continua exhortación a la Unidad y Autoridad de la Iglesia.

Dios nos bendiga.
 
Veamos ahora después una bellísima carta de San Policarpo, discípulo de San Juan Evangelista, y martirizado en el Siglo II. Pero antes, veamos como nos relata San Ireneo de Lyon el martirio de este santo Mártir de la fe cristiana.


...Siendo yo niño, conviví con Policarpo en el Asia Menor. . . Conservo una memoria de las cosas de aquella época mejor que de las de ahora, porque lo que aprendemos de niños crece con la misma vida y se hace una cosa con ella. Podría decir incluso el lugar donde el bienaventurado Policarpo se solía sentar para conversar, sus idas y venidas, el carácter de su vida, sus rasgos físicos y sus discursos al pueblo. Él contaba cómo había convivido con Juan y con los que habían visto al Señor. Decía que se acordaba muy bien de sus palabras, y explicaba lo que había oído de ellos acerca del Señor, sus milagros y sus enseñanzas.
....Policarpo no sólo recibió la enseñanza de los apóstoles y conversó con muchos que habían visto a nuestro Señor, sino que fue establecido como obispo de Esmirna en Asia por los mismos apóstoles. Yo le conocí en mi infancia, ya que vivió mucho tiempo y dejó esta vida siendo ya muy anciano con un gloriosísimo martirio. Enseñó siempre lo que había aprendido de los apóstoles, que es lo que enseña la Iglesia y la única verdad. De ello son testigos todas las..

....Porque Policarpo esperó a ser entregado, como lo hizo el Señor, a fin de que también nosotros fuéramos imitadores suyos, mirando no sólo nuestro propio interés, sino también el de nuestros prójimos; porque la caridad verdadera y sólida está en buscar no sólo la propia salvación, sino también la de todos los hermanos

Los mártires se mantuvieron firmes, después de haber sido desgarrados por los azotes, de suerte que se podía ver la disposición de la carne hasta lo interior de las venas y las arterias, hasta el punto de que todos los circunstantes se sentían movidos a compasión. Ellos, en cambio, se habían levantado a tal nobleza que ninguno de ellos profirió un lamento o un gemido, mostrándonos a todos nosotros que en aquella hora de tormento los nobilísimos mártires de Cristo estaban fuera de su propia carne, o mejor, que el mismo Señor estaba con ellos, conversando con ellos. Sostenidos por la gracia de Cristo, despreciaban los tormentos terrenos,
......
Así pues, el centurión, viendo la porfía de los judíos, hizo colocar el cadáver en el centro y lo hizo quemar, a la manera como ellos suelen hacerlo. Así nosotros más tarde pudimos recoger sus huesos, más valiosos que las piedras preciosas y más estimables que el oro, y los colocamos en lugar adecuado. Allí, nos concederá el Señor celebrar el natalicio de su martirio, reuniéndonos todos en cuanto nos sea posible con júbilo y alegría, para celebrar la memoria de los que ya terminaron su combate, y para ejercerlo y preparación de los que aún han de combatir...

Del Martirio de San Policarpo (S.II). discípulo de San Juan Evangelista, Escrito por San Ireneo de Lyon, también discípulo del mismísimo San Juan Evangelista.

Policarpo fue Obispo de Esmirna... y conviene leerse lo que dice el Señor a la Iglesia de Esmirna en el Apocalipsis de San Juan Evangelista, sobre sus antecesores en el cargo. Para muchos los "Angeles" de las Iglesias no son más que los Obispos de las mismas.
 
Originalmente enviado por: OMAR MORENO
Entendera????
Contestara???
o seguira pegando mensajes .. sin contestar las preguntas?

nueva tecnica?
evadir la verdad?
cansar la paciencia?
poner lo que a el le interesa solamente?
odiara la luz?
no se pierdan los siguientes epigrafes no contestados por catholico666
Omar

Amado hermano en Cristo Jesus, Omar. Gracia y paz a tu vida.

El estimado forista Catholico 34 no solo no me ha respondido como afirma, sino que no ha creido conforme al evangelio que se revela por fe y para fe, ante tal nube de testigos.

Pero, la idea que tengo respecto a esta su técnica que emplea es otra muy distinta; en realida puede suceder que no lo haga por cuenta propia sino por otras razones.

Esperemos.
 
Originalmente enviado por: OSO
Amado hermano en Cristo Jesus, Omar. Gracia y paz a tu vida.

El estimado forista Catholico 34 no solo no me ha respondido como afirma, sino que no ha creido conforme al evangelio que se revela por fe y para fe, ante tal nube de testigos.

Pero, la idea que tengo respecto a esta su técnica que emplea es otra muy distinta; en realida puede suceder que no lo haga por cuenta propia sino por otras razones.

Esperemos.
Oso, tienes una respuesta a esa pregunta a que se refiere Omar. Relee mis posts después de hacerla.

No seas injusto conmigo.

Dios te bendiga.
 
Ya te contesté

Ya te contesté

Originalmente enviado por: Maripaz
Cruzpe, no me diste una respuesta:
SI o NO
¿Había estatuas de María antes del siglo III?
Si o NO
¡¡¡¡ Mira que es fácil la pregunta !!!!

:bicho:
Unas cuantas páginas atrás está mi contestación, pero en vista de la gran vida de ete foro, que en sólo un día ha añadido varias decenas de mensajes a este tema, te "pego" aquí la respuesta:
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¿Sabes leer?
Parece mentira que siendo alguien que sólo cree en Dios por la Escritura no sepa leer. Tú que eres tan sabia y tan lista, tú que ya lo sabes lo que se te va contestar antes de que nadie te conteste, tú que ya lo conoces todo... supongo que sabrás leer bien, y pensar, y juzgar... aunque, en vista de tu radical fideísmo (y el de las 25.000 sectas que componen el protestantismo) te dará igual lo que te diga alguien que no se crea lo que tú te inventas.

En fin, a donde iba... habrás descubierto en mi escrito (que, por supuesto ya conocías antes de que lo escribiera) que desde en el siglo II aparecen las primeras imágenes de Jesucristo (como Buen Pastor sobre todo) y de María (como Madre de Dios entronizada). Ahora bien, lo que no me queda claro de tu insistencia es por qué las imágenes que representan a la Madre de Jesús han de ser esculturas, ni por qué para tí no cuentan las pinturas. Te he demostrado desde la historia, la sociedad y la cultura cómo y por qué los cristianos (y los judíos) utilizaron las imágenes.

¿Qué pretendes? ¿Hacer creer que la falta de esculturas es prueba de "algo"?
Tal vez, si leyeras de verdad mi escrito o si fueras tan sabia como pretendes que creamos que eres, descubrirías por qué en el siglo segundo no había esculturas ni de Jesús ni de María: primero habría que disponer de un lugar espacioso donde exponerlas, habría de haber libertad religiosa (¿Cómo hacer una escultura sin que nadie se entere?), habría que hacer un gran desembolso de dinero y trabajo (¿Sabes cuánto cuésta hacer una pintura y cuánto cuesta una escultura?). En fin, el caso es que a Jesucristo se le representa en escultura sólo a partir de mediados del siglo III (estoy excluyendo, como en el caso de María, los relieves) y encima sólo bajo una representación alegórica (Buen Pastor). ¿Para ti quiere decir esto lo mismo que en el caso de María? No es hasta bastantes años después que aparece la primera representación escultórica de Cristo como tal... ¿y sabes cómo? ¡Crucificado!

Sé que todas mis palabras, como siempre, para ti carecen de sentido porque, aunque sean verdad, carecen de un envoltorio de citas bíblicas digno de tu gran sabiduría y fideísmo.
¿Por qué ahora ignoras que los primeros cristianos hacían imágenes y te centras sólo en las imágenes de María? Creía que tú, como buena protestante, estabas contra cualquier tipo de imagen... Te he razonado de manera histórica y científica el por qué del nacimiento del arte cristiano, una evidencia justificada y natural que tú siempre has negado y que ahora no puedes refutar. Desde el comienzo se utiliza la imagen porque Cristo no eliminó la sociedad ni la cultura ni la historia, sino que la iluminó con la Verdad de Dios y la dio un nuevo sentido con su resurrección (la nueva creación).

¿Cuándo aparece la primera escultura de María? No te pienso contestar si lo que pretendes es ignorar los relieves, las pinturas en tabla, los frescos, los mosaicos, los grabados y la literatura... ¿Acaso no es todo eso imagen ¿Por qué lo eliminas? ¿Es que una escultura es más imagen que una pintura?

Tú que eres tan sabia y tan lista dale una respuesta a este tonto e ignorante.

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Gracias por tu atención Maripaz... pero antes de decir de cuándo es la escultura de María más antigua que se conserva -algo que tú por supuesto ya sabes, porque eres muy lista- respóndeme por qué no te valen las demás expresiones artísticas. ¿Por qué sólo la escultura?
 
Porque esa era la pregunta inicial del forista qu ni siquiera voy a nombrar....


Gracias, ya respondiste...NO HABÍA ESCULTURAS DE MARÍA EN LOS TRES PRIMEROS SIGLOS, NI MUCHO MENOS ESTAS FUERON VENERADAS..
 
Así es

Así es

Originalmente enviado por: Maripaz
Porque esa era la pregunta inicial del forista que ni siquiera voy a nombrar....

Gracias, ya respondiste...NO HABÍA ESCULTURAS DE MARÍA EN LOS TRES PRIMEROS SIGLOS, NI MUCHO MENOS ESTAS FUERON VENERADAS..

Así es Maripaz, efectivamente
PERO SÍ PINTURAS, RELIEVES, MOSAICOS, LITERATURA... Y NUNCA, NI ENTONCES NI AHORA (CON ESCULTURAS Y TODO) HAN SIDO ADORADAS.
¿Para qué se hicieron? Ahí radica la trascendencia de la cuestión.
¿Para qué sirve una imagen?
 
cruzpe

cruzpe

te suena esto:
No te haras imagen NI NINGUNA SEMEJANZA

y esto otro: no debemos pensar que la divinidad sea semejante a oro,plata,escultura de arte y de imaginacion de hombres....hechos 17,

el hombre tiende a idolatrar, basto que hicieran una estatua para que comenzara el paganismo, lee respecto a las fiestas del 08 de diciembre, como las personas hasta rompen sus rodillas y codos ante la estatua de la virgen (y algun apellido) aqui en chile la virgen de lo vasquez, es increible, no decimos que pintar sea malo, pero hacerte un imagen para adorarla eso discutimos.

los cristianos evangelicos no necesitamos imagenes, tenemos a Jesus en nuestro Corazon y lo amamos, a el sea la Gloria Amen.

Isaias 42:8 "Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas"
 
Re: Así es

Re: Así es

Originalmente enviado por: cruzpe
Porque esa era la pregunta inicial del forista que ni siquiera voy a nombrar....

Coherencia evangélica en su máxima pureza. No le nombra...pero le abre un epígrafe enterito para él.

Demos gracias al Señor que escribe derecho con renglones torcidos.