En razón a que ninguno de los hermanos judaizantes quiere responder, y que no le pegan ni un martillazo al clavo; (porque no tienen martillo, y no ven el clavo)... es que yo daré la declaración de estos pasajes:
Primero:
"Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,
Y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más;
Porque no podían tolerar lo que se mandaba: Si bestia tocare al monte, será apedreada, o pasada con dardo.
Y tan terrible cosa era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy asombrado y temblando" (Heb. 12:18-21)
El escritor de Hebreos 12; enseña sobre la necesidad de que los creyentes, en razón a que: "teniendo una tan grande nube de testigo", debemos dejar: "todo el peso del pecado que nos rodea", pues de otro modo, nos haremos acreedores al justo castigo de Dios. "porque el Señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que reciba por hijo", y antes del pasaje en cuestión; enseña de la necesidad de valorar lo que hemos recibido o a lo que hemos sido llamados; porque lo que ahora, en el tiempo de la Gracia, Dios nos ha dado, no se compara, ni está en el plano de lo que el pueblo de Israel tenía.
De modo que nos exhorta y recuerda que nosotros AHORA, no nos hemos allegado a aquello que recibió el pueblo de Israel (la Ley): "Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad, y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras"... etc. De modo que a ésto, (a la ley) NO nos hemos allegado; es decir, los creyentes del tiempo de la Gracia NO nos hemos allegado a lo que era propio del pueblo de Israel. Y menciona en estos textos; prácticamente todo aquello que rodeó al momento en que Dios le dio la Ley a Moisés. Y luego de describir todo el ambiente que rodeó a la data de la Ley, dice claramente su Palabra que a esto NO nos hemos allegado (NO nos hemos acercado): "Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar............
De modo que aquí describe en pleno, lo que conocemos como el Santuario terreno (o mundano), o tabernáculo, que era figura del Santuario que Dios le mostró a Moisés en el monte Sinai. Todo lo que allí menciona su Palabra, es terreno, palpable, visual... (La Ley)
Luego, sigue el escritor bíblico, y nos señala que AHORA es a esto a lo que nos hemos allegado; que ciertamente es mucho más superior y más excelso, y por tanto más delicado, que es el Santuario celestial; y allí, evidentemente conviene la santidad a todos los que somos participantes de esta santuario divino: "Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, y a la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos,
Y a Jesús el Mediador del nuevo testamento, y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel" (Heb.12:22-24)En éste santuario celestial TODO, es exclusivamente espiritual (la Gracia).
Y nos señala claramente que a este lugar SI nos hemos allegado (la Gracia), pero que eso nos hace responsable de mantener una conducta aprobada ante los ojos de Dios: "Mirad que no desechéis al que habla desde los cielos....") Y por tanto, debemos buscarle y servirle con temor y reverencia: "Así que, tomando el reino inmóvil (Santuario divino) retengamos la Gracia por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia" (vers.28)
¡Les hice la pega (trabajo) a los judaizantes!