En México reza el refrán: "Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata". Siendo Uruguay un país excelso en carne, supongo que tendrán un refrán parecido.
Si Dios decide utilizar su gracia irresistible para salvar de la tortura a unos, pero no a otros, se convierte en torturador de los segundos. Que lo sea por acción directa o por omisión es otra cosa.
Si fue preparado solo para "el diablo y sus ángeles", entonces Él no planeaba condenar a ningún hombre, a pesar de conocer de antemano su proclividad a pecar.
Y si al final millones de hombres se condenan, querrá decir que Dios planeó una cosa, y le resultó otra. ¡Vaya plan!