Claro que importa, hay que leer con cuidado qué es la ciudad santa al final de Apocalipsis y aun en Ezequiel.
De entrada, Dios lo ha dicho: "el cielo es mi trono y la tierra estrado de mis pies". Isaías 66:1
Donde esté Cristo es el cielo mismo, no hay duda, Apocalipsis 22: 1 y 3 dice que el trono de Dios y del cordero estará en la nueva Jerusalén, en la tierra. De su trono saldrá un río de vida, y en medio de la calle y a un lado y a otro, un árbol que dará 12 frutos, cada mes, y sus hojas serán para sanidad de las naciones.
Con respeto, no es burla. Considere la siguiente reflexión don Ricardo:
¿Les dejarán caer las hojas de los aires, ángeles se encargarán, o irán de las naciones en naves por ellas a la Nueva Jerusalén, cada que las ocupen? Nada de eso.
¡¡¡ÉL TRAERA LOS CIELOS A LA TIERRA!!!
Deuteronomio 11:21 LBLA
[21] para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados en la tierra que el Señor juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos permanezcan sobre la tierra.
Saludos