Yo no dije una segunda muerte, sino la segunda muerte; y aún cuando lo hubiera dicho, el significado sigue siendo segunda muerte.
La muerte segunda no es otra cosa que el tormento eterno en el Lago de Fuego.
Ye te he enseñado y explicado esto, varias veces, a ver si entiendes:
En ese lugar llamado "la muerte segunda o lago de fuego" el gusano no muere, sino ahí hay confusión, estarán apartados de Dios, ahí será el lloro y crujir de dientes y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
Ya entiéndelo.
Después de la primera muerte, los impíos irán a juicio y de ahí a la segunda muerte,
Así es,
La muerte segunda o la segunda muerte es un lugar llamado el Lago de Fuego.
Este lugar es donde el gusano no muere, sino ahí hay confusión, estarán apartados de Dios, ahí será el lloro y crujir de dientes y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
porque el salario por el pecado es la muerte.
Así es y los hombres morimos, una sola vez, como está escrito. No dos veces.
Quiero pensar que tu permanente confusión está en el término "muerte", solo que la primera muerte es una y la segunda es algo muy distinto, ahí nadie desaparece.
Ya te lo había dicho, pero vuelve a leerlo en Apocalipsis 2:11
Veamos:
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte."
Amén
No será echado al Lago de Fuego, y su nombre esta inscrito en el Libro de la Vida.
y 20:6.
Veamos;
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Amén
Así es, los muertos en Cristo resucitaremos, seremos transformados. Los impíos resucitarán después de mil años, puestos de pie, juzgados, serán echados al Lago de Fuego o Muerte Segunda, no para desaparecer, ni para ser evaporados, ni exonerados, sino para recibir su castigo que es el tormento eterno.
Ya te lo he explicado también.
Se entendido.
Y te aconsejo que no hables de más, ni seas obstinado.
Gracias, pero regálele a otro tu amargura que yo no te la recibo, ni te la he pedido, ni te la compro,