No sabes cómo lo veo. Si te digo te sorprendería. Lo veo como un adulterio a DIOS. No me gusta provocar a celos a un DIOS celoso:Es normal que lo veas así. Los cristianos, como he comentado.
Ex 34:14: "porque no te postrarás ante ningún otro dios, pues YHVH, cuyo nombre es El-Caná, DIOS celoso es."
No se diferencia mucho de lo que escribí. Por tanto, conozco y sigo el Camino. No sigo a Nimrod, ni a tradiciones de hombres como la "naviña".Aquí tienes la Palabra de Dios que te indica el camino
Y como bien escribiste, posteriormente, VIVIRÉ por ello:Pues ya sabes, ve ,y la cumples en su totalidad
Ga 3:12: "Pero la ley no es por fe, sino: El que haga estas cosas, vivirá por ellas."
No hay que superar, sino ser igual al Hijo del Hombre, Quien es Ejemplo para seguir: cumplidor de toda la Ley porque la Ley no es gravosa.Que supere a Galatás 3: 19-29 ?
La Ley de Moisés fue dada después de la caída del Adam. Por tanto, era inútil antes de que cayera el hombre, aunque yo no digo que no halla Ley en el Edén.Claro que la ley de Dios es perfecta. Ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Gálatas 3:24
Si el hombre no hubiese caído nunca, si su naturaleza hubiese permanecido como Dios la hizo, la ley habría sido sobremanera útil para él para mostrarle el camino en que debería andar, y guardándola habría vivido, pues “El que hiciere estas cosas vivirá por ellas Gálatas 3:12.
Recuerda: la ley fue quebrantada y, sin importar lo que pueda hacer el hombre, no puede reparar el daño que fue hecho; por tanto, en lo que respecta al mérito propio, eso está fuera de toda consideración. La ley exige perfección, pero el hombre ha sido incapaz de esa exigencia, y, por tanto, aunque hiciera su mejor esfuerzo no podría cumplir con lo que es absolutamente esencial. La ley tiene por objeto conducir al pecador a la fe en Cristo mostrando a este, la imposibilidad de cualquier otro camino.
No lo soy. Mira lo siguiente:No necesitas ser sarcástico
Un mercader del Evangelio. Un planificador de asesinato. Un teólogo de la estupidez.Dietrich Bonhoeffer