Te lo resumo en pocas palabras, muerte segunda es incompatible con inmortalidad. Si quieres interpretar que morir por segunda vez es ser inmortal allá tú.
Salmo te lo dice de forma diáfana:
Pero lo creado es creado y sostenido por el único Dios verdadero.
Si algo o alguien pudiera vivir sin necesitar de Dios entonces estaríamos frente a otro Dios.
Frente a una fuente propia de vida y existencia y no puede ser.
Dios perdería su calidad de único.
Nada ni nadie puede tener vida en si mismo solo Dios.
Y todo aquello que vive para siempre lo hace porque Dios lo sustenta eternamente.
En ese caso su inmortalidad no es una cualidad intrínseca sino un poder otorgado y sostenido por Dios.
¿Mirá si Dios va a crear un Dios?
Si Dios crea a alguien que después el no puede matar entonces estamos en problemas y deja de ser soberano y el gobernador de todo lo creado.
Vaya filosofía
“Poder vivir” dices?
Mira,
Eso no es “vida” pues jamás tuvieron “la vida”, siempre estuvieron muertos.
Lo que si tienen, han tenido y tendrán sin Cris, es una existencia miserable.
“El gusano de ellos no muere”, ese gusano dice el salmista: “porque soy gusano, no hombre” es una existencia mínima, en sufrimiento, estado de indefensión total, confusión perpetua, agonía total.
Este salmo mesiánico, se refiere a la agonía de Cristo en la cruz: “ soy gusano y no hombre”.
Ese sufrimiento lo pagó y pasó por él el Señor Jesucristo para rescatarnos y quitar el pecado del mundo, pero hay quienes rechazan este sacrificio, pues bien, ese castigo, ese estado será sobre ellos y no tendrá fin.
“El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos”, ahí en ese lugar llamado la muerte segunda o Lago de Fuego, son “las tinieblas”, “ahí será el llanto y crujir de dientes”
Si lo entiendes o no, lo crees o no, lo mismo da. Así será.
Es la justicia de Dios por haberse revelado contra él y despreciado su Gracia y su misericordia, por despreciar la preciosa sangre de Su Hijo Jesucristo.
“Si no criéis que YO SOY, morireis en vuestros pecados y delitos” y, a excepción de los cristianos, sectas diversas y el mundo mismo no cree que Jesucristo es el gran YO SOY.
Esa es la condenación del mundo, que los hombres amaron más las tinieblas que la luz.
Y la luz verdadera es Jesucristo, le rechazaron a él, y quien rechaza al Hijo, rechaza al Padre.
Pero esta es la dádiva de Dios:
S. Juan 6:37 RVR1960
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera“