ILUSTRACIÓN
Doña Gloria es una persona de unos 30 a 35 años... con un corte de pelo rapado por un lado, como el de la foto:
Trabaja junto con su tía, en una pequeña tienda expendedora de Hardware, para todo tipo de dispositivos.
Era la segunda vez que los visitaba, porque dentro de la primera factura que nos había expedido, se había olvidado empacar los 30 conectores "RJ45", probablemente por estar escuchándome hablar de Cristo.
Así que ahora, mientras adquiría algunos SSD 240GB KINGSTON A400, aproveché para compartirles a Cristo de nuevo.
Durante el trayecto hacia ellos, había estado pidiendo ayuda al Señor sobre un texto en un Salmo, que me había impresionado en estos días, pero no logré recordarlo.
La tienda está ubicada en un segundo piso de un centro comercial, así que cuando ingresé, minutos antes había estado pensando en compartirles algo de doctrina, pero las preguntas que me hizo, me dieron la impresión, que estaba preparada intelectualmente para confrontarme, porque ya ella sabía, telefónicamente que este servidor iba para allá.
Mientras despachaba mi pedido, me preguntó a quemarropa:
¿Usted que piensa de la reencarnación?
-"Bueno, en la Biblia no se halla tal enseñanza, pero sí es fácil hallarla en las filosofías de los hombres" -
Y enseguida me narró el caso de una "hermana" de su "iglesia" muy querida, y muy conocida por sus buenas obras, que había sufrido la muerte en circunstancias violentas.
Había un retrato de un par de personas mayores, que la acompañaba, en la parte superior de un estante al lado izquierdo de su escritorio, visible a todo el que estuviese frente a ella, y le pregunté:
-"¿Son sus padres? ¿Viven todavía?
-"No. Ambos murieron, mi papá murió hace tres años por un acb (derrame cerebral), y mi mamá murió de azúcar en la sangre"-
Y enseguida, comenzó a lanzarme sus mísiles.
- "¿Usted practica buenas obras con las demás personas?"-
- "¿Se siente capaz de comprar un mercado y llevárselo a una persona que lo necesita?"-
- " ¿O lo suyo solamente es hablar de la biblia y de las buenas obras hacia los demás, nada de nada?"
-"Bueno, le respondí, el Señor es el que sabe"-
-" ¿El Señor es el que sabe?, No señor, le estoy preguntando a usted, así que me responde ya!!"-
Y añadió: "¿Qué es eso de estar predicando la biblia aquí y allá, pero a la hora de tocarse el bolsillo para ayudar a los demás se hacen los que no oyen, los que nada tienen que ver?"
Y remató: -" Usted no puede obligarme a que crea en lo que usted cree, mientras la ayuda a los demás queda vacía de usted"-
- Pero doña, gloria, las obras deben ser el fruto de la fe en Cristo, y no sirven para uno jactarse de ellas, pues dice la biblia que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda.
En ese momento llega un cliente y ella se levanta a atenderlo.
Me quedo pensando que así como ella, son miles los que se aferra a sus buenas obras, como un medio que los aparta de los demás y los hace merecedores del cielo.
Doña Gloria es una persona de unos 30 a 35 años... con un corte de pelo rapado por un lado, como el de la foto:
Trabaja junto con su tía, en una pequeña tienda expendedora de Hardware, para todo tipo de dispositivos.
Era la segunda vez que los visitaba, porque dentro de la primera factura que nos había expedido, se había olvidado empacar los 30 conectores "RJ45", probablemente por estar escuchándome hablar de Cristo.
Así que ahora, mientras adquiría algunos SSD 240GB KINGSTON A400, aproveché para compartirles a Cristo de nuevo.
Durante el trayecto hacia ellos, había estado pidiendo ayuda al Señor sobre un texto en un Salmo, que me había impresionado en estos días, pero no logré recordarlo.
La tienda está ubicada en un segundo piso de un centro comercial, así que cuando ingresé, minutos antes había estado pensando en compartirles algo de doctrina, pero las preguntas que me hizo, me dieron la impresión, que estaba preparada intelectualmente para confrontarme, porque ya ella sabía, telefónicamente que este servidor iba para allá.
Mientras despachaba mi pedido, me preguntó a quemarropa:
¿Usted que piensa de la reencarnación?
-"Bueno, en la Biblia no se halla tal enseñanza, pero sí es fácil hallarla en las filosofías de los hombres" -
Y enseguida me narró el caso de una "hermana" de su "iglesia" muy querida, y muy conocida por sus buenas obras, que había sufrido la muerte en circunstancias violentas.
Había un retrato de un par de personas mayores, que la acompañaba, en la parte superior de un estante al lado izquierdo de su escritorio, visible a todo el que estuviese frente a ella, y le pregunté:
-"¿Son sus padres? ¿Viven todavía?
-"No. Ambos murieron, mi papá murió hace tres años por un acb (derrame cerebral), y mi mamá murió de azúcar en la sangre"-
Y enseguida, comenzó a lanzarme sus mísiles.
- "¿Usted practica buenas obras con las demás personas?"-
- "¿Se siente capaz de comprar un mercado y llevárselo a una persona que lo necesita?"-
- " ¿O lo suyo solamente es hablar de la biblia y de las buenas obras hacia los demás, nada de nada?"
-"Bueno, le respondí, el Señor es el que sabe"-
-" ¿El Señor es el que sabe?, No señor, le estoy preguntando a usted, así que me responde ya!!"-
Y añadió: "¿Qué es eso de estar predicando la biblia aquí y allá, pero a la hora de tocarse el bolsillo para ayudar a los demás se hacen los que no oyen, los que nada tienen que ver?"
Y remató: -" Usted no puede obligarme a que crea en lo que usted cree, mientras la ayuda a los demás queda vacía de usted"-
- Pero doña, gloria, las obras deben ser el fruto de la fe en Cristo, y no sirven para uno jactarse de ellas, pues dice la biblia que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda.
En ese momento llega un cliente y ella se levanta a atenderlo.
Me quedo pensando que así como ella, son miles los que se aferra a sus buenas obras, como un medio que los aparta de los demás y los hace merecedores del cielo.