En tiempos pasados, cuando me aferraba a tener la razón, respondía de modo visceral.
Aún teniendo las Escrituras para respaldar mi dicho, no me daba cuenta que la gloria no es mía sino del Señor.
Ahora miro al otro lado de las cosas; ya no tengo que esforzarme en ponerme yo en el debate. Y menos con gente que le cuesta madurar.
Me rehúso seguir el debate cuando al otro lado percibo el mismo error en que incurrí por tanto tiempo.
Me basta saber que el diablo será destruido en cuanto a sus obras y a su ser, y en su tormento sufrirá un dolor más allá de lo que cualquiera de nosotros podría imaginar.
De igual modo, las personas que se opongan abiertamente al Señor, siguiendo la misma conducta de corromper a otros, tendrán un destino igual. Sus seres y obras serán destruidas, quedando en el lago de fuego en un tormento REAL que nunca se acabará.
Y eso no cambiará, aunque a algunos aniquilacionistas no les guste.
Si no hubiese una ADVERTENCIA de no morir sino de vivir, estaría de acuerdo con los que creen que los malos serán "descreados"...
Aún teniendo las Escrituras para respaldar mi dicho, no me daba cuenta que la gloria no es mía sino del Señor.
Ahora miro al otro lado de las cosas; ya no tengo que esforzarme en ponerme yo en el debate. Y menos con gente que le cuesta madurar.
Me rehúso seguir el debate cuando al otro lado percibo el mismo error en que incurrí por tanto tiempo.
Me basta saber que el diablo será destruido en cuanto a sus obras y a su ser, y en su tormento sufrirá un dolor más allá de lo que cualquiera de nosotros podría imaginar.
De igual modo, las personas que se opongan abiertamente al Señor, siguiendo la misma conducta de corromper a otros, tendrán un destino igual. Sus seres y obras serán destruidas, quedando en el lago de fuego en un tormento REAL que nunca se acabará.
Y eso no cambiará, aunque a algunos aniquilacionistas no les guste.
Si no hubiese una ADVERTENCIA de no morir sino de vivir, estaría de acuerdo con los que creen que los malos serán "descreados"...