En 1896, la pitonisa White escribió la siguiente payasada:
"Cuanto Dios especificó en la historia profética que se cumpliera en el pasado lo ha sido, y cuanto está por venir en su debido momento lo será. Daniel, el profeta de Dios, se levanta en su lugar. Juan se levanta en su lugar. En el Apocalipsis, el León de la tribu de Judá ha abierto el libro de Daniel para los estudiosos de la profecía y, así, Daniel se levanta en su heredad. Da su testimonio, lo que el Señor le reveló en visión de los acontecimientos grandes y solemnes que debemos conocer cuando estamos de pie en el umbral mismo de su cumplimiento" (MR 1, p. 47).
O sea, según aquella falsa profetisa, el libro que en Apocalipsis 5 abre el León de la tribu de Judá es nada más y nada menos que "el libro de Daniel".
Pasaron cuatro años, y la farsante, hablando de la elección de los dirigentes judíos de elegir la libertad para Barrabás y la muerte para Jesús de Nazaret, parió esta nueva "luz":
"Su decisión fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de Aquel que se sienta en el trono, el libro que ningún hombre podía abrir” (PVGM 236), una obvia alusión a Apocalipsis 5:4.
Entonces, caballeretes del adventismo, ¿por qué no nos aclaran de una vez el contenido del libro abierto? ¿Es el libro de Daniel? ¿Son los anales de las maldades de los dirigentes judíos? ¿Es la Enciclopedia Espasa? ¿Es el libro gordo de Petete? ¿Es todo y nada de ello a la vez?
Me satisface colaborar con las investigaciones de este foro.
"Cuanto Dios especificó en la historia profética que se cumpliera en el pasado lo ha sido, y cuanto está por venir en su debido momento lo será. Daniel, el profeta de Dios, se levanta en su lugar. Juan se levanta en su lugar. En el Apocalipsis, el León de la tribu de Judá ha abierto el libro de Daniel para los estudiosos de la profecía y, así, Daniel se levanta en su heredad. Da su testimonio, lo que el Señor le reveló en visión de los acontecimientos grandes y solemnes que debemos conocer cuando estamos de pie en el umbral mismo de su cumplimiento" (MR 1, p. 47).
O sea, según aquella falsa profetisa, el libro que en Apocalipsis 5 abre el León de la tribu de Judá es nada más y nada menos que "el libro de Daniel".
Pasaron cuatro años, y la farsante, hablando de la elección de los dirigentes judíos de elegir la libertad para Barrabás y la muerte para Jesús de Nazaret, parió esta nueva "luz":
"Su decisión fue registrada en el libro que Juan vio en la mano de Aquel que se sienta en el trono, el libro que ningún hombre podía abrir” (PVGM 236), una obvia alusión a Apocalipsis 5:4.
Entonces, caballeretes del adventismo, ¿por qué no nos aclaran de una vez el contenido del libro abierto? ¿Es el libro de Daniel? ¿Son los anales de las maldades de los dirigentes judíos? ¿Es la Enciclopedia Espasa? ¿Es el libro gordo de Petete? ¿Es todo y nada de ello a la vez?
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