Joven, el que tiene que demostrar cando sufrió, cuando clamó para que Dios la librase de la muerte, cuando... lo es usted, no yo. Es usted quien añade a la Escritura lo que ella no dice.
Lo que se es que de Mi Señor, si habla y claro. De ella, no. Es la gran diferencia. Que puedo defender a mi Señor, a tal cual de él está escrito, usted, por el contrario, debe elucubrar por tal de llegar a un supuesto de su conveniencia dado.
A la vez, al no tener pecado, al no haber conocido el pecado, la ley, para ella, no tendría ni valor, ni sentido alguno, pues la ley, y como está escrito, vino a causa del pecado, a mostrar en los hombres el pecado. Y como ella, según usted, no tenía, no lo había conocido desde antes de nacer... pues eso que poco amaría, pues a quien poco se le perdona, poco ama CONFORME ESTÁ ESCRITO.
Y a la vez, al no tener pecado, al haber nacido ya salva y según usted ha indicado, no tendría en ella un mover hacia Dios, su salvador, por tanto que al no sentirse culpable de nada, al no tener pecado alguno... igualita que Dios.