Desgraciadamente, el feto sin culpa se convierte en el chivo expiatorio
Desgraciadamente, el feto sin culpa se convierte en el chivo expiatorio
”¿Puedes colocarte los mocasines de una niña violada sadicamente , o que ha sido embarazada por un familiar cercano ? lo dudo”. Elisa, no lo dudes. Sé lo terrible que tiene que ser y también sé lo fácil que es opinar cuando estos problemas son de otros. No sé. Llevo toda mi vida con una escala de valores que considero que aguanta cualquier chaparrón y tempestad, pero ese chaparrón y esa tempestad todavía no me ha visitado gracias a Dios. Quizás haya estado pronto en opinar como cuando Toni me acusase de cristianazo porque hubiere recomendado poner la otra mejilla en el conflicto árabe-israelí (que no fue así lo que yo dije pues reconozco que uno se pueda defender). Y una vez excusado, hay que discernir un poco más por encima y que no nos devoren los hechos. “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón” fue el lema de la jornada mundial de la paz del pasado 1 de enero. Aplicable a todo conflicto puedo ser acusado nuevamente de “cristianazo” pero es que es así. ”¿Puedes colocarte los mocasines de una niña violada sadicamente , o que ha sido embarazada por un familiar cercano ? lo dudo”. No creo que una injusticia como el aborto repare la injusticia de un embarazo no deseado. No es así y esto es lo verdaderamente importante. Como bien dices, lo que es de urgencia es ayudar a la niña (y así ha de ser en este caso concreto como igualmente ante cualquier caso de intento de suicidio). Lo que no me entra en la cabeza es que para ayudar a la niña embarazada (aunque el aborto sea porque espere un niño subnormal. ¡Cuidado que eso es lo que hacían los nazis!) se busque como chivo expiatorio al ser humano que se está criando en su vientre. Es el menos culpable del drama. Si realmente asumiésemos a aquel feto como hijo de Dios y no como hijo fruto de una violación, nuestra perspectiva cambiaría.
Desgraciadamente, el feto sin culpa se convierte en el chivo expiatorio
”¿Puedes colocarte los mocasines de una niña violada sadicamente , o que ha sido embarazada por un familiar cercano ? lo dudo”. Elisa, no lo dudes. Sé lo terrible que tiene que ser y también sé lo fácil que es opinar cuando estos problemas son de otros. No sé. Llevo toda mi vida con una escala de valores que considero que aguanta cualquier chaparrón y tempestad, pero ese chaparrón y esa tempestad todavía no me ha visitado gracias a Dios. Quizás haya estado pronto en opinar como cuando Toni me acusase de cristianazo porque hubiere recomendado poner la otra mejilla en el conflicto árabe-israelí (que no fue así lo que yo dije pues reconozco que uno se pueda defender). Y una vez excusado, hay que discernir un poco más por encima y que no nos devoren los hechos. “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón” fue el lema de la jornada mundial de la paz del pasado 1 de enero. Aplicable a todo conflicto puedo ser acusado nuevamente de “cristianazo” pero es que es así. ”¿Puedes colocarte los mocasines de una niña violada sadicamente , o que ha sido embarazada por un familiar cercano ? lo dudo”. No creo que una injusticia como el aborto repare la injusticia de un embarazo no deseado. No es así y esto es lo verdaderamente importante. Como bien dices, lo que es de urgencia es ayudar a la niña (y así ha de ser en este caso concreto como igualmente ante cualquier caso de intento de suicidio). Lo que no me entra en la cabeza es que para ayudar a la niña embarazada (aunque el aborto sea porque espere un niño subnormal. ¡Cuidado que eso es lo que hacían los nazis!) se busque como chivo expiatorio al ser humano que se está criando en su vientre. Es el menos culpable del drama. Si realmente asumiésemos a aquel feto como hijo de Dios y no como hijo fruto de una violación, nuestra perspectiva cambiaría.