Re: LOS 10 MANDAMIENTOS; ¿UNA CARGA?
Hola Porque77:
Te reenvio el mensaje que ya te envié en el otro foro.
Estoy de acuerdo en parte con tu exposición, pero solo en parte. Es cierto que el antiguo testamento, está muy manipulado, y no sabemos por quien. De hecho, tampoco nos interesa saberlo, o si, pero lo que si sabemos es que toda mentira proviene de Satanás. (el padre de la mentira)
Decir que Yeshua, no ha venido a anular el evangelio, es una verdad, pero es una verdad de Perogrullo. Nadie ha de venir para anular lo que él mismo nos trae. Eso es así de evidente. Lo que nadie puede negar es que hay dos “testamentos”, el antiguo y el nuevo; dos pactos distintos, de Dios con los hombres.
El mensajero del primer pacto fue Moisés, y Dios nos dice por él:
(Levítico 26:3,12)
Si seguís mis leyes y guardáis mis mandamientos poniéndolos en práctica, […] Marcharé en medio de vosotros, seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.
Mientras que Yeshua es el portador del segundo pacto de Dios, su Padre, con los hombres:
(Mateo 26:28)
porque ésta es mi sangre, la sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos para remisión de los pecados.
Pero ésta nueva alianza, no anula la anterior, si no que más bien la complementa. Eso es lo que nos dice Yeshua en su famoso Sermón del Monte.
(Mateo 5:17)
No penséis que he venido a derogar la ley y los profetas; no he venido a derogarla, sino a perfeccionarla.
Pese que en esta versión diga “perfeccionarla”, eso no puede ser, pues la ley de Dios, no puede ser perfeccionada, pues ya es perfecta desde su inicio. Pero con el nuevo pacto, se amplían conceptos, se añaden normas, etc., Pero otras traducciones pueden decir, “ampliarla, completarla, complementarla, etc.” Sea lo que sea,
no deroga, ni anula, ninguna ley de Dios, ni ningún pacto, o alianza alguna. De hecho, como muestras también en tu escrito, cuando un hombre le pregunta sobre lo que ha de hacer para obtener la vida eterna, Yeshua le contesta: “si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
(Mateo 19:16-22)
Se le acercó un hombre y le dijo: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para alcanzar la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué me preguntas acerca de lo que es bueno? El único bueno es Dios. Pero, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Replicó: ¿Cuáles? Jesús dijo: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falsos testimonios, honra a tu padre y a tu madre y ama al prójimo como a ti mismo”. El joven le dijo: Todo eso lo he guardado. ¿Qué más hace falta?” Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después, ven y sígueme. Al oír esto, el joven se fue muy triste, porque tenía muchos bienes.
Jesús dijo a sus discípulos: Os aseguro que un rico difícilmente entrará en el reino de Dios. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios.
Como podemos leer, Yeshua le dice: “
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”. Si este hombre, no hubiera insistido en el tema, Yeshua no le hubiera dicho nada más. La respuesta ya estaba completa. Si quieres ser salvo, si quieres obtener la vida eterna, si quieres formar parte del pueblo de Dios,
CUMPLE LOS MANDAMIENTOS. En esto se cumple el primer testamento, o la primera alianza.
Pero este hombre, no contento con la respuesta, quiso saber más, y ante la multitud de mandamientos que tenían los judíos; le pregunta sobre cuales de ellos ha de cumplir. Yeshua en su respuesta, solo cita unos cuantos mandamientos. ¿Qué hemos de entender de esto? ¿Son solo los mandamientos citados por Yeshua, los únicos válidos? Yeshua, simplemente nos está indicando, tanto al hombre que le pregunta, como a nosotros mismos, que no hay que cumplir con los casi 600 mandamientos que tenían los judíos; pero al citar los mandamientos que cita, aunque solo hubiera citado dos de ellos, nos está mandando cumplir con los Diez Mandamientos de Dios. Pues a pesar de que Yeshua, solo cita cinco de ellos, los Diez Mandamientos, son una unidad en su conjunto. Puede que esta opinión, sobre la unidad de los 10 mandamientos, solo sea percibida como una opinión personal mía. Pero Yeshua nos lo enseña así, pues nos dice: “cumple los mandamientos”, y al citar algunos de los diez, nos deja claro, que son estos los que se han de cumplir. Los Diez Mandamientos que Dios, le dio a Moisés, en la montaña, son los únicos que se escribieron en piedra. La respuesta que Yeshua le dio al hombre, no podía quedar incompleta. Y si solo los mandamientos que son citados por Yeshua, fueran los válidos, entonces, habríamos perdido el primero de ellos. Este primer mandamiento, lo podemos leer en:
(Éxodo 20:2-3)
Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás otro Dios fuera de mí.
Este es un mandamiento, que no puede faltar jamás en la mente de ningún creyente. Y sin embargo, no es citado por Yeshua, entre los mandamientos que si que cita. ¿Porqué?
Pues aunque solo hubiera citado el de No Matarás, y el de No Robarás, ya hubiera estado completa su respuesta. Pues ya le había dado respuesta antes, cuando le había dicho: “
cumple los mandamientos”. Al citar unos pocos de la lista de estos mandamientos, ya le debía de quedar claro al hombre, y a todo quien escuchara o leyera con posteridad, que estaba haciendo referencia a los Diez Mandamientos de Dios, sin excluir a ninguno de ellos, a pesar de que él, no los nombrara todos. Así que podemos decir que los Mandamientos que el hombre ha de cumplir para obtener la vida eterna son estos:
(Éxodo 20:2-17)
[1] Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás otro Dios fuera de mí.
[2] No te harás esculturas ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, o aquí abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. No te postrarás ante ella ni le darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, pero demuestro mi fidelidad por mil generaciones a todos los que me aman y guardan mis mandamientos.
[3] No tomarás el nombre del Señor en vano, porque el Señor no dejará sin castigo al que tome su nombre en vano.
[4] Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y en ellos harás todas tus faenas; pero el séptimo día es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que habita contigo. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo descansó. Por ello bendijo el Señor el día del sábado y lo santificó.
[5] Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
[6] No matarás.
[7] No cometerás adulterio.
[8] No robarás.
[9] No darás falso testimonio contra tu prójimo.
[10] No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca.
Ante la respuesta de Yeshua, el hombre le contesta: “Todo eso lo he guardado”, todo eso ya la había realizado. Pues entonces, este hombre ya pertenecía al pueblo de Dios, ya tenía la vida eterna, si no se desviaba en el resto de su vida material, o sea, si no pecaba hasta su muerte. Pero a pesar de todo, este hombre quería más, quería estar más cerca de Dios, ser más apreciado por Dios, por eso le pregunta a Yeshua: “Qué más me hace falta?”, ¿Qué más puedo hacer para agradar a Dios? Y entonces es cuando Yeshua le propone, que además de cumplir con el antiguo testamento, y ser pueblo de Dios, también se haga partícipe del segundo testamento, o alianza, citándole uno solo de los preceptos de esta segunda alianza: “Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, después, ven y sígueme.” UN SOLO concepto de este nuevo pacto, ya es suficiente para que este hombre se desmoralice. Es cierto que es uno de conceptos más duros de aceptar, por la generalidad de los humanos.
La primera alianza de Dios, con los hombres, se ha creído, que solo abarcaba al pueblo judío; eso es un error en el que cayeron inicialmente los propios judíos. Sin embargo, en la propia Biblia, podemos leer que eso no es así, pues las intenciones de Dios, abarcan a toda la tierra y sus diferentes razas, y pueblos:
(Génesis 12:3)
Yo bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Por ti serán bendecidas todas las comunidades de la tierra.
(Génesis 22:18)
Por tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra.
Así que quien quiera obtener la vida eterna, y formar parte del pueblo de Dios, ha de cumplir los mandamientos, ya sea uno judío, griego, o gentil. No existe ninguna otra forma de lograrlo. Y entonces ¿En que se basa el segundo pacto? Este segundo pacto que Yeshua, nos presenta, consiste en las condiciones a cumplir, para llegar a formar parte del gobierno de este pueblo de Dios.
El primer pacto, nos proporciona las condiciones para formar parte del pueblo de Dios, mientras que este segundo pacto, nos presenta las condiciones necesarias, para poder llegar a formar parte del gobierno, y sacerdocio, de este pueblo de Dios.
(Apocalipsis 1:6)
y nos ha hecho un reino de sacerdotes, para su Dios y Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
(Apocalipsis 5:10)
De ellos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes, que reinarán sobre la tierra.
(Apocalipsis 20:6)
Dichoso y santo el que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos no tiene poder la segunda muerte, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, con el que reinarán mil años.
Estos dos pactos, siguen en vigor hasta la fecha de hoy, y mientras “no pasen el cielo y la tierra”, seguirán en vigor, sin ser abrogados. Ni el uno, ni el otro. Muchos quieren pretender, que el primer pacto, ha sido anulado, o abrogado, con la muerte de Yeshua, y eso no es cierto, y como tú nos has escrito, esto nos lo dice el propio Yeshua:
(Mateo 5:17)
No penséis que he venido a derogar la ley y los profetas; no he venido a derogarla, sino a perfeccionarla.
Los dos pactos, se reflejan perfectamente, en el libro de Apocalipsis. Donde entre los salvados, podemos observar varios grupos distintos, o mejor dicho dos grupos distintos; el primero de ellos, es una gran muchedumbre que nadie podía contar. Mientras que el segundo se dice que son ciento cuarenta y cuatro mil, que pese a ser una cantidad respetable, es muy inferior a la del primer grupo. No se dice en Apocalipsis, pero a quien ha leído los evangelios, le quedará muy claro, que el grupo del que dice que es una muchedumbre que nadie podía contar, son las personas, de toda raza y nación, que han cumplido con los mandamientos de Dios, estos pertenecen al primer pacto. Mientras que el otro grupo, son los que además de cumplir con los mandamientos de Dios, también han seguido fielmente las instrucciones de Yeshua.
(Apocalipsis 14:12)
Aquí la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Los Mandamiento de Dios, no han sido anulados nunca, ni antes, ni después de la muerte de Yeshua; pues ya muerto, resucitado, ascendido a los cielos, y sentado a la diestra de Dios Padre, los Mandamientos de Dios, se han de seguir cumpliendo.
Tu habías dicho en uno de tus mensajes:
“Cuando una verdad tan amplia como es la enseñanza del Evangelio se la quiere reducir toda a unas pocas palabras, esa verdad tan reducida puede llegar a ser incomprensible para muchas personas sencillas”
Por las mismas palabras, y razones, pretender reducir todo el antiguo testamento a las palabras que rezan:
(Mateo 7:12)
Por tanto, todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres hacedlo también vosotros a ellos, porque en eso consiste la ley y los profetas.
Otra vez, nos quedamos sin Dios, o mejor dicho, sin el respeto y adoración que le hemos de rendir nosotros a Dios. Empiezo a pensar, que hay un interés especial en que las personas, nos olvidemos de Dios, y de lo que ÉL quiere de nosotros. Incluso añadiendo los versículos siguientes:
(Mateo 22:36-40)
Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley? Él de dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el principal y primer mandamiento. El segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se resume toda la ley y los profetas”.
Estos dos, si que son un resumen perfecto de todo el antiguo testamento, y no solo del antiguo, si no también del nuevo; podemos decir sin faltar a la verdad, que son un resumen perfecto de toda la Biblia. Pero como ya habías dicho tú mismo, una verdad, por muy verdad que sea, al ser tan resumida, resulta incomprensible para todos. Pues teniendo toda la Biblia, no hay quien la siga. Y por otra parte, estos dos mandamientos, tampoco son un invento de Yeshua, pues ya existían en el antiguo testamento.
(Deuteronomio 6:4-5)
Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
(Levítico 19:18)
No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.
Yeshua, no vino a derogar los evangelios, es evidente, pues estos fueron traídos por él mismo. Pero ni por asomo, deroga tampoco, ningún pacto anterior de Dios con los hombres, así como tampoco deroga ningún mandamiento de Dios, si no que al contrario, son ratificados por él, en el capítulo 19 de Mateo, y Apocalipsis 12 y 14. Es cierto que el antiguo testamento está muy manipulado, y Yeshua nos da las claves, para saber distinguir, entre el buen trigo y la cizaña. Y no deberíamos de olvidarnos de que el nuevo testamento, también está manipulado. Es profetizado así, por el propio Yeshua, en la parábola de la cizaña o mala hierba.
Con esto, dejo el tema de la ley de Dios, y las abrogaciones,
que nunca Dios cambia de parecer, ni de idea.
Lo que Yeshua anula, nunca es la ley de Dios. Son conceptos añadidos por los hombres. Yeshua nunca anula ningún mandamiento de Dios. Yeshua cumple escrupulosamente con el mandamiento del sábado. Un mandamiento que era para bendición de los hombres, los judíos lo habían convertido en maldición, con su fanatismo y falta de interés a la hora de interpretar ese mandamiento.
Cuando uno "trabaja", siempre es para obtener bienes materiales. Y es eso lo que prohibe hacer el mandamiento en día de sábado. Es un mandamiento en contra de la avaricia, donde se exige que al menos un día a la semana descanses, tanto tú, como tus trabajadores si los tienes. Yeshua curaba en sábado, pero nunca cobraba por ello. Así que eso no era un "trabajo", pensaran lo que pensaran los judíos.
Los 10 mandamientos son una unidad indivisible. y cumplir con ellos, es el primer paso para cumplir con el evangelio. Nadie puede cumplir el evangelio, si no cumple con los 10 mandamientos de Dios.
Saludos
Daniel de Dios “
El Ignorado”
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