Para ser castigado por siempre, el impio tendría que vivir para siempre; pero
sin Cristo ningun impio vivirá para siempre.
No encuentro respaldo bíblico sobre tu idea, en la cual se asocia a Cristo con el pecado de la criatura para respaldar su eternidad en tormentos.
Gál 2:17 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores,
¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.
La expresión "por los siglos de los siglos" posee EL SENTIDO DE ETERNIDAD y se aplica tanto a Dios como también al castigo de sus criaturas, leemos:
ETERNIDAD APLICADA A DIOS
Apo 4:9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono,
al que vive por los siglos de los siglos,
Apo 4:10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran
al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Apo 10:6 y juró por el que vive
por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más,
ETERNIDAD APLICADA A LA CRIATURA IMPÍA
Apo 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos.
Mat 25:46 E irán éstos al
castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
PENA DE ETERNA PERDICIÓN PARA EL IMPÍO
2Ts 1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
2Ts 1:9 los cuales sufrirán
pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
La bestia de Apocalipsis en 17:8, 11, en ambos versículos se menciona que van a "perdición", este término en ningún momento tiene la idea de extinción, o de aniquilación, como piensa el forista Marcelino, pues el destino de la bestia, el falso profeta, y los impíos, en el lago que arde con fuego y azufre, donde se nos dice que serán "atormentados día y noche por los siglos de los siglos", no es aniquilación, sino que la palabra "perdición" y en otras versiones "destrucción", es su tormento infinito en el lago de fuego.
Te recuerdo que el Señor sacó al hombre del Eden para que no comiera del arbol de la vida y viviera para siempre.
Génesis 3:22,23.
Gracias por recordármelo, aquí está el texto:
Gén 3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
Gén 3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
Lo que sustentaba al hombre en el Edén, era su comunión con Cristo, quién descendía y hablaba con él, en medio de una vida eterna de paz y gozo.
Pero la vida eterna en un estado de pecado significaría tratar de esconderse eternamente de Dios (Rev_6:16) en su juicio venidero, vivir no en paz, sino en zozobra, avergonzados y temerosos, hasta este momento:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
¿Y qué pasará con los impíos que reciben el nombre de cabritos?
Mat 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos,
al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Como Adán y Eva, todos nosotros hemos pecado y estamos separados de Dios.
Sin embargo, nosotros no tenemos que permanecer separados.
Pues la promesa de la simiente, dada allí:
Gén 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente
y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Nos habla de Cristo como nuestro único y suficiente Salvador.
Marcelino, venga al Cristo de las Escrituras para que conozca la sana enseñanza.