Estimado Áhab
Estimado Áhab
Respuesta a Mensaje # 99:
John Maxwell es uno de los escritores que venden más y que me he dado el lujo de no leerlo nunca, aunque sí he ojeado sus libros y mirado los índices. Muchos de los títulos llevan el gancho del verbo “liderar” y derivados. Me repugna.
Los lectores de tales libros, como los que asisten a talleres, cursos, seminarios y congresos de liderazgo, lo único que persiguen es aprender técnicas de manipulación y dominio de individuos y masas.
Si todo se tratara de ser humilde y servir, no se requiere de tanto estudio, bastando el NT para la mejor instrucción.
Pero la filosofía positivista y pragmática en boga en los EEUU, aprovecha de la psicología para proveer métodos de cómo influenciar sobre mentalidades débiles, incultas y susceptibles. No importa cuántos no caigan en estas redes, siempre habrá muchos contentos de enredarse en ellas.
No es que a través de los años se malentendiera el concepto de “liderar”. Lo que ocurrió fue que ingenuamente la iglesia lo tomó del mundo sin percatarse que no debía adoptarlo, y luego ya fue tarde para echarse atrás, pues los “ricos y famosos” ya estaban muy metidos en un asunto que les proveía suculentas ganancias.
Entonces se procedió a vestir al impostor adecuadamente, de modo que se hiciera potable al cristianismo auténtico, bíblico y espiritual.
Se dijo lo mismo que ahora tú dices: influencia positiva, benéfica, servicial, espiritual, etc. ¿Pero cómo vestir con tales virtudes a los que sólo ambicionan su personal destaque y predominio sobre los demás?
El problema no es que la palabra no esté en la Biblia, pues sí está, aunque sólo en Mt 23:10, dos veces: mhde. klhqh/te kaqhghtai,( o[ti kaqhghth.j u`mw/n evstin ei-j o` Cristo,jÅ El vocablo kaqhghth.j en inglés es traducido Leader, y en castellano “Adalid”, “Caudillo” o “Guía”, preferentemente.
En el mundo, leader o líder se emplea apropiadamente, pues siempre se refiere a alguien que se destaca entre sus iguales, y por su valor, sabiduría y pericia provoca la admiración de todos, dispuestos a seguirle y apoyarle en cuanta empresa acometa. Su superioridad entre sus pares es indiscutible.
En la historia de España tenemos al Cid campeador.
En la de Israel: a Moisés, Josué, David, sus capitanes, Nehemías.
El Che Guevara fue un líder guerrillero.
En lo deportivo: Barcelona lidera el fútbol español.
En lo empresarial: Coca Cola es una empresa líder mundial en gaseosas.
En lo político: Obama es un líder del partido demócrata.
Cuando el cristianismo por no rehusar el uso de un título prohibido por el Señor Jesús, lo describe como unido a la humildad, el servicio, la abnegación, está disfrazando el vocablo con un ropaje ridículo que no le cabe. Quien lidera, siempre está en superioridad sobre sus liderados, jamás bajo ellos.
El Señor Jesús sí es el Líder por antonomasia, pues siendo Señor de todo, vino a servir, humillándose a lo sumo, incluso lavando los pies de sus discípulos. Pero ningún líder humano es como Él, ni quiere serlo.
Verdaderos liderazgos solamente se dan en el ámbito secular, jamás en el eclesiástico. Un “líder carismático” no está lleno del Espíritu Santo sino de sí mismo y el magnetismo personal que ejerce sobre personas vacías.
Maxwell, Ercalo y tú pueden decir cuánto quieran sobre lo que entienden es el líder ideal, ¡pero ni cuenta se dan que desvirtúan su significación dándole una apariencia que jamás tuvo!
Estimado Áhab
Respuesta a Mensaje # 99:
John Maxwell es uno de los escritores que venden más y que me he dado el lujo de no leerlo nunca, aunque sí he ojeado sus libros y mirado los índices. Muchos de los títulos llevan el gancho del verbo “liderar” y derivados. Me repugna.
Los lectores de tales libros, como los que asisten a talleres, cursos, seminarios y congresos de liderazgo, lo único que persiguen es aprender técnicas de manipulación y dominio de individuos y masas.
Si todo se tratara de ser humilde y servir, no se requiere de tanto estudio, bastando el NT para la mejor instrucción.
Pero la filosofía positivista y pragmática en boga en los EEUU, aprovecha de la psicología para proveer métodos de cómo influenciar sobre mentalidades débiles, incultas y susceptibles. No importa cuántos no caigan en estas redes, siempre habrá muchos contentos de enredarse en ellas.
No es que a través de los años se malentendiera el concepto de “liderar”. Lo que ocurrió fue que ingenuamente la iglesia lo tomó del mundo sin percatarse que no debía adoptarlo, y luego ya fue tarde para echarse atrás, pues los “ricos y famosos” ya estaban muy metidos en un asunto que les proveía suculentas ganancias.
Entonces se procedió a vestir al impostor adecuadamente, de modo que se hiciera potable al cristianismo auténtico, bíblico y espiritual.
Se dijo lo mismo que ahora tú dices: influencia positiva, benéfica, servicial, espiritual, etc. ¿Pero cómo vestir con tales virtudes a los que sólo ambicionan su personal destaque y predominio sobre los demás?
El problema no es que la palabra no esté en la Biblia, pues sí está, aunque sólo en Mt 23:10, dos veces: mhde. klhqh/te kaqhghtai,( o[ti kaqhghth.j u`mw/n evstin ei-j o` Cristo,jÅ El vocablo kaqhghth.j en inglés es traducido Leader, y en castellano “Adalid”, “Caudillo” o “Guía”, preferentemente.
En el mundo, leader o líder se emplea apropiadamente, pues siempre se refiere a alguien que se destaca entre sus iguales, y por su valor, sabiduría y pericia provoca la admiración de todos, dispuestos a seguirle y apoyarle en cuanta empresa acometa. Su superioridad entre sus pares es indiscutible.
En la historia de España tenemos al Cid campeador.
En la de Israel: a Moisés, Josué, David, sus capitanes, Nehemías.
El Che Guevara fue un líder guerrillero.
En lo deportivo: Barcelona lidera el fútbol español.
En lo empresarial: Coca Cola es una empresa líder mundial en gaseosas.
En lo político: Obama es un líder del partido demócrata.
Cuando el cristianismo por no rehusar el uso de un título prohibido por el Señor Jesús, lo describe como unido a la humildad, el servicio, la abnegación, está disfrazando el vocablo con un ropaje ridículo que no le cabe. Quien lidera, siempre está en superioridad sobre sus liderados, jamás bajo ellos.
El Señor Jesús sí es el Líder por antonomasia, pues siendo Señor de todo, vino a servir, humillándose a lo sumo, incluso lavando los pies de sus discípulos. Pero ningún líder humano es como Él, ni quiere serlo.
Verdaderos liderazgos solamente se dan en el ámbito secular, jamás en el eclesiástico. Un “líder carismático” no está lleno del Espíritu Santo sino de sí mismo y el magnetismo personal que ejerce sobre personas vacías.
Maxwell, Ercalo y tú pueden decir cuánto quieran sobre lo que entienden es el líder ideal, ¡pero ni cuenta se dan que desvirtúan su significación dándole una apariencia que jamás tuvo!