-El hombre vino a ser un ser viviente en cuanto Dios sopló en su nariz el aliento vital
Es así como queda formada la persona del “hombre Adán alma viviente”
1 Corintios 15:45.
1 Corintios 15:45.
El hombre deja de ser, pero solo su cuerpo se pierde,
Cuando la persona muere, el aliento de espíritu de vida, vuelve a Dios que lo dio.
Con la resurrección, el cuerpo pasa a ser partícipe también de lo que la persona ya goza.
Al desunirse el aliento de espíritu de vida del cuerpo, ya no hay persona que goce, sino hasta la resurrección.