Re: Los adventistas y la "ley de libertad"
HOLA A TODOS.
Yo he sostenido, que los adventistas acusan un alto y definido perfil sectario. Ellos se consideran el pueblo elegido de Dios; el remanente; los que poseen la verdad….Y otros tantos adjetivos similares, con los que pretenden atribuirse una supuesta franquicia celestial. Es decir son exclusivistas y excluyentes, que constituyen rasgos sobresalientes del perfil sectario. Todo esto lo predican y repiten constantemente, fijando en la mente de los hermanos estas ideas malsanas; lo que se traduce en el comportamiento farisaico y legalista que se puede observar entre ellos mismos; así como en sus relaciones con los hermanos de otras denominaciones.
Todo esto, lo conozco muy bien, porque fui parte de ello, durante gran parte de mi vida. También, he ofrecido mi testimonio de lo que me tocó sufrir en carne propia en esa organización, cuando manifesté algunas ideas “disidentes”, consideradas “peligrosas”. Otros han sufrido el mismo trato, anterior y posteriormente, por la misma causa. Todo el disidente es tratado como un “perdido”; como “un enemigo de la cruz de Cristo”. Y no podría ser de otra manera, con la clase de teología que compone el llamado “mensaje adventista”. Además, sus doctrinas dan cabida a ideas extremistas, que han hecho mucho daño a sus miembros; induciéndolos a abandonar las ciudades y radicarse en las montañas, en preparación de futuras "persecuciones" y el "fin del mundo"; produciéndose de esta manera verdaderos dramas humanos por la división de familias enteras, así como por el abandono de los estudios y puestos de trabajo.
Además, tenemos las palabras de Ellen White, referidas a las personas que abandonan el adventismo:
"Todos los que deseen apartarse del pueblo remanente de Dios (o sea, los Adventistas del Séptimo Día, B.V.) para seguir sus propios corazones corruptos, se estarán arrojando voluntariamente en los brazos de Satanás, y deberían tener el privilegio." - Testimonies, tomo 1, p. 439, escrito en 1864.
Veamos algo, que encontré en la web, sobre el perfil sectario del adventismo:
1. Tienen un profeta que afirma hablar en nombre de Dios. Cumplido por Ellen G. White, la profeta de los Adventistas: "En mis libros se afirma la verdad, reforzada por un 'Así ha dicho el Señor.' El Espíritu Santo grabó estas verdades en mi corazón y en mi mente tan indeleblemente como la ley fue grabada por el dedo de Dios sobre las tablas de piedra." Carta 90, 1906. "En estas cartas que escribo, en los testimonios que doy, estoy presentando a Uds. lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un sólo artículo en el periódico, que exprese meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión -- preciosos rayos de luz que dimanan del trono." Testimonies 5, p. 67.
2. Muchos miembros que cuestionan la autoridad de su dirigente son eliminados, aislados, y no se les permite ocupar posiciones en la iglesia, etc.
Cumplido: "Cuando se ejerce el juicio de la Conferencia General, que es la más alta autoridad que Dios tiene en la tierra, la independencia privada y el juicio privado NO DEBEN prevalecer, sino que hay que renunciar a ellos." Testimonies 3, p. 492. Mire a los pastores Adventistas que fueron despedidos por no creer en algunas de las enseñanzas de Ellen G. White. También, a los miembros que han sido quitados de sus puestos y desfraternizados por no aceptar a Ellen G. White como profeta o sus enseñanzas.
3. El dirigente o los dirigentes enseñan la infalibilidad de las enseñanzas y escritos, de Ellen White.
Cumplido: "Es desde el punto de vista de la luz que se ha recibido por medio del Espíritu de Profecía (los escritos de la Sra. White) que el asunto será considerado, creyendo como creemos que el Espíritu de Profecía es el único intérprete infalible de los principios bíblicos, puesto que es el Cristo, a través de este agente, quien da el verdadero significado de sus propias palabras."G. A. Irwin, presidente de la Conferencia General, en el tratado La Marca de la Bestia, p. 1. El 7 de febrero de 1887, la Conferencia General aprobó la siguiente resolución -- "Que nosotros reafirmamos nuestra obligatoria confianza en los Testimonios de la Hermana White a la Iglesia como la enseñanza del Espíritu de Dios." SDA Year Book for 1914, p 253. "Nuestra posición acerca de los Testimonios es como la piedra angular al arco. Sáquesela, y no habrá ningún lógico punto de parada hasta que todas las especiales verdades del Mensaje hayan desaparecido ... Nada es más seguro que esto, que el Mensaje y las visiones (de la Sra. White) van juntos, y se sostienen o caen juntos." Review and Herald Supplement, Agosto 14, 1883.
4. El grupo cree que ellos son superiores a otros a causa de sus singulares enseñanzas. Ellos creen que tienen un conocimiento de la voluntad de Dios que otros cristianos no tienen, a causa de las falsas enseñanzas de su profeta o sus dirigentes. Se consideran a sí mismos especialmente escogidos por Dios, y se miran a sí mismos como la "Iglesia Remanente," "La Iglesia Verdadera," etc.
Cumplido: Ellen G. White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día se consideran a sí mismos como "la Iglesia Remanente," la única especialmente llamada por Dios en 1844 sobre todas las otras iglesias, que ellos llaman Babilonia. Los Adventistas todavía se consideran la Iglesia Remanente. Léase "Seventh-day Adventists Believe 27" [Los Adventistas del Séptimo Día Creen 27], Capítulo 12, The Remnant and Its Mission, p. 153. Los Adventistas del Séptimo Día Creen: "Uno de los dones del Espíritu Santo es el de la profecía. Este don es una marca que identifica a la iglesia remanente, y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White." "Seventh-day Adventists Believe 27," p. 216. Sin Ellen G. White y sus contradicciones bíblicas, la Iglesia Adventista del Séptimo Día no podría llamarse a sí misma la Iglesia Remanente".
5. El dirigente o los dirigentes usan los escritos de Ellen G. White para dar fuerza a sus interpretaciones de la Escritura.
Cumplido: Los Adventistas afirman que tienen a la Biblia por encima de toda otra enseñanza, pero en realidad interpretan la Biblia por medio de los escritos de Ellen G. White. Esto queda demostrado en sus Folletos Trimestrales de Escuela Sabática, sus sermones, y los artículos en su publicación eclesiástica "Adventist Review." El consejo de Ellen G. White debe ser obedecido como si fuera la Escritura.
6. Algunos adventistas miran a los individuos que abandonan a su grupo como perdidos, sin salvación, sin Cristo.
Cumplido: Es difícil para los Adventistas del Séptimo Día comprender que una persona que deje la iglesia pueda continuar siendo cristiana y todavía salvarse. A menudo, los cristianos que no pertenecen a la Iglesia Adventista del Séptimo Día son llamados "forasteros." Cuando un cristiano de otra iglesia ingresa a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, dicen que "ha llegado a la verdad."
Si todo esto que he señalado sobre el adventismo, no define claramente un comportamiento sectario, no sé qué podría hacerlo.
Naturalmente, no se puede esperar que sus miembros lo acepten tranquilamente. Buscaran todas las formas posibles de negarlo, de cara al “exterior” de su secta. Es comprensible.
BILLY VICENTE
EX-ADVENTISTA
Un Testimonio Personal
Desde mi niñez, siempre consideré a los adventistas, como el “legítimo pueblo de Dios”. Fui educado, en lo que podríamos llamar el adventismo tradicional, con Ellen White jugando un papel estelar en nuestras creencias. Sus escritos, nos daban esa sensación de seguridad de tener “la verdad presente”, y de pertenecer a la “iglesia remanente”, con un “claro panorama” de los “eventos finales” de la historia.
Esto, nos hacía sentir en franca ventaja frente a las otras denominaciones religiosas. Éramos los escogidos, con la llamada “mensajera del Señor”, señalándonos el camino a través de sus libros, los cuales abarcando una amplia gama de temas, contribuyen a conformar lo que llaman el “mensaje adventista”.
Nunca albergué la más mínima duda, sobre el legado profético de la Sra White, ni sobre la doctrina de la iglesia en sentido general. Si en mis habituales estudios aparecía algo que no entendía, trataba de racionalizarlo y buscar alguna explicación al respecto, pero manteniendo una fe absoluta en lo que se me había enseñado, ya que en mi fuero interno no había la menor posibilidad de que estuviéramos equivocados. Para mí, esto era totalmente imposible.
Entonces, sólo era cuestión de tiempo, para que llegado el momento, comenzaran a desencadenarse los angustiosos acontecimientos finales que todo adventista espera, como preámbulo del final feliz que describe Ellen White en sus escritos. El mundo entero se uniría en contra nuestra para perseguirnos encarnizadamente, especialmente los católicos y el “protestantismo apóstata”; todos capitaneados por el sumo pontífice de Roma y los Estados Unidos; dejando a un lado así los intereses económicos, y las creencias religiosas tan opuestas que sustentan. Todo eso, con la finalidad de obligarnos a “guardar el Domingo” como observación religiosa, en lugar del Sábado, so pena de muerte.
Este escenario, considerado quizás improbable desde el punto de vista humano, tendría un cumplimiento segurísimo en mi opinión, ya que así lo establecía nuestra elaborada y detallada interpretación profética; que al encajar perfectamente con todas esas fechas que manejábamos, y además estar refrendada por nuestra “mensajera del Señor” en sus “testimonios”, hacía que se descartara de plano toda equivocación al respecto. Pero el futuro me reservaba una gran sorpresa.
A finales de Dic./2001, buscando en Internet temas religiosos, encontré el site [Tienes que estar registrado yconectado para ver este vínculo] , en el cual se atacaba la legitimidad del don profético de la Sra White, y a la doctrina adventista en general. Mi primera reacción fue de indignación, y luego de consultar con algunos hermanos, decidimos que íbamos a enfrentar de manera conjunta a esos señores. Finalmente, la desidia, el desinterés, y el temor, se hicieron presentes, y tuve que emprender el camino en forma solitaria.
Lo primero que hice, fue verificar el tipo de personas que realizaban estos ataques. Allí encontré gentes con muchas raíces en la iglesia. Había adventistas de tercera y cuarta generación, así como laicos y ministros con muy buena reputación. Eso me preocupó, porque yo esperaba encontrar detrás de todo esto, a los “temibles jesuitas católicos”.
Algo muy grande tiene que haber ocurrido, razoné en mi interior, para que estos hermanos y pastores dieran un viraje tan drástico, en contra del “pueblo de Dios” y su “profetisa”.
Comencé a estudiar profundamente el material presentado en esa página, con el fin de refutarlo, pero realmente me encontré en un callejón sin salida. No encontraba explicación adecuada, a todo lo que se planteaba allí. Mi confusión aumentaba cada día más. El fantasma de “la mentira White”, comenzó a rondar en mi cabeza. Tuve acceso a los testimonios de Ex –adventistas, que relataban sus experiencias, y exponían sus frustraciones y desengaño, al comprobar la falsedad de todo el asunto.
Un hermano y amigo, me recomendó consultar la página del Centro White en español, (centrowhite.uapar.edu); para colmo de males, allí encontré la declaración oficial de esa institución en defensa de las acusaciones de plagio a la Sra White, y la consideré inaceptable. Poco a poco, fueron encajando todas las piezas del rompecabezas, y compungido, alcancé a ver claramente el complejo diseño de todo el sistema de engaño. Lo imposible se hizo realidad ante mis propios ojos. Ellen White era un fraude, y la alta dirigencia siempre lo había sabido, aún desde el mismo inicio de la “obra adventista”. Pero todo esto se había ocultado magistralmente a la hermandad, y los disidentes neutralizados; de tal manera que en mi caso, me enteré fortuitamente de ello, luego de casi 40 años.
Deprimido y amargado, consulté al Señor en oración, y repentinamente llegó a mi mente un pensamiento: ”volver a la Biblia, sin opiniones preconcebidas”. Entonces medité en lo que pasaría si comenzaba a re-estudiar las Escrituras, partiendo de cero; es decir, dejando de lado completamente todo lo que se me había enseñado. A partir de ahí, estoy viendo claramente el sentido llano y simple de la Palabra de Dios. He podido comprobar que no es cierto, que un puñado de teólogos adventistas, sean los únicos capaces de interpretarla correctamente, con el agravante de que nunca se ponen de acuerdo entre ellos mismos. La Biblia es un tesoro abierto para todo el mundo, basta con que dejemos al Señor hablarnos a través de ella, y no tratar de imponerle nuestra perspectiva. Los invito a experimentar eso, luego de compartir conmigo, las reflexiones expresadas en los temas que siguen a continuación.
“Nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser
conocido, y de salir a luz” (Lucas 8:17).
BILLY VICENTE
(PARTE DE MI LIBRO: "LOS ADVENTISTAS Y LA VERDAD"
www.scribd.com/doc/3500598/Los-Adventistas-y-La-Verdad-Billy-Vicente
http://www.exadventista.com/
http://estudios.iglesia.net/pdf/losadventistasylaverdad.pdf