Hola de nuevo, Poke.
No importa de que credo seamos, ni como vivamos la fe, todos acá, sin excepción, estamos manchados de pecados.
Hay cosas que hacemos, o creemos, que de forma consciente o no, son pecados ante Dios y eso está impregnado en nuestra alma.
Es verdad, no somos perfectos, todos alguna vez en nuestras vidas hemos cometido pecados.
Cuando muramos y seamos salvados, pueden suceder lo que a mi juicio, son 2 situaciones posibles:
#1 Purificación express
Esta la profesan algunos protestantes, en el que por gracia de Jesús, nos purificamos sin hacer nada, todo por gracia de el y entramos limpios al paraíso.
Y saben que?, ojalá que tengan razón...
Creo que lo percibes de aquella forma, porque no conoces completamente la doctrina de la justificación por la fe.
Ciertamente creemos que cuando nos arrepentimos de corazón y confesamos nuestros pecados, somos perdonados por Dios, justificados y limpios de todos nuestros pecados. Sin embargo debemos permanecer en santidad bajo la ayuda del Espíritu Santo trabajando junto a Dios; para vencer toda tentación y pecado, y producir buenos frutos. Ya que sin Dios nada podemos lograr.
Mientras vamos avanzando en nuestra vida cristiana, más nos vamos acercando a la perfección moral y madurez espiritual completa en el verdadero conocimiento del evangelio de Cristo. Por lo tanto si permanecemos en la gracia de Dios y somos mejores cada día con la ayuda de Jesús, llegará un momento en el cual nuestro ser será completamente puro y perfecto como el de Cristo. Porque la meta del cristiano es imitar el carácter de Cristo.
#2 Purificación por medio del purgatorio
Acá es donde viene mi teoría:
Morimos salvos, y se presentan 2 etapas, una primera etapa en donde tenemos un conocimiento absoluto de nuestro ser y de nuestra alma, y como nuestros actos son reflejados con Dios y con nuestro prójimo. De ahí es donde viene la purificación, en donde un santo dolor, por haber pecado contra Dios, a través de esa comprensión, nuestra alma se la limpiando de las costras del pecado, y cuando este totalmente limpia, ahí entrará en la presencia de Dios.
Respeto tu posición, pero no la comparto.
Mi teoría yo la baso en mi sentido común, no se que tanto concuerda con los credos que creen en un estado purgante del alma.
Y antes de juzgarme, preguntante a ti mismo: ¿Si yo muriera ahora, mi alma estaría lo suficientemente limpia como para estar en presencia de Dios?
Eso depende de que tanto viviste de acuerdo con la voluntad de Dios y si perseveraste en la fe y constantemente perseverabas en santidad.
En segundo lugar, la resurrección es lo que hace que podamos estar ante la presencia de Dios, sin la resurrección nuestra naturaleza humana nos impediría estar en la presencia de Dios, seríamos consumidos por él, que es fuego consumidor.
Para mi, el dolor mucha veces nos permite ver nuestros errores y hacer un cambio real en nuestra persona.
La pregunta es: en qué momento se experimenta aquel dolor: en esta vida o después de la muerte?
Ejemplo, le hago bulling a un niño por ser gordo, pero pasa el tiempo, yo me hago gordo y ahora resulta que es a mi que le hacen bulling, ahí poniéndome en los zapatos de la persona a la que le hice daño, comprendo el porque no es correcto el bulling, pero en el estado de purgatorio, al tener un conocimiento pleno de mi pecado, comprendo en carne propia los sentimientos de dolor que le cause a mi victima y sobre todo a Dios, y a traves del dolor santo, purifico mi alma...
Esa creencia se basa en el dualismo, enseñanza ajena a las Escrituras.
Bueno esta es mi opinión, no se basa en nada de la revelación, o no lo sé, solo utilizo mi sentido común, pero insisto, ojala la visión protestante sea la correcta, suena mejor que todo sea express y nunca enfrentar cara a cara nuestros pecados.
Quien te dijo que al creer en la justificación por la fe no implica que enfrentemos cara a cara nuestros pecados?
Saludos a ti también.