Querido hermano, te entiendo perfectamente porque yo nací en una iglesia que enseñaba el diezmar como una obligación del "santo".
Y hasta diezmé el valor de mí casa, pero luego entendí que esa no era una enseñanza correcta.
He estudiado el diezmo desde el punto de vista práctico y es perfecto.
Dios es muy inteligente.
Y me vendieron un súper paquete apoyado en esa inteligencia divina.
Un paquete que supe comprar como el mejor, pero que más tarde descubrí que era un engañó.
Doce tribus sostenían a una. (De la de José se crearon dos).
Me explicaron que la entrada que recibía entonces un levita era un 20% mayor que la entrada del Israelita promedio.
Y que esto demostraba, en la contabilidad de Dios, que el sacerdocio era honrado por Dios, más que cualquier otra ocupación.
Brillante.
Pongamos un ejemplo:
12 familias cristianas argentinas que cobrarán un promedio de 50 mil pesos por mes, diezmarían en conjunto 60 mil pesos mensuales.
Perfecto.
Y el pastor que les ministrara recibiría en promedio un 20% más.
Pero después me di cuenta, que si se hacen las cosas como Dios manda, en una iglesia con 6000 miembros que diezmaran fielmente, deberían haber, al menos 500 pastores sostenidos a tiempo completo, y en nuestra iglesia no llegaban a 10.
