Ahora deseo contestar una pregunta hecha por Elias Tisvita.
COMO SABEN USTEDES CON TODA CERTEZA QUE EL LIBRO DE MORMON ES VERDADERO Y QUE EL PROFETA SMITH SU FUNDADOR ES UN VERDADERO PROFETA DE DIOS
DE DONDE Y COMO VIENEN SUS TESTIMONIOS .?
Primero para explicar bien cómo sabemos lo que creemos creo que es apropiado exponer en qué creemos.
Para redondear la idea inicialmente quiero resumir que nosotros creemos en Dios, Nuestro Padre Celestial, que vive, que nos ama, que nosotros somos literalmente Sus hijos y que desea que seamos tan felices como lo es Él. Para ayudarnos a lograr eso el tiene un Plan, el cual conocemos como el Plan de Salvación. Creemos que la figura central y principal de ese Plan es nuestro Señor Jesucristo pues es por medio de Él y Su Expiación infinita que nosotros podemos ser felices en esta vida y lograr la Vida Eterna junto a Nuestro Padre Celestial. Creemos que Él hizo el Universo bajo la dirección del Padre (Hebreos 1:2) y así mismo hizo esta tierra para que pudiéramos habitarla y pudiéramos ser probados “para ver si haríamos todas las cosas que el Señor nuestro Dios nos mandare” (Abraham 3:25). Creemos que no existe otro nombre debajo del cielo por medio del cual el hombre llegue a ser salvo, y es por Su gracia que podemos lograr estas cosas. Creemos que lo que Él hizo por nosotros: Su sacrificio al pagar por nuestros pecados, Su muerte y resurrección, Su doctrina, Sus principios, Sus ordenanzas y Su ejemplo perfecto son el Evangelio que constituye el Plan de Dios para la salvación del hombre.
Ahora bien, creemos que Dios ha seguido Su Plan enseñando a los hombres desde Adán hasta nuestros días siguiendo un método perfecto. Y éste es que escoge a hombres dignos a quienes revela este evangelio y da autoridad para que actúen en Su nombre y guíen y enseñen a Sus hijos. Estos hombres se constituyen en testigos especiales de Él porque le vieron o escucharon Su voz.
Algunos ejemplos: Adán habló con Dios en el jardín de Edén. También Abraham:
“Era Abraham de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.” (Gen.17:1),
o Moisés:
“Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.” (Ex. 33:11),
también Isaías cuando dijo:
“En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.” (Isaías 6:1)
y todas las escrituras que conocemos que dicen: “Vino a mí, palabra de Jehová, diciendo: …” A estos hombres los conocemos como Profetas y Apóstoles. Y ellos testificaron lo que habían aprendido del Señor por revelación directa a ellos. Cada uno en su época y circunstancias particulares, añadiendo uno al otro de acuerdo a la revelación que recibieron de Dios, ya fuera profecía, doctrina, amonestación, advertencias, juicios, dirección espiritual, social o política. Creemos que es a esto a lo que se refiere Amós cuando dice:
como el mensaje de esta cancion verdad para nosotros
vino a mi palabra de jehova hijo de hombre asi diras a es te pueblo que yo escoji como primicia que yo e visto su nececidad y me agrada su humildad que muchas bendiciones hay para sus vidas que yo he visto su lucha ferviente su corazon obedien no se an contaminado con el mdernismo
diles que permanescan unidos y no manchen sus vestidos y edifiquen su abrigo en la roca fuerte el esta presto a nuestra oracion el esta como un leon para guardar nuestras vidas de aquel enemigo y a su pueblo diles que cuenten conmigo como su mejor amigo que en los momentos duros yo estoy a su lado que yo bengo para consolarlos y que los miro con selos que me los boy a llevar al cielo por que me enamore de ellos que son mi pueblo amado
y el señor dice ve y dile a mi pueblo amado que siga luchando y no mire hacia atras que le dare la victoria van a ver mi gloria asi dice jehova
“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).
habla del pueblo judio y como ves en nilgun versiculo encontraras la palabra mormon
Creemos que estos hombres fueron escogidos y llamados para predicar el evangelio de Jesucristo a los hombres de su respectiva época hablándoles directamente y también escribiendo su testimonio, lo cual constituye la base de las escrituras para nosotros.
Creemos que el hombre siempre ha podido discernir e identificar la verdad con respecto al testimonio de estos profetas y apóstoles (al escucharlos directamente o al leer sus escritos) por medio del Espíritu Santo quien es un miembro de la Trinidad y también es un Dios como El padre y el Hijo. Como dice en 3 Nefi 28:11:
“Y el Espíritu Santo da testimonio del Padre y de mí; y el Padre da el Espíritu Santo a los hijos de los hombres por mi causa.”,
y en Éter 12:41:
“Y ahora quisiera exhortaros a buscar a este Jesús de quien han escrito los profetas y apóstoles, a fin de que la gracia de Dios el Padre, y también del Señor Jesucristo, y del Espíritu Santo, que da testimonio de ellos, esté y permanezca en vosotros para siempre jamás. Amén.”
Un ejemplo de ese método lo encontramos en Hechos 10 cuando Pedro va a casa de Cornelio, el Centurión romano, quien era un varón justo y temeroso de Dios, y quien recibió el evangelio por medio del Apóstol. En Hechos 10:37-44 vemos:
37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:
38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.
40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.
42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
La experiencia de Cornelio y los que estaban con él fue consecuente con la enseñanza del Salvador cuando dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (Mateo 7:7.8)
Cornelio había estado orando y ayunando a Dios y recibió respuesta a sus oraciones:
30 Entonces Cornelio dijo (a Pedro): hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente,
31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.
32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.
(Hechos 10:30-32)
Luego del discurso de Pedro, como ya hemos visto, el Espíritu Santo descendió sobre ellos. Esto corresponde también a lo que dijo el Salvador:
“ Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26)
y
“… cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
15:27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
(Juan 15:26)
De esa manera Cornelio supo con toda su alma que el testimonio de Pedro era verdadero, y así obtuvo su propio testimonio del evangelio que escuchó del apóstol. Porque como dijo el Señor: “él (el Espíritu Santo) dará testimonio acerca de mí.”
Otra cosa más.
Creemos que luego de que Adán enseñó el evangelio a sus hijos llegó un tiempo en que la mayoría se desvió de las enseñanzas del profeta y cayeron en apostasía, (palabra que en el uso secular griego en la que la usó Pablo significa cambio en la forma de gobierno, la aplicación espiritual es un cambio en la forma de gobernar los asuntos de Dios sin su autorización, el cual se da por una pérdida de la verdad por falta de revelación y de la autoridad de Dios para actuar en Su nombre y recibir esta revelación) con excepción de Enoc y su pueblo de quien la escritura dice que desapareció; y sólo quedó Noé, por medio del cual el Señor volvió a comenzar Su obra en la tierra restaurando la revelación y los tratos de Dios para con el hombre. Tiempo después el mundo cayó nuevamente en esa apostasía, o sea en ese cambio en la forma de gobernar los asuntos de Dios. Entonces el Señor llamó a Abraham por medio del cual se restauró esa autoridad y volvió la revelación. Su descendencia terminó en Egipto en donde estuvieron un poco más de 300 años y se volvieron a las tradiciones egipcias, cayendo en apostasía. El Señor llama a Moisés por medio del cual se saca a Israel de Egipto y se le da al pueblo una ley menor o preparatoria: La ley mosáica. Y así tenemos a todos los profetas del antiguo testamento hasta Malaquías, para el año 400 a.C. aprox. Luego el pueblo judío cae en otra apostasía cambiando los asuntos del Señor y de allí salen los fariseos, saduceos y escribas, por ejemplo. Para restaurar la verdad y la autoridad del sacerdocio viene el Señor mismo y cumple con Su misión expiatoria por el género humano y establece Su Iglesia. Fue muy difícil para los judíos aceptar el evangelio de Jesucristo puesto que tenía diferencias de lo que tenían en la ley mosáica. Por ejemplo Él era de la tribu de Judá y el sacerdocio se daba exclusivamente a la tribu de Leví, por eso Pablo dijo:
“14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.” (Hebreos 7:14)
Después de la muerte y resurrección del Señor y su posterior ascensión al cielo, los apóstoles enseñaron el evangelio e hicieron crecer la Iglesia del Señor el resto del siglo I d.C.
Sabemos que los apóstoles fueron perseguidos y muertos; y creemos que después de la muerte de ellos y el retiro de Juan, el amado, del ministerio en el año 101 d.C. aproximadamente, la Iglesia que el Señor instituyó edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas” (Efesios 2:20) cayó en apostasía cuando los miembros de la iglesia, sin la dirección de los apóstoles (quienes recibían la revelación directa del Señor), cambiaron la forma de gobernar los asuntos del Señor y mezclaron la doctrina de Cristo con las doctrinas paganas del momento (romanas, griegas y demás). El mundo cayó en la apostasía más grande de la historia de la humanidad, y es sorprendente que los mismos historiadores le llamaron a este período el oscurantismo. Como dice en Proverbios: “Sin profecía el pueblo se desenfrena” (Prov.29:18).
Por mucho tiempo se persiguió y se exterminó a cualquiera que enseñara una doctrina que no fuera la oficial de la iglesia gobernante. Para solucionar este vacío de revelación el Señor inspiró a muchos hombres que fueron despertando la conciencia de la humanidad y cambiando el panorama del mundo en todos los aspectos. Personas como Lutero, Wesley, Calvino y otros más, (en el ámbito espiritual, por ejemplo). El progreso fue lento. También este tiempo de despertar espiritual (paralelo al despertar cultural, social, económico y político) generó muchas denominaciones religiosas cristianas. Parte de la confusión se basa en que sólo contaban con una fuente para el entendimiento del evangelio y era la Biblia que habían recibido de manos de la Iglesia Católica, quien nunca dijo recibir revelación directa de Dios, ni tener apóstoles y profetas los cuales son, como vimos antes, el fundamento de la Iglesia de Jesucristo (Ef.4:20). (Por cierto, del nuevo testamento tenemos copias de copias, y en últimas no sabemos si llegaron a ocultar alguno de los registros de los apóstoles, puesto que no de todos tenemos su testimonio y de Pablo sabemos que nos falta una carta a los Corintios: “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios” [1Cor.5:9], y ¿Dónde está esa carta? ¿Acaso es menos importante? ¿Quién decidió eso?).
El mundo fue cambiando hasta que hubo una nación que permitió (aparentemente) la libertad religiosa, y 50 años después nació José Smith de quien nosotros testificamos fue llamado a ser profeta del Señor como todos los demás antes que él.
Tanto en la época de José Smith como ahora vemos que existen diferentes puntos de vista sobre algunos temas doctrinales entre las denominaciones cristianas existentes. Y esto se da por las variadas interpretaciones que le dan a la doctrina que se encuentra en la Biblia. Si la doctrina Bíblica fuera totalmente clara no habría tantas denominaciones cristianas diferentes, sino una sola Iglesia cristiana, pero no es así. En palabras de José Smith leemos:
“Agobiado bajo el peso de las graves dificultades que provocaban las contiendas de estos grupos religiosos, un día estaba leyendo la Epístola de Santiago, primer capítulo y quinto versículo, que dice: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Ningún pasaje de las Escrituras jamás penetró el corazón de un hombre con más fuerza que éste en esta ocasión, el mío. Pareció introducirse con inmenso poder en cada fibra de mi corazón. Lo medité repetidas veces, sabiendo que si alguien necesitaba sabiduría de Dios, esa persona era yo; porque no sabía qué hacer, y a menos que obtuviera mayor conocimiento del que hasta entonces tenía, jamás llegaría a saber; porque los maestros religiosos de las diferentes sectas entendían los mismos pasajes de las Escrituras de un modo tan distinto, que destruían toda esperanza de resolver el problema recurriendo a la Biblia.”
(JS-Historia 1:11 - 12)
Cómo ustedes saben, él dice que decidió seguir el consejo de Santiago y preguntarle a Dios, lo cual hizo en una mañana de primavera de 1820. La respuesta a esa oración es lo que conocemos como la “Primera Visión”. En esa visión él vio al Padre y al Hijo. El Seño le dio la instrucción de no unirse a ninguna iglesia, y después de una preparación de varios años que terminó con la traducción del Libro de Mormón José Smith restauró la Iglesia de Jesucristo el 6 de abril de 1830.
En resumen creemos que el Señor sigue hablando por medio de profetas quienes han dado su testimonio directamente y por escrito. Por medio de José Smith se restauró la revelación directa de Dios con el hombre, y la autoridad del sacerdocio que se perdió con la muerte de los apóstoles. Se restauró la Iglesia de Jesucristo con todos los oficios que se mencionan en el nuevo testamento. Recibimos también más escritura, a saber, El Libro de Mormón, Otro testamento de Jesucristo, y Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio.
Cómo puede una persona saber si esto es verdadero o no? Igual que lo supo Cornelio, el centurión romano, cuando escuchó al apóstol Pedro, o siguiendo el consejo que dio el apóstol Santiago, o sea preguntándole a Dios. Y cada persona puede saber la veracidad de esto por el poder del Espíritu Santo.
¿Y cómo puede una persona saber que la respuesta viene de Dios? ¿Cómo puede saber que fue el Espíritu Santo quien le dio esa respuesta y no se la dio él mismo o pero aun, que la respuesta es de Satanás para confundirlo?
ESTE ES EL VERDADERO PUNTO A RESOLVER. ¿Por qué? Porque si Dios llama a un profeta ESO es lo que lo hace verdadero, que Él lo llamó, y no que tan congruente nos parece a nosotros lo que el profeta enseña. Por ejemplo: El profeta Moisés enseñó que la ley de Dios dice: “No matarás”, luego encontramos al profeta Samuel diciéndole al rey Saúl: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos…Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.“ (1 Samuel 15:3). Si estuviéramos en la época de Samuel y sólo creemos en Moisés y la ley mosáica entonces bien podríamos decir que Samuel es un falso profeta porque está enseñando algo opuesto a la ley que conocemos, y podríamos criticarlo diciendo sarcásticamente que Dios cambia de parecer cuando le conviene al rey, etc. Pero no es así, Dios mandó, Dios juzgó y Dios dio la orden. Pero cómo saber que fue Dios quien dio la orden? Saúl ni siquiera lo dudó porque confiaba en Samuel, Saúl siguió al profeta. ¿Lo harían ustedes? No lo creo, porque ustedes no creen que si Dios habló una palabra no puede hablar otra, como lo dijo el Señor:
“…Y no supongáis que porque hablé una palabra, no puedo hablar otra; porque aún no está terminada mi obra; ni se acabará hasta el fin del hombre; ni desde entonces para siempre jamás.”
(2 Nefi 29:9)
Y cómo sé yo que una escritura es realmente de Dios, o que un profeta es realmente llamado por Dios? Como dije antes, por medio del Espíritu Santo.
“… cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
(Juan 15:26)
Y cómo sé que la respuesta es del verdadero Espíritu Santo? (Aquí tienes tu respuesta Elías Tisvita y Sharon y los demás, y también tu amigo David por quien tengo una preocupación especial):
Porque el Espíritu le habla a tu espíritu, y llena tu mente y tu corazón y todo tu cuerpo, y LO PUEDES DISCERNIR, y da claridad y luz, y “os parece que en [esto] tenéis la vida eterna; y [estas cosas] son las que dan testimonio de mí;” (Juan 5:39).
En ocasiones es una voz delicada, un sentimiento de claridad, o de paz, o de gozo; y cuando Dios quiere puede hacer arder tu corazón (como en el camino de Emaús), o pueden venir visiones, o puede hacer extremecer tu alma con un gozo indescriptible, con un sentimiento de veracidad más allá de tu comprensión intelectual, pero con un claro mensaje de aprobación que marca tu alma para toda tu vida.
En palabras del presidente Joseph Fielding Smith:
“Cuando una persona tiene la manifestación del Espíritu Santo, queda
una indeleble impresión en su alma, una que no es fácil de borrar. Es el
Espíritu que habla al espíritu, y se recibe con una fuerza convincente.
Una manifestación de un ángel, o aun del Hijo de Dios mismo,
impresionaría a los ojos y a la mente, y al final se borraría; pero las
impresiones del Espíritu Santo se graban profundamente en el alma y
son más difíciles de borrar” (Answers to Gospel Questions, 2:151).
El presidente Smith también enseñó lo siguiente: “Por medio del
Espíritu Santo la verdad es entretejida en la misma fibra y tendones
del cuerpo, de manera que no puede ser olvidada” (Joseph Fielding
Smith, Doctrina de Salvación, Tomo I, pág. 45).
Yo he sentido eso, he experimentado esa comunicación de Dios por medio del Espíritu Santo. Todos ustedes que no creen en la doctrina que yo creo pueden argumentar lo que deseen al respecto, pero todas sus palabras no pueden cambiar lo que yo sé por mí mismo que Dios me ha dicho, y que me impulsa a esforzarme por ser mejor y agradable ante los ojos de mi Padre Celestial y de mi Señor Jesucristo, y a poner a Su servicio mis talentos y recursos cuántos tenga, como Él me lo pida. Y créanme que no tengo suficientes palabras para expresar lo que es el la confirmación del Espíritu Santo sobre estas cosas. Pero sé que ustedes lo han experimentado en algún grado cuando hacen lo bueno, porque todo lo bueno viene de Dios, y ese es su testimonio de vida, y es correcto. Yo a los testimonios de vida le agrego mi testimonio de la veracidad de la doctrina del evangelio restaurado. Yo sé que José Smith vio al Padre y al Hijo, porque Dios me lo ha hecho saber de una manera inconfundible y sagrada para mí. Sé que el Libro de Mormón es escritura de Dios, igual que la Biblia, porque Dios me lo ha dicho. Sé que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la iglesia verdadera de Jesucristo porque Él me lo dijo. Sé que el sacerdocio fue restaurado a la tierra para obrar en la salvación de las almas de los hombres y esto lo sé por muchísimas experiencias durante toda mi vida.
No he escrito estas palabras para convencer a nadie en este foro, porque la verdad sobre las cosas de Dios no se conoce por medio de meros ejercicios intelectuales sobre la doctrina como los que hacemos aquí. La verdad sobre las cosas de Dios se conoce por medio del Espíritu Santo o no se conocen.
Me gustaría pensar en que respetarán nuestras creencias aunque no las compartan, pero hasta ahora no han mostrado esa calidad.
Igual, Dios les bendiga.