«Y se le permitió infundir aliento
a la imagen de la bestia,
para que la imagen hablase
e hiciese matar a todo el que no la adorase.
Y hacía que a todos,
pequeños y grandes,
ricos y pobres, libres y esclavos,
se les pusiese una marca
en la mano derecha, o en la frente;
y que ninguno pudiese comprar ni vender,
sino el que tuviese la marca
o el nombre de la bestia,
o el número de su nombre.
Aquí hay sabiduría.
El que tiene entendimiento,
cuente el número de la bestia,
pues es número de hombre.
Y su número es seiscientos sesenta y seis.»
Apocalipsis 13:15-18 RVR1960