Re: "NO HAY TAL RAPTO DE LA IGLESIA"
Vean que en los campos de la muerte tambien fueron asesinados muchos creyentes de diferentes denominaciones
Los campos de exterminio, también llamados campos de la muerte o fábricas de la muerte, eran un tipo de campo de concentración construidos durante la Segunda Guerra Mundial por la Alemania nazi para asesinar judíos y otros grupos considerados indeseables por el gobierno nazi, como comunistas, gitanos, homosexuales, Pentecostales, Testigos de Jehová y discapacitados.
La pregunta es pasaron estos hermanos por la Gran tribulacion ?
Los Nazis denominaron la "solución final" (Endlösung en alemán) al asesinato sistemático de todos los judíos como parte del Holocausto.
A diferencia de los campos de concentración como Dachau y de los campos de trabajo de esclavos, donde las espantosas tasas de mortalidad eran consecuencia de la inanición y de los maltratos, los campos de exterminio fueron diseñados específicamente para la eliminación de personas. Seis de los siete campos de exterminio alemanes se construyeron en el actual territorio de Polonia equipada con cámaras de gas y otros medios:
* Auschwitz II (Auschwitz-Birkenau)
* Belzec
* Chelmno (Kulmhof)
* Majdanek
* Sobibor
* Treblinka
Treblinka, Belzec y Sobibór se construyeron durante la Operación Reinhard. Estos campos, junto con Chelmno eran campos de exterminio puros, construidos con el único fin de matar una gran cantidad de judíos a las pocas horas de su llegada. No sólo judíos fueron enviados a estos campo,también gitanos como lo narran numerosos testigos sobrevivientes de estos campos, homosexuales, y toda persona contraria al regimen nazi.
La existencia de los campos de exterminio es aceptada por la gran mayoría de los historiadores; sin embargo, existen quienes afirman que no existen pruebas para establecer su existencia, salvo los testimonios de sus supervivientes, de cuya veracidad desconfían. Esta corriente es conocida como Negacionismo del Holocausto, aunque sus partidarios la definen como revisionismo. La negación del holocausto es considerado delito en varios países europeos, y está penado con prisión.
Salvador Gilbert, un sobreviviente de los campos de concentración nazis
víctima del Holocausto Nazi
CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 26, 2005.- Salvador Gilbert, sobreviviente de un campo de concentración nazi,
pide al mundo no olvidar aquellos hechos y agradece a Dios haber salido con vida.
Al conmemorarse el sesenta aniversario de la liberación de Auschwitz, don Salvador, de 84 años,
narra a Noticieros televisa su experiencia vivida durante el Holocausto.
Polonia, explica, fue la primera víctima de los nazis, ya que esa nación tenía más judíos que toda Europa junta.
Hitler amenazaba constantemente con matarlos cruzando la frontera entre Alemania y Polonia.
Esta situación generó miedo entre los judíos polacos, pues Hitler era el líder de un país muy importante,
agrega don Salvador.
Hitler fue un hombre capaz de realizar cosas que el mundo entero no se esperaba.
Polonia no esperaba que las actitudes del ex dictador ocasionarían una guerra mundial,
puntualiza el señor Gilbert, de origen polaco.
Don Salvador tenía apenas 19 años de edad cuando, con engaños, fue llevado al campo de concentración en Auschwitz .
Decenas de personas viajaban hacinadas incómodamente en los trenes alemanes, con la ilusión de llegar
a Alemania y ser contratadas en fábricas de esa nación. Sin embargo, como cuenta Gilbert, todo era un engaño,
pues eran hechos prisioneros en los campos de concentración nazis.
“Nosotros esperábamos dos o tres horas (de viaje), y estuvimos tres días y dos noches...
sufríamos de falta de agua y de aire.
Estábamos completamente encerrados”, narra y recuerda que durante ese viaje, muchas personas fallecieron.
"Al llegar a Auschwitz, el entonces joven Salvador, se dio cuenta de que no estaban en Alemania
y las chimeneas que veía a travésde las rendijas del tren le impresionaron, pues pensaba que se
trataba de grandes fábricas; sin embargo, no se imaginaba que se trataba de los crematorios nazis,
donde eran quemados cientos de judíos."
Auschwitz, situado a unos 60 kilómetros de la ciudad polaca de Cracovia y liberado el 27
de enero de 1945 por el Ejército Rojo, fue la mayor fábrica de la muerte montada por el Tercer Reich
en Europa.
La marca de la Bestia
Los prisioneros eran marcados con parches de color amarillo, en el cuerpo y en la ropa, para que todo mundo
supiera que eran judíos.
También llevaban una número marcado en el brazo.
Don Salvador Gilbert estuvo tres años en el campo de concentración y afirma que todos los días que
permaneció ahí fueron lo peor que pudo haber vivido.
“Ellos fueron preparados para martirizar a la gente. Logramos hacer un levantamiento, pero no resultó, porque nos descubrieron”, recuerda.
A raíz de ese intento fallido de levantamiento, los nazis marcaron debajo del número
de Salvador, que era el 73670,
un triangulito, que significaba que era una persona peligrosa.
Dice estar acostumbrado a usar este número en el brazo, pues quitarlo
con cirugía es imposible, ya que no se trata de un tatuaje, sino de una señal marcada hasta el hueso.
Además, dice que no debe apenarse de usarlo, pues más bien son aquellos
que se lo hicieron, quienes deberían avergonzarse por ello.
Los perros asesinos de la Bestia
Los presos judíos, recuerda Gilbert, salían cuidados por perros de los alemanes, y debían caminar entre
pasillos electrificados.
Cualquier movimiento ‘sospechoso’ para los nazis era motivo suficiente para que éstos les echaran encima
a los perros, entrenados para atacar directamente a la garganta y matar a su víctima.
Al ser cuestionado sobre los momentos en que sintió que la muerte era inminente, don Salvador, señala que
algunos de sus familiares murieron en las cámaras de gases, de las cuales, había cuatro en Auschwitz.
“En cada cámara de gas morían dos mil gentes al día,
y estas dos mil gentes sumaban ocho mil.
Estas ocho mil tenían que ser quemadas esa misma noche, pues al día siguiente, venía la segunda tanda”.
Asimismo narra que los jabones que fabricaban los nazis con sus víctimas judías tenían tres letras grabadas:
la ‘R’, la ‘I’ y la ‘F’, que significaban: “hecho de grasa judía”.
Los alemanes decían no saber nada acerca de estos jabones y no se los contaban a sus familiares.
Todo lo negaban. Sin embargo, los judíos presos en los campos de concentración debían bañarse con esos jabones.
Salvador Gilbert dice que no sabe qué lo motivó a soportar tanto dolor durante el Holocausto, pero afirma
que fue cobarde para suicidarse, porque no era fácil lanzarse a las llamas de los crematorios, o aventarse a los
alambrados electrificados.
“MÉXICO, BENDITA TIERRA”
Después de sobrevivir de los horrores del Holocausto, don Salvador sintió necesidad de venir a México,
gracias a las cartas de una tía que vivía aquí y lo invitaba a venir.
Él pensaba que lo haría por tan sólo unos días o meses, pero aquí se casó y ha formado a su familia.
En poco tiempo será bisabuelo.
Recuerda Sharon el Holocausto
Los aliados conocían la aniquilación de los judíos y no hicieron nada, asegura Ariel Sharon, en el 60
aniversario de la liberación de Auschwitz
Así se expresó este miércoles el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en su discurso ante el Parlamento reunido en sesión especial con motivo del 60 aniversario de la liberación del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau por los aliados durante la segunda guerra mundial.
La lección del Holocausto, la de Auschwitz, es que "aquellos que estaban en el poder y se declaraban
amigos no movieron ni un dedo", dijo Sharon.
]"Los aliados conocían la aniquilación de los judíos. Lo sabían y no hicieron nada.
Todas las sugerencias de operaciones de rescate presentadas por organizaciones judías fueron rechazadas.
Simplemente no quisieron enfrentarse a ello", refirió el Ministro israelí.
Explicó la apatía internacional con episodios como el del buque "San Luis" que en 1939,
con mil judíos a bordo que huían del III Reich, llegó hasta Cuba y el este de Estados Unidos y retornó sin
remisión con la carga humana a la que esperaban los campos de extermino.
Y "cuando en el verano de 1944 se llevan a cabo las deportaciones masivas de Hungría, los aliados
no bombardearon los raíles de los trenes, no bombardearon los complejos de Birkenau y ello a pesar de
que podían hacerlo", dijo Sharón.
"Los aliados -continuó- planearon ataques contra objetivos cerca de Auschwitz, pero se negaron a bombardear el propio campo, donde 10 mil judíos era asesinados a diario".
"La triste y la horrible conclusión -sostuvo- es que a nadie le importó que los judíos
fueran asesinados".
El primer ministro israelí explicó que por ello el Estado de Israel desde su fundación, en 1948, "hace lo indecible para defenderse a sí mismo y a sus ciudadanos y por proporcionar seguridad a cualquier judío se encuentre donde se encuentre".
Sin embargo -agregó- este fenómeno "de los judíos defendiéndose y luchando es un anatema en el nuevo antisemitismo".
"Las pasos legítimos que adopta Israel para la auto-defensa en su guerra contra el terror palestino y las acciones que cualquier estado soberano está obligado a adoptar... son presentados por aquellos que odian a Israel como agresivos".
Y agregó que "muchas de las manifestaciones de antisemitismo en años pasados tienen como objeto no sólo a los judíos como individuos sino también al Estado de Israel, al Estado judío".
Para Sharón, "60 años después de la liberación de Auschwitz el mal que alentó
el horror sigue presente y todavía nos amenaza".
"Israel y su gobierno, y también las organizaciones judías de todo el mundo que recuerdan Auschwitz están decididas a luchar contra ese mal sin descanso", mantuvo.
"Israel -precisó- es el único lugar en el mundo, donde nosotros los judíos tenemos el derecho y la capacidad de defendernos por nosotros mismos. Y nunca renunciaremos a ello".
"Es nuestra responsabilidad histórica y mi responsabilidad histórica personal", finalizó.
Se volvera a repetir la historia de la Alemania Nazi ?
Discurso del Primer Ministro Benjamin Netanyahu en la Asamblea General de la ONU
Sr. Presidente, Damas y Caballeros,
Hace cerca de 62 años, las Naciones Unidas reconocieron el derecho de los judíos, un antiguo pueblo de 3.500 años de edad, de tener un estado propio en su patria ancestral.
Hoy estoy aquí como el Primer Ministro de Israel, el estado judío, y les hablo en nombre de mi país y mi pueblo.
Las Naciones Unidas fue fundada después de la carnicería de la 2ª Guerra Mundial y los horrores del Holocausto. Se le encomendó la prevención de la recurrencia de tales horrendos eventos.
Nada ha minado esa misión central más que el sistemático asalto a la verdad. Ayer, el Presidente de Irán estuvo en este mismo podio, vomitando su último despropósito antisemita. Sólo hace unos pocos días, nuevamente alegó que el Holocausto es una mentira.
El mes pasado, fui a una villa en un suburbio de Berlín llamado Wannsee. Ahí, el 20 de enero de 1942, después de una buena comida, importantes funcionarios nazis se reunieron y decidieron cómo exterminar al pueblo judío. Las detalladas actas de esa reunión han sido preservadas por sucesivos gobiernos alemanes. Aquí está una copia de esas actas, en las cuales los nazis expidieron instrucciones precisas de cómo llevar a cabo la exterminación de los judíos. ¿Es esto una mentira?
Un día antes de que estuviera en Wannsee, en Berlín me dieron los planos de construcción originales del campo de concentración Auschwitz-Birkenau. Esos planos están firmados por el propio Heinrich Himmler, vice de Hitler. Aquí está una copia de los planos para Auschwitz-Birkenau, donde un millón de judíos fueron asesinados. ¿Esto también es una mentira?
Este junio, el Presidente Obama visitó el campo de concentración de Buchenwald. ¿El Presidente Obama rindió tributo a una mentira?
¿Y que hay con los sobrevivientes de Auschwitz cuyos brazos llevan todavía marcados en ellos los números tatuados por los nazis? ¿Esos tatuajes son mentiras? Un tercio de todos los judíos perecieron en la conflagración. Casi cada familia judía fue afectada, incluyendo la mía. Los abuelos de mi esposa, dos hermanas y tres hermanos de su padre, y todas sus tías, tíos y primos, todos fueron asesinados por los nazis. ¿Eso también es una mentira?
Ayer, el hombre que denomina al Holocausto una mentira, habló desde este podio. Para aquellos que rehusaron venir y para aquellos que abandonaron esta sala en protesta, mis elogios. Se erigieron en aras de una claridad moral y llevaron honor a sus países.
Pero aquellos que prestaron oídos a este negador del Holocausto les digo, en nombre de mi pueblo, el pueblo judío, y de los pueblos decentes de todas partes: ¿No tienen vergüenza? ¿No tienen decencia?
Sólo seis décadas después del Holocausto, le dan legitimidad a un hombre que niega que el asesinato de seis millones de judíos tuviera lugar y promete borrar al estado judío.
¡Qué desgracia! ¡Qué burla a la carta de las Naciones Unidas! Quizás algunos de ustedes piense que este hombre y su odioso régimen amenaza sólo a los judíos. Están ustedes equivocados.
La historia nos muestra una y otra vez que lo que comienza con ataques a los judíos, finalmente termina envolviendo a muchos otros.
Este régimen iraní está alimentado por un extremo fundamentalismo que apareció en la escena mundial hace tres décadas, después de mantenerse dormido durante siglos. En los pasados treinta años, este fanatismo ha barrido al globo con violencia asesina y con una imparcial sangre fría en la elección de sus víctimas. De forma cruel mató salvajemente a musulmanes y cristianos, a judíos e hindúes, y a muchos otros. Aunque compuesto por diferentes ramas, los adherentes a este nada indulgente credo, buscan retrotraer a la humanidad a los tiempos medievales.
Ahí donde pueden, imponen una atrasada sociedad regimentada, donde las mujeres, las minorías, los homosexuales o cualquiera no considerado como un verdadero creyente, es brutalmente subyugado. La lucha contra este fanatismo no enfrenta fe contra fe ni civilización contra civilización.
Enfrenta a la civilización contra la barbarie, el siglo XXI contra el siglo IX, a aquellos que santifican la vida contra aquellos que glorifican la muerte.
Este primitivismo del siglo IX no debería tener lugar para el progreso del siglo XXI. El encanto de la libertad, el poder de la tecnología, el alcance de las comunicaciones deberían, seguramente, triunfar. En última instancia, el pasado no puede triunfar sobre el futuro. Y el futuro ofrece a todas las naciones magníficas recompensas de esperanza. La senda del progreso crece exponencialmente.
Nos tomó siglos llegar de la imprenta al teléfono, décadas llegar del teléfono a la computadora personal, y sólo algunos años llegar de la computadora personal a Internet.
Lo que parecía imposible hace unos pocos años, ya está pasado de moda, y apenas podemos entender los cambios que están todavía por venir. Descifraremos el código genético. Curaremos lo incurable. Prolongaremos nuestras vidas. Encontraremos una alternativa barata para los combustibles fósiles y limpiaremos el planeta.
Estoy orgulloso que mi país, Israel, va a la vanguardia de estos avances – liderando innovaciones en ciencia y tecnología, medicina y biología, agricultura y agua, energía y el medio ambiente. Estas innovaciones, en el mundo entero, ofrecen a la humanidad un soleado futuro de inimaginable promesa.
Pero si el más primitivo fanatismo puede obtener las más mortales armas, la marcha de la historia podría revertirse por un tiempo. Y así como la tardía victoria sobre los nazis, las fuerzas del progreso y la libertad prevalecerán sólo después de que una horrorosa cuota de sangre y fortuna haya sido arrancada de la humanidad. Esa es la razón por la que la mayor amenaza que enfrenta el mundo hoy en día es el maridaje entre el fanatismo religioso y las armas de destrucción masiva.
El más urgente desafío que enfrenta esta institución es impedir que los tiranos de Teherán obtengan armas nucleares. ¿Están los estados miembros de las Naciones Unidas preparados para este desafío? ¿Confrontará la comunidad internacional al despotismo que aterroriza a su propio pueblo mientras éste se alza valientemente por la libertad?
¿Ejercerá alguna acción contra los dictadores que robaron una elección a plena luz del día y bajaron a balazos a manifestantes iraníes que murieron en las calles ahogándose en su propia sangre? ¿La comunidad internacional frenará a los más perniciosos patrocinadores y profesionales del terrorismo?
Sobre todo ¿La comunidad internacional frenará al régimen terrorista de Irán en su desarrollo de armas atómicas que, de ese modo, pone en peligro la paz del mundo entero?
El pueblo de Irán se está alzando con coraje contra este régimen. La gente de buena voluntad alrededor del mundo está de su lado, así como lo han hecho los miles que han protestado fuera de esta sala. ¿Las Naciones Unidas se colocarán de su lado?
Damas y Caballeros,
El jurado está todavía fuera de las Naciones Unidas, y las recientes señales no son alentadoras. En lugar de condenar a los terroristas y sus patrocinadores iraníes, algunos aquí han condenado a sus víctimas. Eso es exactamente lo que hizo un reciente informe sobre Gaza, igualando falsamente a los terroristas con aquellos que eran sus blancos.
Durante ocho largos años, Hamas disparó desde Gaza miles de misiles, morteros y cohetes contra ciudades israelíes cercanas. Año tras año, mientras estos misiles eran deliberadamente lanzados contra nuestros civiles, ni una resolución de la ONU fue aprobada condenando esos criminales ataques. No oímos nada – absolutamente nada – del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, una institución con un nombre equivocado, si alguna vez hubo alguna.
En 2005, con la esperanza de hacer progresar la paz, Israel se retiró unilateralmente
de cada centímetro de Gaza. Desmanteló 21 asentamientos y desarraigó a más de 8.000 israelíes.
No obtuvimos paz.
En su lugar obtuvimos una base de terrorismo apoyada por Irán a ochenta kilómetros de Tel Aviv.
La vida en poblados y ciudades israelíes cercanas a Gaza se convirtió en una pesadilla.
Como ven, los ataques con cohetes de Hamas no sólo continuaron, se incrementaron diez veces.
Nuevamente, la ONU se mantuvo en silencio.
Finalmente, después de ocho años de esta incesante agresión, finalmente Israel se vio forzado a responder. ¿Pero como debíamos responder? Bueno, sólo hay un ejemplo en la historia, de miles de cohetes siendo disparados sobre la población civil de un país.
Ocurrió cuando los nazis dispararon cohetes sobre ciudades británicas durante la 2ª Guerra Mundial. Durante esa guerra, los aliados arrasaron ciudades alemanas, causando cientos de miles de bajas. Israel eligió responder en forma diferente. Enfrentado a un enemigo que cometía un doble crimen de guerra, disparando contra civiles mientras se escudaba detrás de civiles – Israel buscó efectuar ataques quirúrgicos contra los lanzadores de cohetes.
La pregunta es obvia: Sera Iran quien tratara de aniquilar y arrastrar a una gran tribulacion al pueblo judio y al mundo entero ?
Continuara....