Re: LOS 10 MANDAMIENTOS; ¿UNA CARGA?
No estoy de acuerdo contigo porque las dos leyes son diferentes y en lo básico también son diferentes. La Ley del Evangelio manda misericordia y perdón, y los mandamientos del viejo testamento, en muchos de sus mandamientos, no tienen en cuenta la misericordia ni el perdón, pues los mandamientos de matar a las personas por diversas causas no cumplen con lo que manda el Evangelio (misericordia y perdón).
Las leyes del viejo testamento que mandan guerras y genocidicios, no cumplen con los mandamientos del Evangelio, que nos manda misericordia y perdón y que amemos a nuestros enemigos. El viejo testamento permite la esclavitud, y el Evangelio nos dice todo lo contrario, que aquel que quiera ser más grande, que sea nuestro servidor.
El viejo testamento manda que se hagan sacrificios por muchas cosas. Sin embargo, Jesucristo nos dice que Dios no quiere sacrificios:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
En las leyes del viejo testamento hay más de 10 capítulos dedicados a sacrificios y holocaustos diciendo que Dios los mandó, y Jesucristo, por el contrario, nos dice que Dios no quiere sacrificios. Entonces, todos aquellos mandamientos del viejo testamento sobre sacrificios, no eran mandamientos de Dios, porque Jesucristo es Dios, que vino a enseñar a su pueblo la verdadera Ley de Dios.
Y es que la ley del viejo testamento que tenían los judíos era una ley cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas. Así nos dice el profeta:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
El pueblo judío seguidor de las leyes del viejo testamento, estaba confundido, seguía muchos mandamientos que no eran mandamientos de Dios. Por eso el pueblo estaba en tinieblas, porque no conocía la verdadera Ley de Dios.
Entonces, amigo, tú estás confundido por las religiones que han metido en la cabeza que todos los mandamientos del viejo testamento son mandamientos de Dios. Pero eso no es lo que enseñó Jesús, pues Jesucristo dejó abolidos muchos mandamientos del viejo testamento y nos volvió a enseñar la verdadera Ley de Dios.
Ésta fue la enseñanza de Jesucristo, enseñanza que no recibieron aquellos judíos que mandaron matar a Jesucristo porque ellos eran celosos de las tradiciones y leyes escritas en el viejo testamento.
Yo lo tengo revisado y comparado y ahora te lo enseño a tí. Eres tú el que tiene que revisarlo ahora todo lo que te digo a la luz del Evangelio. Siento que ciertas religiones te hayan dicho que Dios dio una ley dura al principio y luego dio otra ley diferente cuando vino Jesucristo, pero eso no es cierto, pues la Ley de Dios es desde siempre y para siempre. Y ésta es la Ley que nos enseñó Jesucristo.
Dios es el mismo siempre, y su Ley también fue dada para siempre. Y esto es lo que tú no entiendes, pues tú crees que Dios dio dos leyes diferentes en tiempos diferentes, pero eso es una equivocación, y el Evangelio te lo confirma, y también te lo confirman los profetas, que así te dicen:
"Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,7-9)
"De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido" (Salmos 119 (118), 152).
No debes seguir filosofías religiosas, pues como ves, las escrituras están completamente en contra de tus creencias religiosas. Dios dio una Ley al principio, y esa Ley es para siempre, pero el viejo testamento contiene muchos preceptos que sólo son mandamientos de hombres. Entonces, ya no es la Ley dada al principio.
La Ley dada al principio es la que nos vuelve a revelar Jesucristo en el Evangelio. Por eso, cuando Jesucristo enseñó en el Evangelio la verdadera Ley de Dios, el pueblo que estaba en tinieblas vió gran luz:
"El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció". (Mateo 4:15-16)
porque77; si te das cuenta dices lo mismo que yo; solamente que en diferentes palabras y formas pero básicamente es lo mismo;
No estoy de acuerdo contigo porque las dos leyes son diferentes y en lo básico también son diferentes. La Ley del Evangelio manda misericordia y perdón, y los mandamientos del viejo testamento, en muchos de sus mandamientos, no tienen en cuenta la misericordia ni el perdón, pues los mandamientos de matar a las personas por diversas causas no cumplen con lo que manda el Evangelio (misericordia y perdón).
Las leyes del viejo testamento que mandan guerras y genocidicios, no cumplen con los mandamientos del Evangelio, que nos manda misericordia y perdón y que amemos a nuestros enemigos. El viejo testamento permite la esclavitud, y el Evangelio nos dice todo lo contrario, que aquel que quiera ser más grande, que sea nuestro servidor.
El viejo testamento manda que se hagan sacrificios por muchas cosas. Sin embargo, Jesucristo nos dice que Dios no quiere sacrificios:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
En las leyes del viejo testamento hay más de 10 capítulos dedicados a sacrificios y holocaustos diciendo que Dios los mandó, y Jesucristo, por el contrario, nos dice que Dios no quiere sacrificios. Entonces, todos aquellos mandamientos del viejo testamento sobre sacrificios, no eran mandamientos de Dios, porque Jesucristo es Dios, que vino a enseñar a su pueblo la verdadera Ley de Dios.
Y es que la ley del viejo testamento que tenían los judíos era una ley cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas. Así nos dice el profeta:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
El pueblo judío seguidor de las leyes del viejo testamento, estaba confundido, seguía muchos mandamientos que no eran mandamientos de Dios. Por eso el pueblo estaba en tinieblas, porque no conocía la verdadera Ley de Dios.
Entonces, amigo, tú estás confundido por las religiones que han metido en la cabeza que todos los mandamientos del viejo testamento son mandamientos de Dios. Pero eso no es lo que enseñó Jesús, pues Jesucristo dejó abolidos muchos mandamientos del viejo testamento y nos volvió a enseñar la verdadera Ley de Dios.
Ésta fue la enseñanza de Jesucristo, enseñanza que no recibieron aquellos judíos que mandaron matar a Jesucristo porque ellos eran celosos de las tradiciones y leyes escritas en el viejo testamento.
por favor revisa bien todo lo que pones y compáralo con el antiguo testamento y con los propósitos con que se dieron; y allí esta la diferencia entre tu y yo.
Yo lo tengo revisado y comparado y ahora te lo enseño a tí. Eres tú el que tiene que revisarlo ahora todo lo que te digo a la luz del Evangelio. Siento que ciertas religiones te hayan dicho que Dios dio una ley dura al principio y luego dio otra ley diferente cuando vino Jesucristo, pero eso no es cierto, pues la Ley de Dios es desde siempre y para siempre. Y ésta es la Ley que nos enseñó Jesucristo.
DIOS es el mismo ayer, hoy y siempre.
Dios es el mismo siempre, y su Ley también fue dada para siempre. Y esto es lo que tú no entiendes, pues tú crees que Dios dio dos leyes diferentes en tiempos diferentes, pero eso es una equivocación, y el Evangelio te lo confirma, y también te lo confirman los profetas, que así te dicen:
"Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,7-9)
"De tus decretos he sabido hace tiempo que para siempre los has establecido" (Salmos 119 (118), 152).
No debes seguir filosofías religiosas, pues como ves, las escrituras están completamente en contra de tus creencias religiosas. Dios dio una Ley al principio, y esa Ley es para siempre, pero el viejo testamento contiene muchos preceptos que sólo son mandamientos de hombres. Entonces, ya no es la Ley dada al principio.
La Ley dada al principio es la que nos vuelve a revelar Jesucristo en el Evangelio. Por eso, cuando Jesucristo enseñó en el Evangelio la verdadera Ley de Dios, el pueblo que estaba en tinieblas vió gran luz:
"El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció". (Mateo 4:15-16)