Re: LOS NUEVOS JUDAIZANTES VUELVEN A COLOCAR EL YUGO SOBRE LOS HOMBRES.
Estoy de acuerdo en casi todo, mas quiero que seas honesto y me contestes estas preguntas:
Antes, cuando no conocías a Cristo, ¿querías como viejo hombre, guardar la ley de Dios?
Si...
Es ese "querer" lo que nos lleva al arrepentimiento.
La predicación de la palabra se realiza sobre el viejo hombre, que está huyendo sin saber claramente de que.
El diablo lo acosa y el pecado lo somete.
No puede gobernarse a si mismo y siempre termina haciendo el mal que está en el, porque está vendido al pecado.
Antes, cuando no conocías a Cristo ¿te justificabas a ti mismo diciendo que guardabas la ley de Dios y que por eso eras justo?
Generalmente solo se puede guardar una fachada. Sabemos que el hombre viejo no la puede guardar.
Pero se puede llegar a cierta negociación interna y a un autoconvencimiento.
Siempre previa cauterización de muchas partes de ella.
La mayoría de las personas están presionadas a responder moralmente de una o de otra forma.
Cuando se entra en alguna religión y se conocen mas ciertas reglas o leyes morales, la presión suele aumentar, lo mismo que las demandas, y si se persiste siempre se encuentran formas de negociar.
El religioso es una persona que ha negociado su propio contrato y centra su paz en este acuerdo autoacordado.
Si respondes estas preguntas honestamente, no podrás negar que el viejo hombre no se refiere a guardar leyes, sino a aquel que está alejado de la voluntad de Dios y no le teme.
El viejo hombre no se refiere a guardar leyes.
El viejo hombre es Adán.
Es el primer hombre creado y toda su descendencia.
El primer hombre.
No se es viejo hombre por lo que se haga o se deje de hacer sino por lo que hizo Adán.
Se es viejo hombre de nacimiento.
Todo hombre nacido por voluntad de varón, o de carne y sangre (accidentes) es descendiente de la desobediencia. Nacido de separación. Nacido separado de Dios.
Adán se separó de Dios y tuvo sus hijos fuera del reino de Dios, bajo el reino de las tinieblas.
Se es viejo hombre porque se tiene a Adán por padre.
Porque se nace de la desobediencia y en desobediencia.
Como bien lo has dicho, somos nuevas criaturas al morir el viejo hombre. Esto no es magia, es la comprensión del evangelio y de la voluntad divina. El recibir el Espíritu Santo que ha convertido tu alma en templo del Espíritu Santo. Es pues el viejo hombre lo que dejamos atrás, y el nuevo es el que ha sido renovado por la sangre de Cristo.
Al morir, morimos. No somos ya nada. Se terminó. El diablo no puede tocarnos porque no tiene donde encontrarnos. Desaparecimos. Fuimos muertos y sepultados. No hay mas obras de muerte. No hay mas obras.
El viejo hombre solo vive para morir. Esta condenado. No tiene salida.
Si morimos no podemos ser nada y menos nuevas criaturas.
Es una tremenda contradicción.
Si somos "nuevas" creaciones nada tenemos de lo anterior.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Pero en realidad nadie murió ni resucitó. Solo Jesús.
Es todo fe. ¿Donde queda la jactancia?
Son decisiones de Dios y decretos que parten de su soberanía.
El único que en realidad murió es Jesús. Su muerte, si es histórica y real.
En vez, la tuya y la mía no es real, sino que está apoyada en la palabra de Dios.
El decidió soberanamente ver la muerte de Jesús como si fueran la tuya y a mía.
El nos asigna esa muerte por decreto divino.
No es que pasó, porque el que murió fue solo Jesús, sino que el decidió por amor, tomar su muerte real como si fuera nuestra.
Y por esa misma voluntad estamos autorizados por él a tomar la muerte de Jesús a nuestro favor, y decir:
Somos sepultados juntamente con Cristo.
Dios nos salvó EN Cristo, mediante su vida y sus obras, y nos asignó esa vida a nosotros.
El decidió ver a cristo y darse por pagado.
Todo lo real lo hizo Jesús.
Lo nuestro es solo fe. Nada real.
Sin fe es imposible arrebatar los hechos de Jesús.
Somos sepultados por fe, resucitados por fe, sentados por fe.
En cambió Cristo murió, fue sepultado, resucitó y se sentó.
Nuestra fe se apoya en los hechos "reales" de el.
La alegoría de Adán y Jesús, es simplemente el ejemplo de lo que éramos en Adán y lo que somos hoy en Cristo y no tiene nada que ver con ya no cumplir la ley, sino al contrario, se espera de nosotros de que hoy que entendemos los caminos de Dios, seamos fieles a sus mandamientos y vivamos la ley, que ya no está escrita con tinta, sino que encarnada en nosotros, nuestros nervios nos mandan el mensaje y nos dicen lo que está malo para que no pequemos..
No es así.
1. Del viejo hombre Dios no espera nada.
2. Haced morir al viejo hombre.
3. Morir es desaparecer.
4. El nuevo hombre no obra porque no tiene cuerpo.
5. El nuevo hombre está hecho de fe. No "existe". Es fe y solo fe. Solo "existe" el viejo con su cuerpo de muerte. Sin fe no hay nuevo hombre.
6. El viejo hombre es pruducto de un acto sexual.
7. El nuevo hombre nace de Dios como producto del oír su palabra.
8. La palabra de Dios es su determinación y sus decretos para todas las cosas. El decretó y así es.
Dios llama lo que no es (el nuevo hombre), como si lo fuera (Jesús).
Lo único que debemos hacer es morir y morir y morir hasta que definitivamente muramos.
Y lo que hoy es por fe se haga realidad en nosotros.
Y lo que hoy es esperanza nos sorprenda.
