Re: los T REX de gabrielin
el majadero gabirielín, mentiroso hasta la nausea, ahora negará haber escrito cosas como esta: ¿?
.
Acá vemos nuevamente a aitorgoico con su perfidia acostumbrada de sacar de contexto las declaraciones mías (Ver el post de más arriba):
Estimado javierandrés. Saludos cordiales.
Al parecer la señora que impone las manos es de tu iglesia, ya que en los primeros cuadros de la secuencia, aparecen símbolos católicos.
Larissa, la moscovita rusa para nada es adventista.
El médico Franz Anton Mesmer aseguraba que podía llevar a cabo curaciones a través de la canalización de lo que él llamaba el magnetismo animal, algo diferente al conocido magnetismo físico. Para Mesmer existía una fuerza que unía "los cuerpos celestes, la tierra y los cuerpos animados", así lo declaraba en 1779. Estaba convencido de que era posible dirigir ese fluido, existente en todo el universo, y así curar cualquier enfermedad.
Al principio realizaba pases con imanes alrededor del cuerpo del paciente, pero luego pensó que no era necesario el contacto directo con el imán, sino que bastaba con magnetizar los objetos para que estos transmitieran sus efectos curativos. Así llegó a colocar una cubeta magnetizada en el centro de una habitación de la que sobresalían varias varillas a las que se agarraban los pacientes. Estas personas solían experimentar diversas reacciones nerviosas o histéricas, ya fuesen provocadas por su fe en que estaban siendo sometidas a algún tipo de energía que recorría sus cuerpos, o porque efectivamente la pretendida fuerza magnética que postulaba Mesmer, hiciera efecto sobre ellos.
En nuestro siglo, durante la década de los sesenta, las primeras investigaciones conocidas fueron realizadas por el Dr. Bernard Grad, de la Universidad McGill de Montreal, quien llegó a la conclusión de que los sanadores psíquicos o espirituales eran realmente efectivos al emplear la energía de sus manos para curar. Realizó un variado número de experimentos utilizando plantas y animales para evitar que interfiriera la creencia o fe de quienes fuesen sometidos como objeto de sus pruebas.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Esa referencia se aplica a la práctica espiritista de los mediums y sanadores de tu iglesia y la de javierandrés, que en el fondo es la misma.
La pregunta es ¿Porqué aitor no pone el post de la cita?
Por que de ponerla, sabe que va a ser pillado en su astuta manera de involucrar a otros en su engaño.
http://forocristiano.iglesia.net/archive/index.php/t-34960.html
Respondo: En mi país (Chile), tenemos muchas plantas medicinales que han sido reconocidas por sus excelentes cualidades para la salud.
Naamán que estaba enfermo de lepra oyó decir a una esclava hebrea que en Israel vivía un Profeta con poder para curarle de su mal. Y después de un largo viaje llegó Naamán con sus caballos y sus carros, y se paró ante Eliseo. Y el profeta le mandó un mensajero diciendo: ve, y lávate siete veces en el Jordán y tu carne recobrará la salud y quedarás limpio. Pero Naamán no entendió estos caminos de Dios, tan distintos de los que él había imaginado. Yo creía -dice- que saldría a mí, y puesto en pie invocaría el nombre de Yahvé, su Dios, y tocaría con su mano el lugar de la lepra y me curaría. Pues qué, ¿no son mejores el Abana y el Farfar, ríos de Damasco, que todas las aguas de Israel, para lavarme en ellas y limpiarme? El general sirio quería curarse y había recorrido un largo camino para esto, pero llevaba su propia solución sobre el modo de ser curado. Y cuando ya regresaba, dando como inútil el viaje, sus servidores le decían: aunque el profeta te hubiese mandado una cosa difícil debieras hacerla. Cuanto más habiéndote dicho lávate y serás limpio.
Naamán reflexionó sobre las palabras de sus acompañantes y volvió con humildad a cumplir lo que le había dicho el Profeta Eliseo. Marchó, pues, y se lavó siete veces en el Jordán, conforme a las palabras del varón de Dios, y su carne se volvió como la de un niño, y quedó limpio. Recibió con humildad y docilidad un buen consejo que humanamente podía parecer inútil y quedó curado. Sus disposiciones interiores hicieron eficaz la oración de Eliseo.
Muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.
En otra ocasión, el Señor se compadeció de un mendigo ciego de nacimiento y, nos dice San Juan, Jesús escupió en tierra e hizo lodo con la saliva, y con este barro le untó sus ojos y le dijo: ve, lávate en la piscina de Siloé. El mendigo no lo dudó un instante. Fue, pues, y se lavó allí, y volvió con vista.
“Qué ejemplo de fe segura nos ofrece este ciego! Una fe viva.
¿Qué poder encerraba el agua, para que al humedecer los ojos fueran curados? Hubiera sido más apropiado un misterioso colirio, una preciosa medicina preparada en el laboratorio de un sabio alquimista. Pero aquel hombre cree; pone por obra el mandato de Dios, y vuelve con los ojos llenos de claridad”
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.