Re: María ¿Fue Concebida Sin Pecado Y Nunca Peco?
Si María fue llena de gracia, si necesitó de los méritos de Cristo, no cabe duda de que en ella, como en todos, estaba presente el pecado. Y lo sabemos, porque por causa del pecado LA MUERTE PASÓ A TODOS, y nadie puede negar que Jesús, nacido de María, MURIÓ verdaderamente en la cruz.
La gracia actúa ante la necesidad de auxilio en quien la recibe. La gracia es un don inmerecido, gratuito, que Dios otorga a quien por si mismo no puede librarse de su culpa, de su pecado, de su SENTENCIA. Es, y por decirlo de algún modo humanamente comprensible UN INDULTO.
Y el INDULTO se otorga a quien ya ha sido condenado. A quién se le ha reconocido legalmente su culpa, y al cual se le ha aplicado la debida sentencia que ha de cumplir conforme a lo establecido en la Ley. Siendo el indulto (la gracia) el que no teniendo en cuenta la falta (pecado), gratuitamente y sin merecerlo quien lo recibe, libra del pago que merece. En el caso que nos ocupa, el pecado, un pago imposible de llevar a cabo por méritos propios por parte de nadie. Por ello la Escritura nos dice que Jesucristo, en la cruz, hizo el debido pago por nuestro rescate. Él nos compró con su propia sangre.
Decir que María no tuvo pecado (lo cual queda descartado porque bien sabemos que fue quien paso la muerte a Jesús), es manifestar que ella no tenía la necesidad de gracia ninguna. No tenía necesidad de los méritos de Cristo. No tenía necesidad (aquí obrando en total injusticia ante Dios) de bautizarse, y mucho menos necesidad alguna de recibir y ser llena del Espíritu Santo, ni necesidad alguna de que Jesucristo pagase, con su sangre, el precio de su rescate.
La gracia es UN DON que Dios otorga. La gracia no es posesión de quien la recibe, sino que siempre es propiedad de quien la otorga, el cual merece y por siempre nuestro mayor agradecimiento, porque de no haber obrado, intervenido, PRESERVADO... la condena a muerte, en este caso por culpa del pecado, era irrevocable.
Y no hay que olvidar, que aun creyendo en Cristo, aun siendo justificados por Dios en Cristo, aun habiendo sido perdonados todos nuestros pecados por la obra en la cruz de Cristo, de su sangre derramada... aun así, aun habiendo quedado limpios por su sangre, el pago del pecado, el cual es la muerte, sigue estando presente, y sigue pasando de unos a otros generación tras generación... y bien pasando de María a Jesús, el cual también la sufrió.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.
Si María fue llena de gracia, si necesitó de los méritos de Cristo, no cabe duda de que en ella, como en todos, estaba presente el pecado. Y lo sabemos, porque por causa del pecado LA MUERTE PASÓ A TODOS, y nadie puede negar que Jesús, nacido de María, MURIÓ verdaderamente en la cruz.
La gracia actúa ante la necesidad de auxilio en quien la recibe. La gracia es un don inmerecido, gratuito, que Dios otorga a quien por si mismo no puede librarse de su culpa, de su pecado, de su SENTENCIA. Es, y por decirlo de algún modo humanamente comprensible UN INDULTO.
Y el INDULTO se otorga a quien ya ha sido condenado. A quién se le ha reconocido legalmente su culpa, y al cual se le ha aplicado la debida sentencia que ha de cumplir conforme a lo establecido en la Ley. Siendo el indulto (la gracia) el que no teniendo en cuenta la falta (pecado), gratuitamente y sin merecerlo quien lo recibe, libra del pago que merece. En el caso que nos ocupa, el pecado, un pago imposible de llevar a cabo por méritos propios por parte de nadie. Por ello la Escritura nos dice que Jesucristo, en la cruz, hizo el debido pago por nuestro rescate. Él nos compró con su propia sangre.
Decir que María no tuvo pecado (lo cual queda descartado porque bien sabemos que fue quien paso la muerte a Jesús), es manifestar que ella no tenía la necesidad de gracia ninguna. No tenía necesidad de los méritos de Cristo. No tenía necesidad (aquí obrando en total injusticia ante Dios) de bautizarse, y mucho menos necesidad alguna de recibir y ser llena del Espíritu Santo, ni necesidad alguna de que Jesucristo pagase, con su sangre, el precio de su rescate.
La gracia es UN DON que Dios otorga. La gracia no es posesión de quien la recibe, sino que siempre es propiedad de quien la otorga, el cual merece y por siempre nuestro mayor agradecimiento, porque de no haber obrado, intervenido, PRESERVADO... la condena a muerte, en este caso por culpa del pecado, era irrevocable.
Y no hay que olvidar, que aun creyendo en Cristo, aun siendo justificados por Dios en Cristo, aun habiendo sido perdonados todos nuestros pecados por la obra en la cruz de Cristo, de su sangre derramada... aun así, aun habiendo quedado limpios por su sangre, el pago del pecado, el cual es la muerte, sigue estando presente, y sigue pasando de unos a otros generación tras generación... y bien pasando de María a Jesús, el cual también la sufrió.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.