Lo importante es el tema del epígrafe y no mi persona ni la tuya;
Así es.
que no me voy a prestar a dimes y diretes.
Yo menos
Si a pesar de expresarte mi aprecio y respeto
Cual respeto y cual aprecio, acusador mio??
quieres seguir con tu odio,
No creo que te odie nadie.
No te victimices. Recuerda que eres el victimario, no la víctima
puedes hacerlo,
No se por qué razón me acuses de odiarte
La pregunta es si te lo crees.
No veo ni el motivo, ni la razón ni algún hecho tangible de tal supuesto
Para que te quede claro.
Pese a tus satanizaciones, descontextualizaciones, acusaciones y perversiones a mis dichos, pese a poner insistentemente las palabras de Satanás en mi boca y sugerir mi filiación a él, no te odio, sino me gozo cuando sin causa alguna me has acusado de que digo como Satanás.
Te recuerdo que eres tú y no yo quien me acusa de decir como Satanás
Te recuerdo que has sido tú y nadie más quien ha traído insistentemente las palabras de Satanás para ponerlas en boca de los cristianos y no, no serás tomado por inocente.
Eso no es odiarte sino reconvenirte y apercibirte que no lo hagas.
solo que este no te llevará a buen término.
Deja de inventarme supuestos odios.
Simplemente no hay tal cosa.
Ni lo hago ni es mi estilo y no está en mi odiar a nadie.
Que Dios juzgue.
Siempre
Ahora te invito a volver al tema.
Y el tema es que:
Escrito está que el hombre muera una sola vez.
Escrito esta -respecto a los impíos- que “su gusano no muere”
Escrito está que La muerte segunda es un lugar llamado El Lago de Fuego y, que ahí será el lloro y crujir de dientes
Que unos resucitarán para vida eterna y otros para tormento eterno y que el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos
Que “la vida eterna” no es un término correcto para referirnos a los impíos que pasarán el resto de la eternidad en el tormento eterno
Que el predicador escribió acerca de lo que sucede bajo el sol, por lo que no podría saber lo que ocurre después de esta vida, pero el Señor Jesucristo si.
Que el relato del rico y Lázaro es muy puntual respecto a lo que sucedía en el Hades, tanto en el Paraíso o seno de Abraham, como en el lugar de tormento.
Que las palabras “no morireis” no son verdaderas toda vez que Adán y Eva si murieron y que esta muerte pasó a toda la humanidad, por tanto, el hombre no es eterno, por definición.
Que ir al tormento eterno no significa desaparecer, ni ser eterno, ni tener la vida eterna.
Y esto es lo que he venido diciendo