Mire nada me dice que Lucas 16 sea una parábola y encima metafórica sino que es su interpretación privada, porque nada me dice que lo sea en el texto, por lo tanto sí fuera la única escritura entonces usted tendrá por lo menos un excusa, pero es todo lo contrario, como lo escribí y hasta literal encontrará almas de muertos y apariciones de muertos por todos lados y no hay forma que sigan con esa falsa doctrina de negar el castigo eterno de los impíos y negar el infierno inmediato a la muerte de los impíos.
La Biblia dice:
“Los vivos tienen conciencia de que morirán;
pero en cuanto a los muertos,
ellos no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5; Salmo 146:4).
Así que cuando alguien muere, deja de existir.
Los muertos no pueden pensar ni actuar ni sentir.
(Salmo 146:4) Sale su espíritu,
y el hombre vuelve al suelo;
ese mismo día se acaban sus pensamientos.
Dios le explicó al primer hombre lo que le sucedería al morir.
Cuando Adán desobedeció, Dios le dijo:
“Polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19).
Adán no existía antes de que Dios lo formara “del polvo del suelo” (Génesis 2:7).
Y al morir, volvió a ser polvo y dejó de existir.
Lo mismo sucede hoy.
Refiriéndose tanto a los seres humanos como a los animales, la Biblia explica:
“Del polvo han llegado a ser todos,
y todos vuelven al polvo” (Eclesiastés 3:19, 20).
La Biblia a menudo compara la muerte con un sueño profundo
Quien duerme profundamente no se entera de lo que pasa a su alrededor.
Del mismo modo, los muertos no tienen conciencia de nada.
Sin embargo, la Biblia enseña que Dios puede despertarlos y levantarlos a la vida (Job 14:13-15).
Para aquellos a quienes Dios resucite, la muerte no será el final de todo.