Para bendecir a la humanidad, Dios puede usar como su instrumento a una mujer, un varón, un niño, incluso un animal o una planta (piensa en la ballena y en la calabacera de Jonás)
Así que, independientemente de lo que haya recomendado Pablo en sus días, por las razones que Dios juzgó pertinente, si la pastora a la que te refieres fue instrumento de Dios para la conversión de muchos alcohólicos, bendito sea el Nombre de Dios.
En Irán han ejecutado mujeres baha'i por enseñar valores y virtudes universales a grupos de niños. No lo soportan. Menos aún de mujeres profesionistas, independientes, de una religión que proclama que a menos que la mujer asuma su papel de liderazgo junto con el varón (no en lugar del varón, sino junto a él), el reino de Dios no podrá ser establecido en la civilización humana.
En la Biblia tenemos el ejemplo de la profetisa Ana. ¿Lo recuerdas? Ella identificó en el niño Jesús al Mesías, y sus palabras llegaron a todos los rincones del globo a través de la Biblia.