Re: Necesito textos que prueben que Jesús es Dios
JESUCRISTO ES DIOS
Estimados hermanos:
La seguridad y profunda convicción de que Jesucristo es Dios, no se obtiene, ni debe estar fundamentada solo en lo que dice la Biblia;… eso sería solo un pobre fundamento;… Jesús lo dijo: “ellas son las que dan testimonio de mi….. y no queréis venir a mi, para que tengáis vida” (Juan 5:39,40)
La fe de todo “verdadero” creyente, en cuanto a que Jesucristo es Dios, no se basa en lo que Dios dice a través de versículos, expresiones, capítulos o frases de las Escrituras, más o menos claras tocante a la deidad de Cristo, …¡no!... sino que está fundada y firmemente arraigada en lo que Dios dice y escribe… en el alma, en el corazón de cada creyente.
Buscar convicción en las letras de un libro, es querer alumbrarse a la luz de una antorcha, teniendo en cambio el lucero de la mañana, el día perfecto, que nos entrega la verdadera luz para entender y creer profundamente en Dios y su obra: “Tenemos también la palabra profética más permanente, a la cual hacéis bien de estar atentos COMO A UNA ANTORCHA que alumbra en lugar oscuro HASTA que EL DIA ESCLAREZCA, y el LUCERO DE LA MAÑANA salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19)
Las Sagradas Escrituras son “antorcha”;… Jesús…es el “Lucero de la mañana” y “el día perfecto”. Para creer en Dios y ser participantes de su obra redentora y regeneradora, podremos carecer de las Escrituras;… pero nunca de nuestro Señor Jesucristo.. sin Cristo… nada podemos hacer… Jesucristo dijo: “No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí” (Juan 14:1)
JESUCRISTO ES DIOS, y ésta tremenda verdad, no se verifica a través de éste o este otro texto, sino en el corazón;… su Palabra solo nos lleva a vivir la verdadera experiencia que nos dejará una profunda convicción tocante a las verdades de Dios, y una de ellas, que Jesucristo ES DIOS, su Palabra dice:
“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo…” (1 Juan 5:7) …. “si recibimos el testimonio de los hombres, EL TESTIMONIO DE DIOS ES MAYOR” (vers.9)
La convicción inquebrantable de la deidad o divinidad de Jesús, es el testimonio que Dios da en el corazón del creyente;.. y éste testimonio es mayor que el que nos entregan las Escrituras;…. Las que… aunque están llenas de enseñanzas por las cuales aprendemos que Jesús es Dios… no serían nada, si paralelamente a la verdad revelada en su palabra, Dios no nos diera un testimonio personal de la deidad de su Hijo, y este testimonio que es mayor, no puede ser refutado, porque este testimonio trae consigo un cambio de vida, una visión total, absoluta y abismalmente distinta, a la que tienen algunos que solo han llegado hasta las Escrituras, careciendo del conocimiento personal y palpable de Dios, y se han quedado a la luz de una antorcha, que no les permite ver más allá del escaso radio de luz que ofrece la antorcha;… aquella será siempre un visión nublada, corta, y sin fruto… tan inestable como lo son las ondas de la mar.
El cambio de vida que nos da Dios, juntamente con la revelación al alma, al corazón de que Jesús es Dios, nos lleva a buscar en la Palabra de Dios, la salud y alimento que necesitamos cada día para crecer, la transformación de nuestros pensamientos;… los cambios del mal al bien, la búsqueda de su Palabra, no para nuestro propio deleite, sino para convertirnos a Dios, radican solo en el testimonio personal, que solo el conocimiento “palpable” y real y verdadero de Dios, nos concede.
Querer ordenar lo que Dios ha establecido ya en su palabra, es solo una carnalidad, un apetito carnal y humano, terreno, diabólico;… y esto, aunque se conozcan toda la Biblia, seguirá siendo un apetito carnal, que solo estará reflejando la naturaleza todavía carnal de aquellos que “dicen creer en Dios”, los que, pese a todos los esfuerzos, seguirán endurecidos en sus corazones y cerrados al conocimiento de la verdad de Dios, porque “el hombre animal, no percibe, no entiende las cosas que son del Espíritu de Dios, porque ellas se han de examinar espiritualmente” (Rom. 2:2) De modo que ni mil versículos serán suficientes para sacar la oscuridad de sus entendimientos;… y como dijo un forista en éste tema, aunque venga el mismo Dios diciendo que Jesús es Dios, no creerán, pues el diablo ha segado el entendimiento.
Los apetitos carnales y tentaciones diabólicas de querer ordenar la Palabra de Dios, …”esto sirve y esto no”, “esto es verdad y esto no”, …es tan vieja como lo es el evangelio de Jesucristo; y quizás mucho más… porque esto procede del diablo, por lo tanto tiene su origen desde la creación del mundo, cuando el diablo decía: “no es como os ha dicho Dios”… digo tan vieja como el evangelio, pues allí ya tenemos testimonio clarísimo de esta inclinación y tentación, movida por los hilos del diablo…: “Habiendo “muchos” TENTADO a PONER EN ORDEN la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas” (Lucas 1:1)… Esta tentación… sigue funcionando hoy… como en aquellos días…
Y peor… pues quieren encontrar fundamento y convicción en la Palabra de Dios, que ellos mismos, paradójicamente, están destruyendo;.. o pretendiendo destruir… ¿Cómo es posible buscar apoyo o verdad, en la Palabra de Dios, que la desestiman por estar llena de errores, falsedades y erradas interpretaciones?
Antiguamente cada israelita que se presentaba ante el sacerdote y oficiaba un sacrificio por sus pecados, luego, se retiraba con la absoluta convicción de haber sido perdonado de sus pecados, no porque confiaba en un animal sacrificado ni en un rito religioso, sino que se sentían perdonados, porque DIOS decía en su Palabra que sería perdonado: “Y será perdonado” (Levítico 4:31,35… etc.)
Hoy nuestra profunda, absoluta e intransable convicción de que JESUCRISTO ES DIOS, no está limitada a lo que dice un papel, sino, a lo que dice Dios en el corazón, a lo que ha escrito Dios en el alma, de acuerdo a su nuevo pacto; …ya no solo creemos que El es Dios, porque lo dice su Palabra, sino porque lo ha dicho Dios en nuestro corazón, porque lo escribió Dios por su Santo Espíritu, … y esto… quien no ha recibido el Espíritu Santo, nunca lo creerá, ni lo entenderá.
…. Y por otra parte… un texto bíblico lo pueden refutar y desvirtuar cualquiera y cuanto quieran… pero el testimonio que está en el alma, escrito en el corazón…nadie lo puede quitar, refutar ni cuestionar.
Dios les bendiga